Todo comenzó con un típico día.. De rutinario de esos en los que me dejo llevar por unos pseudo vicios y me arrebato de lo exterior. Es que en días así en los que reina la soledad, aburrimiento y por sobre todo la desmotivación es de lo mejor sentir el sonido provocado por tus dedos al correr por la guitarra que gime al sonido de la imaginación naciendo quizás el mejor pasa tiempo, también está leer, analizar y rebuscar algo en un excelente libro, porque sumergirse en un mundo de papel y tinta escrito por un genio de letras y palabras es de lo mejor, es un gran placer leer algo que haga sentir que el tiempo se detiene y que los deberes pueden esperar unos instantes más.
En ese día tan especial para mi me sentí rescatado y de alguna forma ladrón.. Porque todo comenzó con una invitación, fue genial todo y omitiré detalles por respeto a las demás personas.. Pero todo mi día y porque mi mes, año y quizá vida? ... Se concentró en una acera de tierra y arena de las que cada paso provoca un chillido del suelo, estaba junto a ella de frente, yo sabía muy bien a que quería jugar y a que están apostando todo. Ella también lo sabía pero algo se lo impedía, ¿nervios? Me gusta pensar que así fue. Hasta que mi locura me hizo querer robarle un tan preciado primer beso.. No pude, no fui capaz, porque soy fiel creyente de que los primeros besos deben ser un acuerdo mutuo. Entonces la chantajee con una bolsa, que no me pertenecía y le dije..
-O hacemos eso.. O no entrego la bolsa. (Yo sabía de inmediato su respuesta)
-Eres muy chanta- dijo con voz tímida y entre risas nerviosas quizás por mi cercanía a su bello rostro
Entonces después de un largo debate que quizás se hizo eterno (no fueron ni dos minutos) aceptó y con un gesto nervioso preparó sus (para mi) perfectos labios..
Y hubo un par de estallidos con nuevas sensaciones, sentimientos y un sabor a que todo lo hecho con anterioridad valió la pena, cada momento, cada problema, cada buen momento, cada salida, cada vez que la molesté, cada vez que le dije "vale la pena luchar por lo que vale la pena tener" o "yo quiero esto contigo, con nadie más, asiesque ni vuelvas a decir que te deje".
En síntesis fue una gran día, uno de esos que se tatúan en la memoria, que resisten con fiereza ante el olvido y que se recuerdan con lujo de detalles. Hoy a casi un mes de eso puedo decir libremente que te amo más vque a nada ni nadie, que lobque he hecho por ti, nunca lo pensé con nadie, que me Inspiras y sí aún me sigo sonrojándo o poniendo nervioso al juntar miradas sinceras.
Retoma, te amo bella mía.
