•Capítulo 1•

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—¡No tienes novio porque eres una nerd! —rio—. ¿Lo captaste? ¡Una nerd!

—¡Eres un idiota! —exclamé con enojo—. ¡Estoy harta de ser humillada por tu culpa! —alcé más la voz—. Eres un orgulloso, solo piensas en ti y no en las personas, solo piensas en si te ves bien o si estás bien y no en como están las otras personas. ¡Te odio y siempre te odiaré!

Horas antes.

Abrí mis ojos y me estiré, también bostecé y pensé en si levantarme o no, es que iba a ir a la escuela e iba a volver a ver a Mario, además de ser orgulloso también era un tremendo idiota. Me levanté de mi cama y fui directo al baño, giré el grifo de la ducha y mientras esperaba el agua caliente me quité mi pijama, una vez caliente entré y me relajé con el agua que caía en mi cuerpo. Cuando me baño siempre pienso en lo que odio o en lo que amo, la mayoría de lo odiaba en esos tiempos era Mario, ya que era un chico fastidioso y te irritaba más de lo que podías imaginar. Mis dos mejores amigos son Juan Pablo Zurita, mejor conocido como Juanpa; igual Fernanda, es que son las personas más geniales que puede haber en este mundo, ellos me apoyaron en ese tiempo cuando Mario se burlaba de mí, son mis mejores amigos desde el segundo semestre de la universidad. En el primer semestre no nos llevábamos, hasta que el maestro (en segundo semestre) nos dejó hacer un trabajo en equipo, Fernanda y yo fuimos a la casa de Juanpa y los tres nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común, ese día no hicimos tarea, nos encargamos de platicar sobre nuestros gustos y esas cosas. En ese mismo semestre nos encargamos de conocernos y confiarnos las cosas, después fuimos los mejores amigos.

Hasta que... llegó Mario.

Juanpa y él se llevaban bien en ese momento pero no eran mejores amigos, de hecho los tres queríamos unirlo a nuestro grupo, hasta que Mauricio (un chico popular de la escuela) lo agarró para su grupo, desde ahí Mario se convirtió en la clase de persona horrible y lo odiaba. En fin, terminé de bañarme y salí de la ducha, fui directamente a mi armario y agarré unos jeans negros, una camisa de botones y mis converse, me gustaba vestir así, no entendía por qué Mario se burlaba. Con el maquillaje, bueno, no solía usar nada de esas cosas, de hecho ni sabía maquillarme, lo único que agarré fue un labial rojo pastel, me puse un poco y apreté mis labios para untarme el color y que no se notara tanto. Finalmente bajé por mis galletas, ya que estaba llegando muy tarde a la universidad y no me dejarían pasar al aula, así que me despedí de mi mamá y me fui comiendo las galletas. Juanpa me dijo que Mario vivía a una cuadra de mi casa y eso era horrible, por eso siempre trataba de salir de mi casa un poco más tarde para no encontrármelo caminando y tomándose selfies mientras se hacía el guapo. Cuando llegué a la universidad alcancé a ver a Mario junto con sus amigos, igual de bobos como él, por suerte Juanpa estaba cerca de ahí y me acerqué a saludarlo.

—Sofía, oye, tengo que decirte algo muy emocionante —dijo con emoción.

—¡Qué!

—Mañana justamente se estrena el documental de Tomorrowland y quiero que vayas conmigo —sonrió.

—¿En serio? —sonreí.

Me encanta ir con Juanpa al cine y ver cosas que nos interesan demasiado. En fin, ese momento fue arruinado porque escuchamos que alguien carraspeó.

—No te vayas a ilusionar de que te está invitando a una cita —rio.

—¡Cállate! —giré a verlo y lo fulminé con la mirada.

—¿Acaso crees que te está invitando a salir? —volvió a reír.

Esa vez sus amigos le siguieron la corriente.

—Mario, detente —dijo Juanpa fulminándolo con la mirada.

—¡Es obvio que no se fija en ti! —sonrió con malicia.

—En serio, Mario, detente —dijo Juanpa tratando de tranquilizar la situación.

—No te ilusiones porque nunca tendrás novio —rio.

—¿Y por qué, Mario? —dijeron sus amigos e hicieron un tono burlón mientras reían.

—¡No tienes novio porque eres una nerd! —rio—. ¿Lo captaste? ¡Una nerd!

No aguanté más y le grité sus malditas verdades, eso hizo que lo odiara al límite. Noté que sus amigos, junto con Mario, dejaron de reír y yo simplemente me giré, le dije a Juanpa que nos vayamos al salón, él aceptó y caminamos hasta allí. En el camino pude escuchar las risas y los abucheos hacia Mario, admito que si me sentí un poco mal pero no me importó, juré que iba a pagar y lo cumplí, entonces que se vaya a una tremenda mierda.

—¿Qué fue eso? —preguntó Juanpa con asombro.

—Fue desahogarse con el tipo que te ha hecho pasar todo el tiempo malos ratos —dije.

—Si que lo humillaste bien tremendo —rio.

—Él también lo hizo conmigo y muchas veces —me defendí.

Se puso a reír.

—Al parecer lo dejaste sorprendido, muy sorprendido, diría yo.

—Lo sé, de todos modos se lo merecía —reí—. Bueno, dejemos de hablar de ese idiota y ya entremos.

¿Tenía que sentirme mal por lo que hice?

Lo que Creí que Eras | Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora