_ No entiendo- dijo el aludido algo confundido

_Hace muchos años atrás, antes de que tu y Dom nacieran- dijo mamá mirándome-, un bebe llego a nuestras manos. Un pequeñín risueño, con ojos tan celestes como el cielo y una mancha de nacimiento en el pecho imposible de olvidar.

_ Si Topher es aquel niño tenemos una historia que contarle sino, lamentamos decirle que no sabemos nada- concluyo mi padre con firmeza.

Yo no entendía mucho así que me gire en dirección a Topher para ver si él comprendía algo y me sorprendió ver que en aquellos momentos él se estaba quitando su camisa. Al terminar de hacerlo quedo a la vista una marca con forma de medialuna que yo no había notado la noche en que lo cure.

Mamá se acerco para examinarlo y a los pocos segundos se quebró y comenzó a llorar. Papá camino hacía ella y la abrazo.

_ Hace poco más de 25 años, Caroline y yo... éramos dos jóvenes recién casados que teníamos muchos proyectos juntos pero estábamos muy enfocados en nuestro trabajo hasta que una noche todo cambio. Estábamos cenando cuando alguien toco a nuestra puerta con desesperación, en un principio nos exaltamos un poco pero decidimos abrir. A lo mejor alguien requería de mis servicios como policía.

_ Déjame continuar a mi Gerard- interrumpió mi madre- Al abrir la puerta nos encontramos con una muchachita y un muchachito desesperados, parecían agitados e intentaban ocultar algo a toda costa. Los invitamos a pasar pero no quisieron, estaban totalmente asustados y decían que otros los perseguían. Gerard se ofreció a protegerlos pero aun así se fueron aunque nos pidieron algo, que cuidáramos a su bebe. Que no le dijeran a nadie que los habíamos visto y que si ellos no volvían pronto sacáramos al niño de Bleu Rivière con el máximo cuidado. Accedimos a pesar de no entender nada y ellos salieron corriendo en dirección a lo más hondo del bosque. Aun no puedo borrar sus caras de dolor al separarse de ti, porque Topher, aquel niño que ocultaban con recelo y temían le pasara algo eras tú. Y si esto ya me es difícil de recordar y contar, no te imaginas lo... lo...- mi madre ya no podía continuar, su rostro estaba cubierto de lágrimas y mi padre volvió a tomar la palabra.

_ Al otro día unos oficiales nos despertaron, me buscaban a mí para que los ayudara con un caso. Un turista había salido muy temprano a caminar por el bosque y estaba horrorizado por lo que había encontrado; se había desviado del camino principal y había encontrado por casualidad dos cuerpos. Los reconocí al instante, lo lamento Christopher, eran tus padres.

_ ¿Chris...Christopher?- pregunte conmocionada por todo lo que estaba escuchando

_ Ese es el nombre por el que lo llamaban. Después nosotros lo cambiamos por Topher para su protección. Cuando llamaste y dijiste ese nombre pensamos que podría ser pero necesitábamos estar seguros. Esta no es una historia fácil de contar hija.

No podía creer todo aquello pero el dolor en mi madre y en mi padre era sincero y profundo. Mire a Topher o Christopher, ya no sabía cómo llamarlo, para saber cómo estaba pero parecía en shock. Ni un solo musculo en él se movía, cualquiera podría haberlo confundido con una de esas esculturas griegas que se tallaban en el siglo V.

Mi padre continuo hablando luego de una pausa muy larga.

_ Parecía que alguien los hubiese asesinado y sospeche de cuatro turistas que luego de esa noche nadie más volvió a ver pero no pude probar nada. Con Caroline decidimos cumplir con la voluntad de tus padres para lo cual pedimos unos días en nuestros respectivos trabajos con la excusa de que ya era hora que nos tomáramos nuestra luna de miel y te sacamos del país sin que nadie se enterase. En un principio no supimos donde llevarte pero encontramos un buen matrimonio en Irlanda que acepto adoptarte con la mayor discreción posible y que prometieron cuidarte y amarte como a nadie- allí termino el relato, ya ni mi padre ni mi madre podían seguir hablando.

Extendí mi mano para tomar la de Topher pero él quito la suya con brusquedad y luego de tomar su camisa- no se la había vuelto a poner desde que se la había quitado antes que todo empezara- salió a prisa en dirección a la entrada.

_ Déjenmelo a mí- dije al mismo tiempo que corría a la puerta para seguirlo

_ Vuelve adentro- me grito con vehemencia apenas puse un pie fuera

_ Jamás le he hecho caso a nadie y no voy a empezar ahora- dije en el mismo tono que él mientras continuaba avanzando hacía su lado.

Él se quedo inmóvil con la cara pegada al tronco de un árbol, pero volvió a hablarme y esta vez con cierta dulzura.

_ Thea vuelve adentro por favor, no quiero...- Topher no terminó la frase, yo ya estaba detrás de él y con suavidad hice que se girara.

Cuando vi su rostro, sus ojos, se me partió el alma. Reflejaban un odio y dolor abismal que casi podía tocar. No supe que decirle, como consolarlo, asique lo abrace con la esperanza de reconfortarlo al menos un poco. Estuvimos así lo que pareció un instante y cuando nos separamos su actitud había cambiado totalmente. Topher que parecía tan duro e indestructible se deslizo de mis brazos y termino en el suelo, acurrucado, intentando ocultar el centenar de lágrimas que caían por su rostro. Me senté a su lado y volví a abrazarlo, eso era todo lo que podía hacer.

_ ¿Por qué? ¿Por qué?- dijo él totalmente quebrado- ¿Por qué separar a un hijo de sus padres? ¿Solo por ser distintos?

No lo entendí pero intente encontrar las palabras justas para hacerlo sentir mejor.

_ No entiendo lo que paso y no puedo cambiarlo por más que quisiera pero puedo decirte una sola cosa, tus padres te amaban. Te amaban lo suficiente para dar sus vidas por ti y para que tuvieras un futuro prometedor. No te encierres ni te pierdas en el dolor u odio, intenta ser la clase de hijo que imaginas que ellos pudieran haber querido y los honrraras a cada paso que des. Ellos siempre te estarán cuidando desde algún lugar muy especial por más que tú no los puedas ver. Y cuenta conmigo para lo que necesites.

Topher me miro, cerró los ojos y respiro profundo, pensé en dejarlo solo por unos minutos pero al intentar levantarme él me tomo del brazo.

_ No te vayas por favor, temo que si me quedo solo haga algo estúpido

_ Aquí estoy, y aquí voy a quedarme todo el tiempo que lo necesites

_ Gracias Thea, enserio. Eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida- en aquellos momentos Topher se parecía más a mi pequeño angelito que al hombre rudo que pretendía ser a cada instante.

Se recostó sobre mis piernas y yo acaricie su cabello hasta que sus lágrimas- y las mías- cesaron. Al rato él se quedo dormido. Estaba lleno de impotencia, dolor y rabia asique eso le vendría bien para relajarse al menos por un tiempo. Cerca de las 11 despertó por el calor del sol y decidió que ya era tiempo de volver con mis padres.



_ Creo que les debo unas disculpas por el modo en que me fui

_ No tienes porque- papá ya lo trataba con suavidad y cierto cariño- Entendemos la forma en la que reaccionaste y lamentamos si en algún momento parecimos fríos al contarte lo que paso. Es una parte de nuestro pasado que nos duele mucho e intentamos poner a un lado todo ese dolor para poder contártela, de otro modo no podríamos haber dicho ni una palabra.

_ Todo estuvo bien, es solo que no puedo aceptar que alguien o que un grupo de personas los hayan matado sin escrúpulos y quedado en libertad sin más- vi en sus ojos como su sangre volvía a caldearse así que tome su mano para tranquilizarlo.

_ Nosotros tampoco- respondió mi padre y lo miro con cierto recelo al notar que estábamos de la mano. Era casi tan sobreprotector como mi hermano.

Luego todos intentamos olvidar el tema y ni bien terminamos de almorzar nos despedimos para emprender el viaje de regreso a casa. Habíamos pasado pocas horas en el hogar de mis padres, pero habían parecido años y ambos estábamos exhaustos y conmocionados.

_ Cuídalo Thea- me dijo mi madre al oído mientras me abrazaba

_ Lo haré

Bleu RivièreWhere stories live. Discover now