-Y... ¿Sabes pelear?- Volvió a preguntar el pelirrojo. Miró a Nagisa se arriba hacia abajo y sacó una pequeña risa.

-No... al menos nunca lo he hecho.- Contestó quedito.

-No te preocupes. Te enseñare un poco y no te golpearé.- Le dijo Karma.

Nagisa asintió. Se pusieron en posición de combate. Karma tiró un puñetazo hacia la cara del peliazul y este, le tomo del brazo y lo tiró al suelo.

-Asi que, no sabes peliar.- Le dijo burlón el pelirojo.

-N-no se que hice.- Respondió observando sus manos.

-¡Nagisa!- escuchó el grito. Era el Centauro. -¿Qué haces peleando y sin armadura? Puedes hacerte daño aún no tienes idea como pelear.-

-Deecho, Sirius, debo decir que lo acabo de probar y ese cuerpecito tan pequeño, es más fuerte de lo que parece.- Afirmó Karma.

-Bien. Pero no quiero que vuelva a pasar hasta que esté correctamente entrenado para ello.- Suspiró. -Ven conmigo. Te presentaré ante todos. -

Se dirigieron a una especie de arena con varios asientos al rededor. Como un coliseo pero mucho más pequeño. Habia bastante gente sentada.

-¿Ya están todos?- Varios asintieron. El centauro llevó a Nagisa al medio de todo. -El es Shiota Nagisa. Su nuevo compañero. Hijo oficial de Atenea.- En cuanto dijo eso, todos comenzaron a susurrar. -Espero que lo traten bien y le ayuden en su estadia aqui. ¿Alguna pregunta para nuestro amigo?-

Varios levantaron las manos, pero el centauro le dio la palabra a solo uno.

-¿No se supone que Atenea era Virgen? Ella nunca tuvo hijos.-

-Bien. Terminamos acá la reunión vuelvan a sus actividades.- Ignoró la pregunta y todos se retiraron.

-Bien, mañana empezarás con los entrenamientos. Presentate mañana a penas despiertes. Y con la armadura que dejé en tu cabaña. Y porfavor, no la mejores ni le hagas nada. Todos tienen que estar en las mismas condiciones.- Miró para todos lados como buscando a alguien. -¡Ey! ¡Terasaka!- Gritó llamando a un chico de cabello castaño-rubio.

Este se acercó y me miró con pesadez.

-¿Puedes hacerte cargo de él hasta que esté acostumbrado?- Le preguntó el centauro.

-Claro, no hay problema.- Contestó el chico con pesadez en la voz.

El centauro se retiró.

-¿Asi que hijo de Ateneas, eh? Seguramente eres muy inteligente.- Le dijo sarcástico.

-No creo que lo sea.- Respondió sin más. -Terasaka ¿verdad?- El nombrado le asintió.

-Hijo de Ares.- Continuó.

-Oh, has de ser bastante bueno en todo esto, ¿no?-

-Algo asi.- Le respondió sin más.

-Oye... ¿podrias ayudarme en algo?-

-Claro. ¿En qué?-

-¿Me ayudas a llevar algunos metales a mi cabaña?-

-¿Metales? ¿Para que los quieres?-

-Bueno, mi cabaña tiene un taller de forja y me gustaria... nosé, probarlo.-le sonrió.

-¿Forja?- Estaba extrañado.

-Si.- Se encogió de hombros.

-Bien. Vamos.- Caminaron a la bodega. Cada uno tomó una gran bolsa con metal y otro con bronce.

Iban por el sendero hacia el lago, cuando Nagisa se desvió al bosque.

-Ey, ¿a donde vas?- Se extraño el más alto.

-Pues a mi cabaña. Ven, por aqui es mas corto.-

Ambos se adentraron en el bosque y caminaron, uno siguiendo al otro.

En menos de diez minutos llegaron.

-Vaya. No tenia idea que se podia ir tan facil por el bosque.-

-Bueno, no queria caminar tantas veces por el lago, asi que lo primero que hice fue trazar un camino mas corto.- Rio un poco.

-ya veo.- le siguió la risa.

Entraron y dejaron los metales a un lado de la mesa.

-Vaya. Tu cabaña es muy bonita.- Alagó el de cabello bicolor.

-gracias- Le sonrió el peliazul.

-Bueno, será mejor que me vaya. Está anocheciendo.- Habló mirando una de las ventanas.

-Lamento haber hecho que pierdas tiempo. Ven, vamos. Te enseñare el camino de vuelta.-

Comenzaron nuevamente a caminar por bosque y a la mitad del camino, pararon.

-Lo siento Terasaka. Estoy muy cansado. ¿Crees que podras seguir solo?- Preguntó algo preocupado.

-Claro. Solo dime por donde.-

-Sigues derecho por aqui y saldrás directamente al comedor.-

-Bien, gracias. Descansa. Mañana será un día muy duro.- Siguió el camino que le habia señalado el más bajo.

-Tu también descansa.-

Se devolvió a su cabaña y cerró todas las cortinas. Se fue a su habitación y durmió, completamente tranquilo y seguro.

Continuará...

Hijo De Atenea [Karmagisa] CANCELADAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt