Llegamos a casa y entramos, lleve a Romeo a que se lavara las manos ya que se había ensuciado de helado y estaba pegajoso.

-¿Qué te gustaría hacer? -le pregunté.

El tomo mi mano y me llevo corriendo hacia el patio trasero, se paro en la puerta, miró a la alberca y luego a mi.

Sabía perfectamente lo que quería, asi que no pude negarme. Subimos a cambiarnos y ponernos trajes de baño y volvimos a bajar.

Romeo había aprendido a nadar gracias a Lucas, el cual le enseñó.
Así que no habría problema.

Estuvimos jugando en la alberca hasta las 05:30 PM, nos salimos y lo llevé a darse un baño. Después de él fui yo y cuando los dos ya estábamos limpios, bajamos a comer.

Serví dos platos de comida, había preparado Arroz con Pollo, llevé una jarra con limonada a la mesa y también los dos platos, serví la limonada, nos sentamos y comimos.

Durante la comida platicamos sobre todo el día, sobre lo bien que nos la pasamos en la alberca y más, hasta que Romeo me hizo una pregunta.

-Mami, ¿Por qué no tengo un hermanito o hermanita? -me congelé  cuando dijo eso, no sabía que reponderle.

-¿Por...por qué lo preguntas? -dije llevandome una cucharada de comida rápidamente a la boca.

-Porque me gustaría tener uno, algunos de mis compañeros tienen y ellos dicen que es divertido ya que juegan juntos, yo no tengo con quien jugar a veces. -dijo y siguió comiendo.

-Pues... mira, tu papá y yo estamos bien contigo, y por el momento no tenemos planeado tener otro bebé.

¿Enserio? ¿Eso le dices a tu hijo?

¿Y tu eres?

Tu conciencia, tonta.

Oh.

-Ah bueno. ¿Cuándo vuelve, Papá? -tantas preguntas.

-En una semana.

No dijimos más nada, terminamos de comer, recogí la mesa y me senté a ver la televisión con Romeo, era viernes así que Romeo se podía dormir a las 09:30 PM o 10:00 PM más tardar.

Nos sentamos juntos. No dejaba de pensar en lo que había dicho.

-Romeo, ya viene tu cumpleaños. ¿Qué te gustaría como regalo? -le pregunté sonriente.

-Amm, un hermanito. -sonrió.

-Pe...pero para que venga un hermanito tarda nueve meses, ¿No te gustaría otra cosa? -traté de convencerlo.

-No importa, pero si no se puede conseguir uno, me gustaría salir con todos ese día.

-Bien, lo tendré en cuenta. -seguimos viendo la televisión.

***
Romeo se durmió mientras veíamos la televisión y lo cargué hasta la habitación, le puse su pijama y lo acomodé.
Dejé su luz de noche encendida y bajé a cerrar todo.

Cerré puertas, ventanas y apagué las luces, puse la calefacción a una temperatura adecuada y subí de nuevo.

Me puse mi pijama y me acosté junto a Romeo, tomé mi celular, lo desbloqueé y vi que tenia 4 llamadas pérdidas y 7 mensajes, Ross.

Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora