2. Ferran

21.6K 1.8K 81
                                    

¿Qué hace aquí? ¿Cómo me encontró?

No logro reaccionar estoy, ni salir corriendo como debería y menos el piso se ha abierto y me ha tragado. Estoy muy afectada y algo petrificada por su repentina aparición. Ni siquiera se lo he contado a Helena porque con lo intensa que está Marcia buscando mi perdón, es capaz de decírselo y me costó mucho que aceptara mi decisión de mantener en secreto donde estaba.

Un pequeño lugar en cualquier lugar de Suffolk. El único que sabe mi ubicación es Noah y quien se ha encargado de traer las cosas que me envía ella. Confío en él; y, además prometió que nunca diría nada...; pero, Ferran... Verle, es tanto o más duro que volver a encontrarme con Eliot. Mis intenciones son salir corriendo como una cobarde, pero él parece captar mi intención y con más rapidez de la que yo creo que puede llegar a tener una persona normal, me toma del brazo y me jala estrechándome contra su pecho.

No lo merezco.

A estas alturas debe odiarme por escriturar nuestras intimidades y desvelar un secreto que los partiría en dos a él y a Eliot.

―Pequeña, no huyas ―susurra inclinándose sobre mi oído impregnándolo con su aliento cálido, poniéndome el corazón chiquitito con los recuerdos y volviendo mis piernas gelatina.

Sus brazos me atrapan, me enjaulan, y me aprieta tanto contra su pecho forrado con su chaqueta de cuero llena de hebillas y taches que casi no puedo respirar.

―No... ―susurro, pero su fuerte abrazo me quita el aire.

―No tienes por qué hacerlo ―añade haciendo que todo a nuestro alrededor se congele y los únicos que nos movamos, seamos él y yo.

No puedo evitar llorar.

―Ferran... yo...

―No digas nada, no vengo a reclamarte ―susurra nuevamente en mi oído, mientras acaricia mi pelo―. Moría de ganas por verte.

¿Quería verme?

―Yo... lo siento ―murmuro hundiéndome, rindiéndome en su pecho―. Yo...

―Shh. ―Sopla sobre mi cabello y me retira un poco haciéndome enfrentar su mirada verde clara y libre de reproches―. En serio quería verte.

Mis lentes se han empañado y me hace sonreír de nostalgia y alegría, y hacía muchos días no lo hacía, no de esta forma, porque creí que ya no había motivos para sonreír.

―¿No estás molesto conmigo? ―Le cuestiono.

Si algo hizo mi estupidez fue destapar un secreto que seguramente Ali no pensaba desvelar y menos de forma tan escandalosa, exponiéndonos a ambas. Y es que a estas alturas no dudo que Ferran se haya enterado de todo.

¡Todo!

―No, así que deja de martirizarte. El ogro bipolar es otro. ―Se mofa sacándome una triste sonrisa nerviosa al recordar los nombres que le puse a Eliot.

¡Maldita sea mi suerte!

―Nunca fue mi intención... hacerles daño.

―Pequeña, eso lo sé, lo dejaste muy claro ―rectifica su animosa expresión, y aunque trate de hacer de este momento un hermoso reencuentro, no puedo relajarme.

―Entonces, si no estás molesto conmigo; ¿por qué querías verme? Lo único que siempre ha atormentado mi cabeza es la sola idea de que tanto Eliot y tú me odien.

―Nuevamente. No ―espeta y suspira hondo.

―Fe...

―Shh. ―Vuelve a chistar sobre mí poniendo su largo y delicado dedo sobre mis labios―. ¿Por qué no terminas lo que estabas por hacer? ―Señala con la mirada el carrito de compras.

Juega solo conmigo ahora #2✔On viuen les histories. Descobreix ara