No me faltaron pies para ir atrás de ella.

—Por favor, Mabel. Tienes que escucharme.

—¡Déjame en paz, no quiero verte!

Pase mis manos por mi cabello y lo alborote. Mire al techo tratando de buscar una idea para que Mabel acepte hablar conmigo.

Hasta que recordé.

"La llave."

Baje corriendo a la cocina y busque entre los cajones buscando llave del cuarto de Mabel. Al encontrarla corrí nuevamente hacia su cuarto, inserte la llave y entre.

—Esto no se puede quedar así.

—¿¡Qué estás haciendo aquí?! —chilló cuando me vio entrar.

—¡Me debes escuchar!

—¡No, no debo! ¡Ni quiero! —Se levantó—. Si no te vas tú, me voy yo.

Sonreí, aunque se enfadara conmigo no dejaba de ser tan tierna.

—Oh no lo harás querida —la tomé de la cintura.

—¡Dipper suéltame! ¡No quiero hablar contigo! —comenzó a forcejear para liberarse de mi agarre.

—Hablaremos, quieras o no —la senté en el inicio de su cama.

Ella rodó los ojos y se cruzó de brazos.

Me acerque a la puerta del cuarto y la cerré. Suspire y me gire para verla a los ojos.

—Mabel... lo de ayer yo... en serio lo siento...

—Yo también lo siento —me interrumpió—. Siento haber creído que entre tú y yo... siento pensar que tú sentías... —agacho la cabeza y una lágrima se le escapaba—. Lo mismo que yo siento por tú.

Mi corazón se estrujo al oírla decir aquellas palabras.

—Pero bien —rio levemente quitando las lágrimas, aunque era en vano, aún seguían cayendo de sus ojos cafés—. Era obvio que no podías sentir lo mismo por mí, digo, mírame—se señaló—. Es más perfecta Dylan que yo.

—Hey... —atrapé su rostro con mis manos —No digas esas cosas de ti Mabel, tu eres perfecta, incluso más que eso —sonreí quitando con mis pulgares las lágrimas de sus mejillas.

—Decir eso no significa que pueda perdonarte —murmuró entre dientes, haciendo que me alejara de ella —No necesitabas ilusionarme Dipper.

Se levantó y salió de la habitación.

Suspire. ¿Por qué tenía que ser tan difícil hablar con ella?

Ah ya recordé... porque es una Pines.

—Tengo miedo ¿De acuerdo? —Dije siguiéndola—. Mabel yo... yo no quiero que te hagan daño por lo que podría o no pasar entre nosotros dos. Yo... yo realmente quiero algo contigo. Yo... yo siempre he querido que tú... que tú y yo... ya sabes —jugué con las manos al no poder explicarme—. Pero te conozco y sé que te afecta lo que las personas dicen de ti... ¿En serio crees que no van a hablar de nosotros si estamos juntos? ¡Somos hermanos! Todo el mundo lo sabe... vamos a estar en boca de todos... y no en realidad a mí no me importa, pero sé que a tú si...Ella paró en seco, deteniendo su paso y consigo yo.

—Dipper...

—No es una jodida broma si es lo que piensas Mabel —hablé—. ¡Nada de lo que te he dicho es una broma! —Cerré los ojos—. ¿¡Es que acaso no puedes creer en mí esta v...?!

Fui interrumpido, interrumpido de una forma que pensé no volvería a pasar.

Los labios de mi hermana contra los míos, moviéndose lentamente, fundidos en nuestro propio mundo.

Forbidden PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora