Diario de Elizabeth

V

A pesar de mis problemas, hay un chico.
Si, un chico que ha permanecido a mi lado por poco menos de un año.
Un chico que es todo lo opuesto a mí y más.
Alguien que no creo estar ni cerca de merecer.
Me he abstenido, ha sido difícil, pero trato de hacer las cosas diferentes con él.
Él no es igual a otras personas que conozco, no.
Estando con el formo parte de un eterno eclipse;
Él es el sol.
Yo por mi parte, creo que incluso la luna es demasiado luminosa y bella para tener la osadía de compararme con ella.
Aunque prefiero decir que la luna es mi amiga,
Ella me escucha.
Él era tan dulce,
Tan apetecible, pero posarme en él no era una opción.
Era lo único en lo que él no podía complacerme, no podía saciar esa sed,
Y no porque él no lo quisiera así.
Yo a este punto me considero incapaz de tocar así fuese uno de sus cabellos.
Digo a este punto, porque no se puede esperar nada de mí.
Yo no espero nada de mí, tú tampoco deberías hacerlo.
Aunque quien sabe, con mi pequeña y tierna voz, con mis pucheros.
Hasta yo me creería.
Estaba consciente de que necesitaba a alguien de quien alimentarme en esos casos.
Aunque fuese algo mínimo, lo necesitaba.