________ frunció el ceño entre sueños. Puedo fingir que es mío... sólo mío. Apretó los ojos con fuerza, los recuerdos dolorosos resultaban demasiado reales, incluso en sueños.

-Salgamos de aquí -murmuró Harry a su acompañante femenina. No sabía que ________ se ocultaba entre las sombras, escuchando furtivamente. -Me muero por cojerte.

Los ojos de ________se abrieron. Su corazón comenzó a latir furiosamente. No le hagas el amor aquí, pensó. Por favor, Harry.

-Creía que nunca me lo pedirías -ronroneó la rubia- He estado cachonda por ti toda la tarde.

Él sonrió. -Entonces vamos.

______ escuchó como se alejaban, y no salió de las sombras hasta asegurarse de que no había moros en la costa. Inclinó la cabeza y un dolor profundo la atravesó, clavándosele en el estómago.

Respiró profundamente mientras estudiaba el plato de plástico que tenía en la mano. La tarta de chocolate era su favorita.

Suspirando, _______ tiró el plato en el primer cubo de basura que encontró y luego se dirigió a la salida. No quería estar allí. No le apetecía comer, ni jugar, ni escuchar a un montón de gente aburrida intentar mantener una supuesta conversación ingeniosa. Sólo quería irse a casa.

Mantuvo la cabeza alta y se encaminó a la puerta, una limusina la aguardaba.

Harry y su acompañante estaban esperando que les trajesen el coche, pero _______ pasó delante de ellos sin prestarles atención. Podía sentir los ojos de Harry mirándola, pero fingió no percatarse de su presencia. Por fin, el chófer de su padre le abrió la puerta de la limusina y ella se coló dentro.

Sólo cuando estuvo a salvo en su casa, después de encerrarse a solas en su habitación, lejos del mundo y de ojos curiosos, sólo entonces se permitió liberar sus sentimientos. Gateó entre las sábanas de satén de su lujosa cama con dosel de Cenicienta y cerró los ojos, llorando silenciosamentemientras se adentraba en el sueño...

***

______ despertó bruscamente, la tristeza se mezclaba con una urgente sensación de excitación que la dominaba. Todavía inmersa en los entresijos del sueño, su mente era apenas consciente de que había estado soñando. Jadeó como una chica de dieciséis años conmocionada cuando abrió los ojos y vio la cabeza de Harry enterrada entre sus muslos.

-Harry -resolló y su espalda se arqueó en la tumbona. -¿Qué estás..? oh, Dios.

Boquéo de nuevo, y su mente tomó consciencia de donde se encontraba y de qué estaba sucediendo. Allí estaba ella, extendida en la tumbona, desnuda, con los pezones tiesos y la vagina expuesta, mientras su marido le lamía la vagina y la sorbeteaba febrilmente, hundiendo la nariz en su clítoris como un perro que hubiese encontrado un hueso enterrado.

-Harry -dijo sin aliento. Enredó los dedos en su pelo y le empujó la cabeza acercándola más a su carne palpitante. -Sí -siseó. Perdida en las sensaciones, perdida en las emociones, mientras la ingenua muchacha de dieciséis años guerreaba mentalmente con la madura mujer de veinticinco.

La boca de Harry se apoderó de su clítoris y comenzó a chupetearlo sin piedad. Los sonidos succionantes de su boca sobre su carne rompieron el silencio de la noche. Ella gimió, su cabeza cayó hacia atrás y sus pezones erguidos apuñalaron el aire frío del anochecer. Ya no tenía que librar ninguna batalla.

-Más fuerte -suplicó- cómemelo más fuerte.

Él aceptó encantado, un gruñido sordo salió del fondo de su garganta mientras enterraba la cara entre sus piernas tan profundo como era humanamente posible. Le chupó el clítoris más fuerte, hundiendo los dedos en la carne de sus muslos, agarrando su cuerpo con firmeza hasta que comenzó a convulsionarse.

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora