|CAPÍTULO DIEZ|BONUS PINECEST|

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Mabel suspiro cansada.

—Además...

Ella me miro.

—¿Además...? —dijo para que continuara.

Mire a todos lados, no estaba si contarle pero... ¿Qué estoy diciendo? Ella es mi Misteriomela tengo que contarle.

—Tuve un sueño con Bill anoche.

—¿¡Qué!?

Asentí.

—Creo que Dylan está metida en algo con él.

—¿Crees?

—Aún no la acuso de nada, es solo una simple teoría.

Bufó.

—Y bien... ¿Qué te dijo Cipher?

—Quería que la tratara mal cuando saliera con ella.

Ella miró al suelo.

—¿Y por qué no lo hiciste?

Me quede helado al oír eso de ella.

—¿En serio querías que la tratara mal? Mabel ¡Su hermana la golpeo!

Mabel se sobresaltó al escuchar eso.

—¿¡Cómo te sentirías si yo te golpeara!?

Ella agacho la cabeza.

—Muy mal...

—¡Ves! Ella estaba así. Sabes lo unidas que son y no soportó el hecho que la persona que más quiere le haya alzado la mano.

—Tienes razón... yo... lo siento —me miro—. Pero... no toda la culpa la tengo yo...

—Tienes razón, no debí mentirte de esa manera —la tome de las manos—. ¿Me perdona Lady Mabelton?

Ella sonrió y asentó. Sonreí y le bese la frente.

Estaba a punto de besarle los labios cuando ella se puso sería.

—Espera... Bill te dijo trataras mal a Dylan ¿No?

—Correcto.

—¿Por qué te lo pidió?

—Amenazó con contarle a todos lo nuestro.

Ella palideció.

—Dipper... ¿Eso era un trato? —asentí—. ¡Dipper no lo cumpliste!

Palidecí

—No puede ser... —murmuré.

Mabel rio nerviosa.

—Vamos... no creo que Bill lo haga.

Sé que trataba de mejorar la situación.

—Mabel... de quién hablas es Bill.

Bajó la mirada.

—¡Estamos jodidos! —grito.

—¡Esa boca!

—¡Perdón me altere! —Se pasó las manos por el cabello y luego me jalo de la playera para acercarme a ella —. ¡Dipper tenemos que hacer algo! —me samaqueo.

—¿¡Y qué es lo que podemos hacer, Mabel?! —ella me miró. —Estamos tratando con un demonio de más de mil millones de años. ¿Qué es lo que un par de gemelos de diecisiete años pueden hacer contra eso?

Mabel lo pensó unos segundos.

—¡No tengo idea! ¡El cerebrito eres tú!

—¡Esta vez no, Mabel! —pasé mis manos por mi cabello.

Forbidden PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora