Tu hermano jugando con Kuroo.

-Traidor-murmuraste bajo.

Te encaminaste al librero más cercano y escogiste al azar un libro.

Comenzaste a leerlo sin mucho interés.

(...)

A los diez minutos ya empezabas a sonreír inconscientemente o simplemente soltabas unas carcajadas.

Las acciones del protagonista eran originales, el que nunca se diera por vencido con la chica que le gustaba te parecía tierno.

Todo iba bien, sino fuera porque sentiste su mirada.

Como si fuera un gato examinando su presa, Kuroo, de vez en cuando, te miraba, aunque sea por unos segundos, analizando tus gestos o acciones.

Frunciste el ceño, molesta y a la vez intrigada.

-¿Acaso tengo un mono en la cara?-preguntaste de forma irónica, al ver que te había observado por décima vez.

El pelinegro rió levemente y negó con la cabeza, para seguir jugando con tu hermano.

Te encogiste de hombros y suspiraste.

Aquel chico era raro.

(...)

-No quiero-reclamaste con las mejillas infladas.

-Vamos, será divertido-alego el pelinegro sonriendo. -Además, Koutarou-kun quiere ir-señalo al niño, que ya estaba listo para ir al parque de atracciones.

-No-volviste a negar, tu hermano se acercó hacia ti, y empezó a mirarte de aquella forma especial que solo utilizaba contigo. -Koutarou, no te atrevas a...

-Por favor, nechan...

Tu resistencia no duraría mucho, tu resistencia no duraría mucho.

-Está bien-terminaste cediendo.

Volteaste la mirada, y lo viste sonreír de nuevo.

No molestes a Kuroo-kun.

Okay, no tenía ganas de molestarlo, solo tenía ganas de romperle esa estúpida sonrisa.

-Bien hecho, Koutarou-kun-Kuroo acaricio la cabeza del niño una vez que te habías ido-Todo ha ido bien.

Koutarou solo sonrió feliz.

(...)

-Kuroo, Koutarou, no sean así-te quejaste al ver que empezaban a quitarte tu comida.

-Comes lento-dijo en su defensa el chico, tu hermano solo asintió con la cabeza.

Rodaste los ojos y te levantaste de la mesa, irías a comprar más comida.

(...)

Todo iba bien, hasta que...

¿Por qué mierda los chicos te estaban mirando?

Y, aunque lo normal, o común, sería que te sonrojes, lo único que querías hacer era darles una patada.

Ni que este fuera un zoológico, ni tu un animal para que te observaran tanto.

Además, ibas ¿Por qué lo hacían?

Ibas con una polera que te quedaba grande, lo admitías, y un short común.

Nada raro, todo era común. Ni siquiera tú eras alguien muy ¨linda¨ para ser observada por tanto tiempo.

-Gracias-murmuraste al cajero cuando te dio tu orden.

Caminabas con la bolsa en manos. Tranquilamente, tarareando una canción.

Niñero |Haikyuu| |Kuroo x Lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora