Mean|h.s one shot

m e a n

El ojiverde estaba guardando el cuaderno y su libro de matemáticas; preparado para salir,un minuto antes había tocado la campana que indicaba la hora del almuerzo.

Ya con su bandeja se dispuso a salir, prefería almorzar al aire libre ya que la cafetería le resultaba un ambiente sofocante.

Estaba caminando cuando escuchó pasos detrás suyo. Lejos de sorprenderse; sabiendo quienes eran, se dio la vuelta encontrándose con la mirada burlona de Chris y la seriedad disimulada de sus perros falderos (aunque claro estaba que él no usaba falda, sino el mismo pantalón gris que correspondía al uniforme habitual).

Hacia ya meses que Chris lo molestaba insinuando que Harry era un nerd, antisocial y un marica, exceptuando otras palabras más groseras.

Él pensaba que éste no tendría nada más que hacer que meter las narices en su vida pero nunca lo diría en voz alta; no quería acumular más problemas de los que ya tenía.

-Hey, marica. Veo que tu instinto antisocial sigue tan vivo como siempre, ¿quién más almuerza al aire libre en soledad?- mira alrededor como si estuviera buscando una respuesta.- Ah sí, los nerds como tú.- dijo sonríendo cinícamente.

"Tú, con tus palabras como cuchillos y con armas y espadas que usas en mi contra."

-¿No vas a decir nada?-Chris lo miró de forma burlona.- Tanto miedo me tienes, marica.- le dijo acercándose peligrosamente a él.

-No te cansas de ser tan miserable, ¿verdad? ¡Deja de meterte en mi vida y hacerla imposible! Me haces sentir como si fuera nada, como si no valiera la pena.

"Tú, con tu voz como uñas sobre una pizarra; llamándome cuando estoy herido, te metes con el débil."

Tanto Julian como Steve, sus "amigos", reprimieron un jadeo de sorpresa ante tal revelación; siendo que ni ellos mismos serían capaces de enfrentar a Crishtian. El anteriormente nombrado logró demostrar una actitud calmada, sorprendiendo al castaño; hasta que avanzó a paso rápido en su dirección, tirándolo al piso sin preocuparse por la bandeja que anteriormente se hallaba en sus manos.

"Puedes derribarme con un sólo esfuerzo."

-¿¡Cómo me has llamado?!- DIjo sentandose sobre la cadera del menor, apretando sus puños, listos para usarlos.

-Todavía te crees listo y fuerte, ¿eh?- espetó.- No eres más que un don nadie aquí, un antisocial sin amigos, un perdedor con cara de marica.- dijo con total desprecio, sin imaginarse cuanto lastimaban sus palabras; sin preguntarse el efecto que éstas tenían sobre el chico que estaba debajo suyo, a su merced, haciendo que las lágrimas que éste escondía estén dispuestas a salir.- Nadie te quiere, eres despreciable.- le escupió.

"Otra vez has puesto a la luz mis defectos, como si yo realmente no los viera ya."

-No sé por qué me tratas tan mal.-dijo el castaño mientras controlaba su llanto, tratando de no tartamudear aunque no consuiguiera éxito.- Puedo apostar que alguien en el pasado te hizo así de frío pero no sé que tengo que ver yo. Sólo quiero que me dejes en paz, tranquilo.-dijo, incapaz de creer de dónde había conseguido tanta valentía para decirle a alguien que además de ser sumamente agresivo, estaba encima suyo dispuesto a golpearle.

Por un momento, un rayo de esperanza lo iluminó al ver el desencajado rostro de su "enemigo", el cual parecía tener una batalla consigo mismo.
Pero todo eso se esfumó al ver al mayor levantar los brazos y apretar sus puños de tal forma que sus nudillos quedaron blancos.
-¿Algo más para agregar, Styles?- dijo borrando toda expresión de duda y mostrando una magnífica sonrisa maliciosa.

Y aún sabiendo que arruinaría todo y que la golpiza sería mayor, Harry dijo:

"Algún día viviré en una grande y antigua ciudad y todo lo que tú serás es ser una persona miserable. Algún día seré lo suficientemente grande que no ya podrás lastimarme y todo lo que tú serás es ser un miserable, ¿por qué tienes que ser tan mezquino?"

Sin ni siquiera terminar de hablar empezó a recibir las tan esperadas golpizas. Un puño sobre su cara, otro sobre su abdomen y pecho, y así, al igual que patadas, golpes en todo su cuerpo.

A pesar de los moretones que seguramente ya tendría, estaba satisfecho porque se había revelado y había dejado sus miedos, los había enfrentado.

Cuando sonó la campana que indicaba el regreso a clases, Chris salió de encima suyo no sin antes darle un vistazo como diciendo "esto te pasa por meterte conmigo." y se fue.

Tras levantarse, no sin antes soltar gemidos de dolor, fue a la enfermería. Cuya señora lo recibió como si fuera algo normal, pues no era la primera vez que pasaba y estaba seguro de que tampoco sería la última.

(....)

Años después, ya a los 25 años, Harry Styles se encontraba en su propia oficina en una empresa bancaria de Londres, una gran y antigua ciudad, omitiendo el hecho de que también era prestigiosa.

Tenía lo que siempre había querido; amigos, una residencia en la ciudad de sus sueños, a Jade; la cual no sólo era su secretaria sino también su esposa, su mejor amiga y ahora la futura madre de su hijo.

A causa de su embarazo, tenía que contratar a alguien que la reemplazara en su trabajo, pero no encontraba a la persona adecuada y predispuesta a tal cantidad de horas laborales.

Estaba terminando de revisar el curriculum de su próxima entrevista cuando escuchó un golpe en la puerta y tras decir un corto y seco "pase", recibió a aquella persona en su despacho gris.

El hombre era castaño y de ojos cafés, se lo notaba nervioso e inseguro cuando se le acercó.

-Señor Styles, mucho gusto.- dijo extendiendo su mano cordialmemte.

Y el ojiverde tras esconder su expresión de sorpresa por una sonrisa maliciosa, estrechó su mano, devolviendole el saludo para después agregar:

-Señor Whitcoast, cuanto tiempo.- dijo con ironía.- ¿O debo llamarle Christian?

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Mezquino; que es despreciable por carecer de sentimientos nobles.

Miserable; que es muy desgraciado e infeliz.