Capítulo I: La maldición del gato

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Título: Aquí hay gato encerrado (Fanfic)
Autora: Paloma Negra
Pareja: KuroKen
Serie: Haikyuu!!
Género: Comedia - Romance - Sobrenatural
Clasificación: Apto para mayores de 16 años.
Advertencias: Lemon
Disclaimer: Los personajes son propiedad de Haruichi Furudate.

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AQUÍ HAY GATO ENCERRADO

LA MALDICIÓN DEL GATO

Una fría tarde de invierno, Tetsurou Kuroo caminaba casi rozando el hombro de Kenma. La razón no era el clima ni tampoco un juego, sino que era la única forma de acercarse a él cuando se encontraban en la calle. Tomarlo de la mano era imposible mientras Kenma tuviera su consola o su celular con batería, y cuando lo intentaba agarrar del brazo, siempre era rechazado en público.

Su relación era algo complicada, a veces demasiada distante y poco afectiva. Pero todo porque el armador de Nekoma se alejaba de las demostraciones cariñosas de su capitán.

A esas horas del día, ambos habían terminado la práctica y se dirigían a sus casas. Sin embargo, Kuroo no tenía la intención volver a su hogar. Él quería pasar la noche con Kenma. Después de todo, conocía sobre la extraña maldición que lo afectaba durante las noches de luna llena, y quería molestarlo con algún juguete para gatos.

―Kenma.― dijo Kuroo deteniéndose en la puerta de la casa del armador del equipo Nekoma. ― ¿Puedo quedarme esta noche?

―No, hoy no.― respondió Kenma acomodando su cabello detrás de la oreja. ―No me siento muy bien...

― ¿Te duele algo?

―No realmente.

―Qué lástima, tenía un tarta de manzana que quería compartir contigo...― dijo volteando su cabeza hacia un lado y mirando discretamente la reacción que había provocado en el rostro de Kozume.

―Puedes quedarte solo hasta las once.― dijo en voz baja abriendo el portón de su casa y esperando que entrara para cerrar con llave. Kuroo sonrió más que satisfecho y caminó detrás de Kenma hasta llegar a la cocina, donde encontraron una nota pegada al refrigerador con un imán.

"Hijo, fuimos a ver a tu abuela porque necesitaba hacerse un chequeo médico,

volveremos pasado mañana.

Hay un estofado de verduras y pizza en el congelador.

¡Cariños!"

―Vaya, estaremos completamente solos...― murmuró Kuroo apoyando su mentón en la cabeza de su querido novio.

Kenma dejó la nota donde la había encontrado y no respondió el sugestivo comentario. Tetsurou aprovechó que estaba en esa posición para abrazarlo por detrás y hundir su nariz en el cabello.

Kozume podía sentir la respiración y el cuerpo del mayor en su espalda. No sabía cómo responder ni cómo actuar frente a estos mimos, eso lo desesperaba, e intentó separarse caminando dentro de la cocina. Sin embargo, no tenía previsto que Kuroo se apegaría más e intentaría seguirle el paso.

―Prepararé un poco de té...― dijo Kenma en voz baja pensando que con eso, Kuroo lo dejaría en paz.

Se dirigió a la cocina a gas y encendió unos de los quemadores. Luego llenó la tetera con agua y la colocó encima del fuego. Cada acción que hacía era seguida por Tetsurou, por lo que a esas alturas, ya se había rendido de liberarse de él. Con su novio detrás suyo, caminó por la cocina buscando dos tazas. Abrió un mueble que estaba ubicado sobre su cabeza y apoyó la puntas de sus pies para ver si quedaba alguna taza limpia en esa repisa. Al divisar dos al fondo del mueble, Tetsurou las tomó rápidamente sin que alcanzara a levantar uno de sus brazos.

Aquí Hay Gato Encerrado (KuroKen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora