Phil llevó a su hijo de cinco años, Dil, a Starbucks. Dan estaba fuera de la ciudad por trabajo, y Phil sabía que Dil siempre se sentía un poco triste cuando Dan no estaba y por ello quería animarlo. Starbucks era la única manera de hacerlo. A pesar de que tan sólo tenía cinco años, ya compartía el amor por el café de sus padres. Café descafeinado, por supuesto. Phil no era tan mal padre.
Ambos entraron en Starbucks, y Phil ordenó café para él y Dil. Luego se sentaron en el lugar en el cual Phil y Dan solían sentarse, por pura costumbre. "Me gusta este asiento." Dil murmuró. Phil sonrió. Dil era como Dan en muchas maneras.
El móvil de Phil sonó en su pantalón. Cogió el teléfono y sonrió ante el mensaje que Dan le había mandado: "Pensé que disfrutarías esta foto mía <3" Dan adjunto una foto suya en un taxi, mientras hacía una mueca graciosa.
Phil tecleó una rápida respuesta, antes de mostrarle la foto a Dil. "Mira, Dil, es papá."
Dil le arrebató el teléfono y miró la foto. Luego miró a Phil. "Quiero usar aretes como papá."
Phil ni siquiera se había dado cuenta de que Dan tenía sus aretes puestos, pero al ver la foto más de cerca se encontró con que efectivamente llevaba puestos sus típicos aretes negros. Miró a Dil y consideró qué sucedería si lo dejaba perforarse las ojeras. No creía que Dan se enojaría y, si lo hiciera, Dil simplemente podría quitarse los aretes. ¿Qué podría salir mal?
"Muy bien." Phil respondió, y observó cómo el rostro de su hijo se iluminó con una enorme sonrisa. "Te llevaré a que perforen tus orejas si bebes todo tu café."
Dil inmediatamente comenzó a beber su café y Phil rió. Tomó una foto y la envió a Dan con la frase "Adicto al café al igual que su papá".
Dan le respondió enseguida y Phil largo una risita al ver la respuesta: "pls no corrompas a nuestro hijo."
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Eran las cuatro de la mañana cuando Dan finalmente llegó a casa. Había sido un largo viaje, y no había nada mejor que volver con su familia. Sintió una punzada en su pecho mientras pensaba en Dil. Esperaba que Phil se hubiera manejado bien estando sólo con el pequeño. No, se dijo. Dan sólo había estado fuera por dos días, así que, ¿Qué pudo haber salido mal?
Abrió la puerta del apartamento tratando de no hacer ruido para no despertar a Dil. Cuando entró a la sala de estar se encontró con Phil dormido en el sofá.
Dan sonrió. Phil debió de haberse quedado dormido esperándolo. Dan lentamente se acercó hasta él y lo sacudió suavemente. "Hey."
Phil parpadeó, y sonrió cuando vio a Dan. "Dan." Murmuró en voz baja. "Lo siento, creo que me quede dormido."
"Está bien." Dan respondió. Se sentó junto a Phil y aplastó sus labios contra los suyos en un gran beso. No habían estado separados por mucho tiempo, pero el estar lejos de Phil, Dan se sentía vacio. El beso fue breve e inocente, debido a que ambos estaban cansados y lo único que querían hacer en ese momento era acurrucarse en la cama y dormirse.
"Vamos." Dan se puso de pie, y enganchó su brazo alrededor del hombro de Phil, mientras el ojiazul colocó su cabeza en su hombro. Luego caminaron hasta su habitación.
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"¡Papá!" Dil gritó mientras se subía a la cama y daba saltitos. "¡Papá, volviste!"
"¡Dil!" Dan se sentó y acercó a su hijo para darle un fuerte abrazo. Miró a Phil, y este le sonrió con cariño. Dan le devolvió la sonrisa. Dios, realmente había extrañado a su familia.
Dan se apartó del abrazo y miró a Dil. Siempre decía que Dil se veía diferente cuando no lo veía por más de un día, y Phil simplemente le decía que estaba loco, pero el juraba que esta vez había algo diferente en él. Tardó un minuto, y se sintió un completo estúpido cuando se dio cuenta. "Dil." Dan preguntó lentamente. "¿Tienes las orejas perforadas?"
"¡Sí!" Dil exclamó con entusiasmo.
Dan le dedicó una mirada atónita a Phil. Phil se encogió de hombros y murmuró un "Lo siento."
"¡Papá dijo que podía tener aretes para ser como tú!"
Dan sintió que su corazón creció dos tamaños al escuchar a su hijo decir eso. Le hubiera gustado que Phil le hubiera consultado antes, pero la ternura se sobrepuso a lo demás. Dan no pudo responder porque Dil ya no estaba allí, sino que salió corriendo a toda prisa. Luego oyó a su hijo gritar desde el fondo del pasillo. "¡Desayuno!"
Phil rió y se puso de pie. Dan también se levantó también y sonrió cuando Phil pasó un brazo alrededor de sus hombros. "Vamos, nuestro hijo quiere que su cereal." Dan rió, era bueno estar en casa.
