- Oficialmente llevaba cincuenta años sin darme una buena ducha - dijo Harry bajando las escaleras. Se estiró y se revolvió su largo pelo - se siente bien.
- ¿De dónde sacaste esa ropa? - pregunté extrañada, ya que yo no tenía ninguna prenda de hombre en mi casa.
- La robé - dijo como si nada.
- ¿Cuándo?
- Mientras tú te duchabas - sonrió inocente.
- ¿Cómo te dio tiem..? Da igual prefiero no implicarme. No vuelvas a robar - dije seria.
- ¿Me vas a decir tú lo que voy a hacer o no? - me miró serio con una mirada muy intimidante.
- No quiero delincuentes en mi casa - dije con miedo a su posible reacción.
- ¿Quién ha dicho que me vaya a quedar en tu casa preciosa? - sonrió cínico alzando una ceja.
- Ejem... Y-yo.. - tartamudeé sin saber que decir - no tienes casa ni lugar donde quedarte... supuse que...
- Tranquila ángel, si me lo pides así claro que me quedo - sonrió a lo que yo me quedé anonadada intentando entender al chico que tenía frente a mí.
- Yo no he...
- Tranquila preciosa me quedaré para cuidarte - me dijo como si él fuera el que me estuviese haciendo el favor.
- Eres muy raro - le miré extrañada y el cambió su cara sonriente a una de confusión.
- Puede - dijo causando una pequeña sonrisa que él correspondió al instante.
- Tengo hambre, ¿quieres algo?
- No gracias - volvió a su postura fría y negó con la cabeza.
- Vale, estaré en la cocina si quieres algo - me fui a hacer mi comida.
Cuando salí con mi comida en un plato lista para comer noté que Harry no se encontraba en el salón.
- ¿Harry?
Al ver que nadie respondía volví a llamarle pero seguía sin haber una respuesta. Le busqué por la casa pero no había ni rastro del chico de rulos. De vuelta en el salón volví a gritar su nombre.
- ¿Me llamabas ángel? - dijo una voz detrás de mí.
Me giré asustada y vi a Harry. ¿Cómo era posible? Detrás de mí solo estaban las escaleras que llevaban a la planta de arriba y acababa de bajar, era imposible que hubiera estado detrás mía todo el tiempo, le tendría que haber visto.
- ¿Dónde estabas?
- Ow... ya te preocupas por mí y todo, es algo... Tierno - le miré todavía desconcertada e ignoré su comentario - estaba en el jardín, quería verlo.
- El jardín está en la otra punta de la casa - susurré casi apenas sin emitir un sonido. Harry me miró frunciendo el ceño como si supiese de lo que hablaba. ¿Me había oído? No, no era posible - ¿qué tienes en la boca?
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Unearthed
FanfictionAquella noche de Halloween cambió todo lo que April conocía, empezó a verlo todo de otra forma y a creer en cosas que jamás había creído, como por ejemplo... Los vampiros. Porque... ¿quién diría que ella desenterró una vieja leyenda de la ciudad? ...