Capítulo 2 -Dilema de acentos.

3.5K 136 5
                                    

Ya me he perdido, y recién entró a este lugar, es que joder, es enorme.

Ando por los amplios pasillos buscando la cual será mi futura habitación durante un año, estamos en a fines de junio, y creo que ya voy a morir.
Me distraigo mirando el móvil y choco con algo, mejor dicho, con alguien. Y éste es el momento... en el que todas quisiéramos que fuese una película norteamericana en la cual el chico te ayuda a levantarte y tu eres amable, bueno, eso es exactamente lo contrario aquí.

-Por qué no miras por donde vas, joder -dice aparentemente enojado levantándose y limpiando su uniforme-

-A ver si nos entendemos rubio hueco -si, es rubio, y pude comprobar que es un decerebrado- Tu me has chocado! -exclamo levantándome de un brinco-

-Eres nueva, no? -levanta las cejas Ken, si, lo llamaré así, es rubio y de ojos azules, así que no tengo otra opción-

-Acaso no se nota imbécil? -sigo alzando la voz haciendo que el retroceda dos pasos-

-Tranquila fiera -rie- Soy Calum, encantado -sonríe-

Dios que sonrisa, eres tú Ken?

Hi barbie

Déjame

Soy tu subconsciente, estaré aquí un tiempo querida

Oggg

-Igualmente -nos damos dos besos-

-Donde ibas? -pregunta interesado-

-Estaba buscando la habitación 264 -digo mostrando las llaves-

-Ven -me coje de las manos arrastrandome por las enormes escaleras, literal-

. . . . .

-Aquí es - dice parando frente de la habitación-

-Bueno, muchas gracias...

-No eres de aquí - dice sonriendo con los labios sellados-

-En realidad no, soy de Argentina - levanto las cejas abriendo la puerta un poco-

-Oh, que chevere, debe ser pinche guay... -y no lo dejo terminar porque odio que hagan eso-

-Oye, para empezar, soy argentina, no mexicana campeón - suelto y el me mira con una expresión de sorpresa, se nota que es rubio- Y segundo, hablando así, ofendes a todo mexicano, controla tus acentos pibe -digo riendo y entrando a la habitación, cerrando la puerta detrás de mi-

Me giro para contemplar la gran habitación y aparece la chica que menos esperaba aquí.

-¿Qué haces acá? -le digo soltando mis cosas de golpe, menos el móvil, es sagrado, el cual por cierto, traje a escondidas-

-Pero tía, ¿que haces tu aquí? -dice abriendo la boca en forma de "O" y abriendo los ojos como platos-

Jamás Me Daré Por Vencida -Jesús Oviedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora