El centro de mi universo

CAPÍTULO 2: AXEL

Si la perfección existiera tener por seguro que llevaría su nombre. Era un chico de complexión delgada, pero con ese típico cuerpo fibrado que con cualquier cosa que se pusiera era realmente un espectáculo para la vista de cualquier fémina.
Alto, con el pelo castaño y unos ojos color avellana que daban ganas de bañarte en ellos y quedarte allí a vivir.
Era todo lo que cualquiera habría deseado.
Imagino, que todas os estaréis preguntando como nos conocimos... Paciencia que ya llega...
Fue hace diez años, mis amigas estaban como locas por ir a las fiestas del pueblo de al lado.
-¡Vamos Marina, o terminas de arreglarte o me quedaré con las ganas de echar el polvo prometido con Hector!-mi amiga Clara, le encantaba meter prisa con temas sexuales, pero lo peor de todo es que era verdad, era la nueva Carrie de Sexo en NY de este siglo.
-Joder, o dejas de meterme prisa o ten por seguro que Hector no va a querer ni verte del bofetón que te voy a meter...-dije yo entre dientes.
Así éramos nosotras, como hermanas pero sin compartir familia.
Una vez acabamos de prepararnos, nos fuimos hacia las fiestas. Allí las perdí a todas, sólo me quede con Valeria, que no es por joder pero no es lo que se dice la mejor compañía. Nos fuimos a los coches de choque, siempre es donde ponen la mejor música.
Algo borrachas, empezamos a hacer el tonto, y a mi, como no, se me ocurrió la maravillosa idea de hacer autostop a los coches de choque que pasaban. Obviamente, sin éxito.
Hasta que paró él. Creo que jamás podré olvidar ese aspecto macarra que llevaba en aquel entonces, mi bragas podían andar solas solo con una mirada de él.
Paró el coche y se me quedo mirando, con la mano me invitó a que subiese al coche y eso hice, no soy nadie yo...
Me preguntó mi nombre y admito, que me costó contestar estaba en trance mirándole su perfil, sus brazos y su sonrisa. Eh, y menuda sonrisa...
Cuando ya me estaba recreando en cómo sería en la cama, volví a escuchar su voz:
-Oye nena, me vas a decir como te llamas o no?
Dios. "Oye nena?" Cual es la finalidad de este chico que me corra antes de que me toque. Como me gustan los macarras, madre mía.
-Eh, si claro... Esto... Me llamo Marina, y tu?
-Axel.
Justo me dio tiempo a escuchar su nombre cuando la sirena del final de la atracción sonó y guiñándome un ojo me dijo:
-Luego te veo, ahora quiero pasármelo bien.
¿Pasárselo bien? ¿Con esas chulearías a mi? Pues si, y acabábamos de conocernos, que poco sabia de lo que me esperaba...
Fue bajarme del coche y buscarle de nuevo, ese chico iba a ser mío como que me llamaba Marina.