Capítulo 47: "Arreglar las cosas"

Start bij het begin
                                    

―No te preocupes―suspiró―ahora tendré que hacerlo todo de nuevo. ¡Maldición!―la chica, estaba muy estresada y se le notaba. Se agachó a recoger todo lo que se le había caído

―Pero si quieres yo te ayudo―Le sonreí, y me agaché para ayudarla. Porotito me dificultaba un poco el agacharme, pero aún podía hacerlo.

―Gracias, pero no tienes por qué hacerlo―me dijo con una sonrisa sincera

―Yo fui la culpable de que se te cayera todo, obvio que tengo que ayudarte...―me encogí de hombros. Por ser una cobarde y escapar de Alexis había chocado a la pobre chica.

―Ahora se me olvidó todo lo que me pidió el Ángelo, me va a retar―rodó los ojos. No sé quién sería el Ángelo, pero no tenía ningún derecho a retarla y pedirle hueás.

― ¿Y por qué te va a retar? ¿Acaso eres su sirvienta?―O sea ¿Qué onda el mino?

―Algo como eso, es que digamos que perdí una apuesta y tengo que ser su sirvienta―me reí, o sea si era una apuesta, era entendible, pero que no se fuera para la punta tampoco. La chica castaña se dirigió a la cocina y comenzó a servir las bebidas que llevaba de nuevo, yo la ayudé.

―Si te aburres mándalo a la mierda no más, no hay ninguna apuesta ni nada que valga el ser tratada como la sirvienta de alguien―le dije, o sea estábamos en el siglo veintiuno la opresión a la mujeres ya pasó. Ya estoy hablando como feminista...

―Si tenís razón, pero tengo que cumplir con lo que prometí, intentaré sobrevivir―le sonreí.

―Bueno, si es que necesitas ayuda para hacerlo sufrir me dices no más, tengo experiencia en hacer sufrir a los hombres―en eso tenía bastante experiencia, he estado haciendo sufrir al Alexis de hace rato. Pero es que él igual es huéon y las caga, merece sufrir.

―Preciosa...―maldita sea, ya apareció este hueón y yo que estaba haciendo un buen trabajo escondiéndome―El Huaso me dijo que habías venido y no lo creía, estoy muy feliz de que hayai venido―rodé los ojos.

―Sí tenemos cosas que hablar, pero ahora si me disculpas Alexis, estoy ocupada aquí con mi amiga...―no sabía ni cómo se llamaba la chica.

―Javiera―completó la frase la chica, Javiera

―¿Javi me la prestaí un poco? Porfa―le preguntó el Alexis así súper desesperado. Javiera asintió, uy maldita. Rodé los ojos y suspiré ruidosamente, luego caminé hacia donde estaba Alexis

―Por cierto soy Francisca―le dije mientras me iba, aunque quizás eso ya lo sabía, pero no importa me gusta presentarme aunque me conozcan... Ella me sonrió y se despidió de mi con la mano, luego tomó su bandeja...―Bien Alexis, aquí estoy, así que dime todo lo que me tengas que decir―él tomó mi mano y me guió lejos de donde estaba toda la gente.

―Bien, aquí podemos hablar tranquilos, entra―le hice caso y entré, me había llevado a su pieza, me senté en una cama. Pude ver en el velador que Alexis tenía la foto de Porotito ahí, la tenía en un marco, ay el hueón lindo, tenía ganas de llorar. Es que ay...―Preciosa...

― ¿Ah?

―Oye ¿por qué tení los ojos como llorosos?―me preguntó. Mierda, era una llorona, odio esto de las hormonas del embarazo y toda esa mierda que me hace ponerme sensible.

―Nada Alexis, es que estoy aburrida de esta mierda ¿por qué no podemos estar tranquilos de una vez por todas?―le pregunté. Él se sentó a mi lado y pasó su brazo por mi espalda. Apoyé mi cabeza en su hombro.

―No sé preciosa, yo en verdad quiero que volvamos a ser como antes, cuando éramos pendejos, ahí no había toda esta mierda, se supone que cuando uno crece madura y se pone menos hueón pero parece que a nosotros nos pasó al revés―me reí, él tenía razón.

Over Again || Alexis SánchezWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu