Suavemente|z.h.

01;Desesperación

—Eres la mejor—susurra antes de nuevamente irse, su hermana queda sola en el pasillo mientras niega levemente.

 Su hermano es un tonto enamorado.

    Cuando Zayn llega al apartamento de Niall éste ya ha terminado de hablar con él, no ha dejado de lamentarse por cosas tontas y sin sentido en todo lo que duró la llamada, evadiendo el tema principal, dejándolo a un lado y no tocándolo. No está bien, piensa, si uno no se desahoga puede terminar muy perjudicado y Zayn lo sabe muy bien. Dudoso entra al complejo de departamentos y es atendido por Josua, el recepcionista que no tarda en conocerlo.

—Ya sabes donde está, se veía mal cuando vino esta tarde—informa a Zayn quien asiente dirigiéndose al ascensor.

—Gracias, Josua—él asiente, siempre servicial y ambos, no sólo él, los demás recepcionistas de todos los turnos le dan a Zayn una información detallada sobre como está Niall. 

    Zayn no quiere lucir como un maniático del control pero Niall está solo en Inglaterra, lejos de Irlanda y de su familia, siente que es su deber como amigo cuidarlo y protegerlo, sin saber que los recepcionistas saben que él moreno es más que protector, prontamente se dieron cuenta al instante que va más allá de sólo proteger a otro amigo.

    Mientras Zayn está en el ascensor muerde su labio inferior sin descanso, se siente nervioso por alguna razón. Niall vive en el piso catorce, departamento F-19 desde hace tres años. Sus padres se divorciaron cuando él tenía cinco, y su madre regresó a Irlanda mientras que su padre se quedó en Bradford, pero luego de casi seis años decidió irse para Irlanda también. Durante las vacaciones y los días festivos su familia suele visitarlo, en especial Greg, quien siempre estaba al pendiente de su hermano (ya sea por videollamadas o visitas sorpresas durante el año). Su pequeño hermano quien no quiso despegarse de Inglaterra. Niall nació originariamente en Irlanda pero no era más que un bebé de dos años cuando se mudaron por motivos de trabajo, cuando cumplió quince Greg pensó que era lo suficientemente mayor para cuidarse sólo (además estaría bien en las manos de Zayn) y partió rumbo a su amado país natal para encontrarse con su novia Denise, con la cuál mantenía una relación a distancia.

    Desde eso Zayn se convirtió prácticamente en un padre protector, en un hermano mayor que aconsejaba y en un amigo con el cual se podría reír. Niall le tiene afecto, demasiado y él lo sabe. El ascensor abre sus puertas con aquel característico ruido que lo saca de sus recuerdos, a paso inseguro camina por el estrecho pasillo mientras traga algo de saliva. No toca la puerta, él tiene su propia copia de la llave y cuando abre la imagen enfrente suyo le enternece más que nada.

    Un Niall de ojos rojos y cristalinos, mejillas hinchadas y húmedas y envuelto en una manta se encuentra en el suelo frente al televisor mirando alguna película triste o de terror. Zayn lo contempla, el resplandor del televisor alumbra su cremoso rostro que ahora está rojo en casi todas partes; mejillas, nariz, frente y sus labios, los cuales están más que rojos, algo agrietados y parece que no ha dejado de mordérselos. 

—Zee...—susurra antes de pararse y correr al moreno al cuál abraza.

—Y tu dijiste que no viniera—se burla el moreno mientras aprieta el cuerpo de su amigo contra el suyo, parece más frágil, más vulnerable y pequeño, más frío.

—Me veo fatal—farfulla entre dientes, Zayn ríe cuando se separan y desordena el rubio cabello teñido de su amigo.

—Del asco diría yo, pero eso no importa—Niall hace un puchero y Zayn reprime las ganas de decirle que se ve lindo, aún después de haber llorado.