Llueven polvos pica pica

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Pablo se levantó con dolor de cabeza. Lo último que recordaba era estar en el debate a 4 del 7 de Diciembre. Recordaba estar diciéndole a Pedro que no se pusiera nervioso cuando de repente un torbellino de color naranja lo había succionado. Pero no podía ser, tenía que haber sido una alucinación. Eso era tan improbable como que Marhuenda votase al PSOE. Pablo abrió los ojos y lo único que vio fue un cartel con la imagen gigantesca de Albert Rivera al estilo líder coreano.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

El grito sonó más nenaza de lo que hubiese deseado, pero pronto se dio cuenta de que no lo había proferido él, sino Pedro Sánchez. A su lado, Soraya se levantaba del suelo.

-¿Dónde estamos? -preguntó la sustituta oficial de Rajoy en los debates.

Pablo no lo sabía. ¿Dónde estaban? ¿Por qué todo era naranja y estaba lleno de carteles con la cara de Mandarino? ¿Por qué los altavoces de la calle gritaban constantemente "Viva España y Visca Catalunya"? ¿Por qué llovía ese polvo blanco tan sospechoso que hacía que le picase la nariz? Preguntas sin respuesta, de momento...

-Tenemos que volver a plató -gritó Pedro histérico-. ¡Cualquier minuto que falte puede ser aprovechado por Susana para darme un golpe de estado psoeil!

-No te pongas nervioso Pedro -le dijo el atractivo coletas, mirando a su alrededor-. Tenemos que averiguar dónde estamos.

Soraya se acercó a ellos con sus tacones de diez centímetros.

-¿Y Albert? ¿Por qué sólo estamos nosotros tres?

Pablo tuvo más flashbacks que una película de Shyamalan. Lo recordó todo. Los torbellinos naranjas, la sonrisa de Albert, aquellos agujeros negros que tenía a cada lado de la boca... ¡Todo encajaba!

-Chicos... No os lo vais a creer...

-Yo despues de lo del vaso y el plato me lo creo todo... -murmuró Soraya-. ¡Seguro que esto es una trampa de los de Atresmedia! ¡Por eso no está Albert!

-Ya decía yo que últimamente ése coqueteaba mucho con los del IBEX 35... -añadió el sex symbol socialista, indignado arreglándose la corbata, no fuera a ser que hubiese un paparazzi cerca.

-¡No! -grito Iglesias, harto de desvaríos-. No es eso. Creo que Albert nos ha transportado a otra dimensión.

-¡Menuda gilipollez!

-No Soraya, no seas escéptica -dijo Pedro, que por una vez estaba de acuerdo con Pablo-. Creo que es posible. Una vez vi un documental de esto en Canal Historia.

En ese mismo momento Pablo se percató de que todo el mundo a su alrededor les miraba. Pedro le leyó la mente.

-No temas Pablo, es normal que estén deslumbrados. Esta noche he venido especialmente guapo.

Pero no era eso. Entre la multitud de uniforme color naranja unos antidisturbios con una mandarina dibujada en el casco se abrían paso. Iban hacia ellos y no tenían cara de buenos amigos.

-¡Corred! -gritó Soraya, quitándose los tacones y usándolos como arma arrojadiza contra la pasma.

El zapato volador impactó en uno de los cascos y volvió a manos de la número 2 del PP como si fuera un boomerang, pero los policías no se detenían.

Los tres políticos echaron a correr como si los que les persiguieran no fueran antidisturbios, sino técnicos de Hacienda.


CONTINUARÁ...


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⏰ Last updated: Feb 06, 2016 ⏰

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Mundo RiveraWhere stories live. Discover now