Aún Así...

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¡Bueno, hola! ¿Cómo estás? En esta ocasión yo (Carla) te traigo este One Shot que escribí mentalmente mientras veía como Karate culpaba a Juana de la muerte de Xiang Wu, y que, más tarde, pasé a papel.

¡Disfrútalo!

°~°

Juana sentía una horrible presión en el pecho que la estaba dejando sin aire. El dolor en su alma era demasiado. Todo era su culpa. Ella era la culpable de todas las cosas que estaban sucediendo.

Culpable de que Manuela esté llorando, culpable de no poder estar con Hache, culpable del sufrimiento y las lágrimas de muchas personas y definitivamente, era culpable de la muerte de Xiang Wu.

No podía soportar la manera en la que Karate la miraba. No sabía cómo se habían enterado los chicos. Probablemente, Hache se los había dicho.

Ahora las personas que ella más quería la odiaban.

Los ojos del más joven de los Cumbia Ninja estaban llenos de lágrimas. Él la miraba con odio, con decepción. Echándole la culpa mentalmente, seguro.

Pero aún así, la mirada de Hache fue lo que detonó la bomba en su pecho.

Los ojos de él conectaron con los de ella unos segundos. Dolor, tristeza, decepción. Esos y otros sentimientos que ella no pudo identificar se reflejaban en los iris negros de Hache. Le dolía porque sabía que, en parte, había sido culpa de Juana. Le dolía porque, por más que quisiera, no podía defenderla del ojos acusadores de sus amigos. No podía evitar su dolor, y eso le dolía.

Por más que Juana fuera el Jaguar, ella seguía siendo la misma persona. No había cambiado, nunca lo había hecho.

 Xiag Wu había sido un maestro para ella también. Había sido un hombre ejemplar, un recuerdo de su padre. Y ahora estaba muerto. Sólo por que Balam quería que así fuera. Aunque quién había matado al maestro no era lo que realmente le importaba a Hache, pero podía ver en los ojos de Juana que el dolor y la culpa la sobrepasaba.

Confirmó aquello último cuando vio que ella volteó, y se alejó casi corriendo, sin importarle que su automóvil siguiera ahí.

Sintió ganas de correr tras ella, de alcanzarla, de abrazarla. Pero no podía. No estaba bien. No era correcto.

-Ve.

Hache volteó confundido. Chopín había puesto una mano sobre su hombro y le había dicho aquello que Hache no había entendido.

-¿Qué?

-¡Que vayas, Hache! Estás dejando que se aleje otra vez.

Esas palabras le cayeron encima como un balde de agua fría.

Tenía razón. Estaba permitiendo que Juana se escapara, otra vez. La estaba viendo alejarse, sin hacer nada para detenerla. Estaba, como siempre, abriendo las manos para que su vida se escapara entre sus dedos como agua, siendo demasiado cobarde como para evitarlo.

-¡Hache!

Pero no podía reaccionar. Sus piernas se sentían de hierro, sus pies estaban casi pegados al piso, su mente había salido de su cabeza, y por más que se ordenara a sí mismo correr, su cuerpo no respondía.

-¡Ve!

Chopín le dio un suave empujón, haciendo que se despierte del estado muerto en el que se encontraba.

Trastabilló un par de pasos, y luego volteó y corrió en la dirección en la que Juana se había perdido.

La encontró apoyada contra una pared, con una mano sobre su boca. Su cuerpo se sacudía levemente a causa del llanto.

Cortos | Cumbia Ninja FanficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora