Extra - Machi

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El denominado Tercer Mundo es un lugar donde reina el hambre, la pobreza y la enfermedad. Lo único que tienen sus habitantes es a ellos mismos, y eso a veces no es suficiente

¿Acaso la gente ha nacido para sufrir y morir, o es el castigo que se le ha impuesto por todas las atrocidades que ha cometido? ¿Por qué los pobres tienen que pagar por los pecados de los ricos? ¿Por qué es el desdichado el que va a la guerra y no el que de verdad la desea? ¿El ser humano ha sido creado por un dios frívolo y sin escrúpulos? ¿Si quiera el ser humano tiene un creador? En caso contrario, ¿por qué las religiones que procesan la paz discriminan a los que no creen lo que ellos?

Todas estas son preguntas que los habitantes de Ciudad Meteoro se han hecho desde su más tierna infancia. La única conclusión a la que han llegado ha sido: "El que decide dónde nace cada persona debe estar jugando a los dardos con nuestra fortuna".

Cierta familia de Ciudad Meteoro crecía con el esfuerzo de su trabajo y de forma humilde. Estaba formada por 4 personas que vivían de forma honrada y respetando la libertad de sus vecinos. Pero incluso a la gente buena le pasan cosas malas.

—Papá, ¿cuándo volverá el abuelo? Hace mucho que no le veo— preguntó una inocente niña de 5 años.

—Cariño, tu abuelo ha ido de vacaciones a un lugar muy bonito. Si le gusta, puede que se quede, así que será mejor que le tengas en tus recuerdos— respondió la madre con una sonrisa triste y fingida.

—Pero él dijo que me leería un cuento— añadió con una lagrimilla en los ojos.

—Querida, es la hora— dijo el padre de la familia a su mujer.

La lluvia comenzó a caer mientras la niña veía por la ventana como sus padres se alejaban. Era una lluvia suave de invierno que no dejaba rastro después de amainar. La niña se acostó en la cama de su abuelo mientras sus padres trabajaban en la fábrica clandestina de ropa de imitación. Tenía miedo a la soledad, pero el recuerdo de su abuelo la tranquilizaba.

Esa noche, cuando se quedó dormida, tuvo uno de los sueños más premonitorios que una persona puede tener. Se vió a ella misma jugando con su abuelo en la pila de chatarra del basurero comunitario. Mientras su abuelo le decía que no fuera tan rápido, ella perseguía a los cuervos que se encontraban en ese lugar. En cierto momento, el anciano y ella se sentaron encima de un frigorífico destartalado al que le faltaba la puerta del congelador. Su abuelo le comenzó a hablar, pero la pequeña no entendía nada de lo que le decía su abuelo. A medida que su abuelo terminaba la conversación, una luz cegadora se cernía sobre su abuelo mientras este sonreía. La niña, perpleja, se agarró fuerte a la pierna de su abuelo mientras lloraba.

—Abuelo, ¿qué es eso?—preguntaba entre sollozos.

—A llegado mi momento, Machi—respondió con una sonrisa en su cara.

—¿Estás, estás muerto?

Se hizo el silencio mientras el abuelo miraba a su nieta. La atmósfera había cambiado. Se había tornado la oscuridad, tan solo salvada por el manto de luz que cubría al anciano. Lo que rompió el oscuro silencio fue la respuesta del hombre mayor.

—Sí.

Una respuesta sincera que dejó de una pieza a la pequeña. Rápidamente, Machi hizo la pregunta que cambiaría el rumbo de su vida.

—¿Puedo ir contigo?— preguntó mientras lloraba como la niña pequeña que era.

La respuesta que recibió selló su destino.

—No, cariño. Tienes que quedarte. No puedes abandonar a tus padres en este mundo tan degenerado. Recuérdalo siempre, Machi, te quiero— finalizó su frase mientras se desvanecía.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Oct 25, 2017 ⏰

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Genei Ryodan, la araña está viva - Hunter X Hunter (Fanfic)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ