Comenzamos a caminar hacia el Ala este, evadiendo tumultos de soldados que había en el camino, era bueno ver caras nuevas.

-No... soy de Estados Unidos ¿Tu?

-Soy de acá... aunque nunca conocí a mis padres, la alcaldesa me hallo bajo una mesa en un restaurante hace algunos meses, cuando comenzó esto, ella se encontraba ahí, desde entonces me enseño el arte de la guerra... es como mi madre –Decía ella tan alegre mientras sus ojos brillaran como quien admira a alguien- También me enseño a no confiar en nadie más allá de sus tierras... atacaran esta semana.

Me detuve y mis ojos solo se llenaban de lágrimas, me aferre a mi pistola y sentía como el latir de mi corazón se volvía cada vez más lento, ahora que recuerdo el walkie talkie aún seguía encendido

-¿Sucede algo? –Dijo ella con una sonrisa en sus labios.

-Disculpa... ¿hay un baño cerca? No me siento bien –dije mientras la cara se me ponía verde, la mera idea de pensar cuanta gente morirá me erizaba la piel.

-Claro... -Dijo ella y volteo a mirar al fondo por la derecha- volteas por ahí y llegas a los baños, ¿necesitas que llame a alguien? Pareciese que viste un fantasma –Dijo ella mientras reía, era una risa algo fingida.

-No gracias, solo necesito ir al baño un instante...

Salí a correr por aquel corredor con la mirada agachada para que nadie viera como mis ojos se llenaban de lágrimas, la cabeza comenzaba a darme vueltas y sentía como mi corazón salía del pecho.

Entre en uno de los cubículos y espere unos minutos antes de ponerme a llorar, no quería que nadie me escuchara llorando.

-¿Stewart? –Se escuchó una voz fina y algo débil al otro lado del auricular.

Alex...

-¿Si? –Dije tratando de retener las lágrimas.

-Creo que debí contarte lo del incidente... cuando estaba afuera, fui a hablar con Evana me había advertido de este suceso –Ambos nos callamos, mis lágrimas escurrían por mis mejillas lentamente y sentía como se ahogaba un grito en mi garganta- ¿Stewart?...

-¿Por qué no me contaste? –Dije limpiándome las lágrimas.

-Porque no quería ponerte en peligro... -Se escuchó como el suspiraba y su voz se quebrantaba- Mira cuando salgas de ese lugar, haremos planes para irnos a recorrer el mundo ¿recuerdas? Asia, España, África o a Latino américa como tanto quisiste

"Solo que ahora... todo ha cambiado y seguramente estarán peor que nosotros..."

-Mira no sé si sirve de ayuda, pero ya están empezando a evacuar alguna gente, Jessica se retractó y no quiso irse con los refugiados, te prometo, que cuando salgamos de esta, no te ocultare nada, solo por favor, discúlpame, discúlpame por ser tan tonto y ocultarte muchas cosas, es que... solamente no te quiero ver sufrir...

-¿Stewart estas aquí? –Dijo Lucy que estaba afuera del baño- ¿Estas bien?

Acerque el walkie talkie a mi boca, lo suficiente para que pueda susurrar.

--Amor, hablamos cuando esto acaba –sonreí y volví a tomar fuerzas- todo saldrá bien y podemos viajar y tener una vida juntos, la vida que siempre deseamos

Apague el Walkie Talkie y me seque rápidamente las lágrimas mientras sentía como una parte dentro de mí se rompiera en miles de pedazos, Lucy estaba recostada contra la entrada del baño de las chicas mientras jugaba con la punta de una navaja, desde esa perspectiva pareciese una chica sencilla, se veía muy cómoda y alegre, su actitud no reflejaba la de una chica en la guerra, a lo mejor pensaba igual que nosotros, que todo esto no era más que un juego de niños.

Daylight; 2050Where stories live. Discover now