MAXON
La verdad es al principio me preocupe del cansancio que le daba a América al preparar todo para la reunión, pero por suerte estos últimos días pudo descansar. Ella es la mejor. Perfecta, amable, increíble y mucho más. Pero sobretodo, mi reina.
Me encuentro hablando con dos de mis mejores amigos la infancia: Charles, príncipe de Rusia y Michael, príncipe de Estados Unidos. Desde niños que éramos amigos y siempre jugábamos cuando nos encontrábamos para las reuniones. Pase muchos años sin verlos por el trabajo, pero ahora estaban aquí y eso me alegró bastante.
-Oye, recuerdas a Nick, Daniel y Cameron? Que desde pequeños que trataban de conseguir novias y nunca lo lograron?-dijo Charles riendo.
-Sí, y debo de admitir que eran unos traviesos.-dije yo. Desde pequeño me insistían en que necesitaba novia (antes de saber que tendría una selección), y en cada reunión coqueteaban con cada chica que pasaba. Eran literalmente insoportables.
-Lamentablemente para nosotros, volvieron al acecho.-dijo Michael.
-Solo espero que esta vez no se pasen de la raya.-digo yo.
-Pues al parecer escogieron muy bien hoy.-dijo Charles. Yo fruncí el ceño, no entiendo.-Me refiero a la chica.-dijo mirando para una dirección detrás de mí.
-Si.-agregó Michael alargando la palabra y asintiendo con la cabeza.- Es la que más atención llama de todas en la sala. Y es muy linda.
-Hermosa.-corrigió el otro, con ojos soñadores.-Juro que si en poco tiempo no tuviera mi selección por delante, me quedaría con ella. Solo mírala, con su pelo rojo por sus hombros, esos bonitos ojos azules, es preciosa.-esa definición me sonaba muy familiar.
Gire la vista y la escena que vi me hizo apretar los nudillos. Los principitos de Canadá estaban hablando con MI esposa y ella se estaba riendo. Y además reconozco cuando alguien coquetea y esos tres lo estaban haciendo con mi mujer. Trato de calmar mi enojo, lo cual es muy difícil, y cuando me calmo, decido ir hacia ellos. Ella es mía y nadie toca lo que es mío.
