Deseos prohibidos

La presentacion

Elena

En la clase estuve distraída pensando en aquel chico, cuando me disponía a sumirme más en mi mundo de imaginación alguien entro de golpe en la clase con la respiración entrecortada como si hubiera recorrido un maratón.

-Usted ah llegado muy tarde joven Jhon -dijo la profesora Clen con cara de pocos amigos, él asintió y continuó su explicación-

-Discúlpeme pero tuve un percance a mitad del camino....- se le quedo observando muy atentamente y asintió y se fue a tomar un lugar en el salón-

Mientras el iba a su lugar yo le miraba asombrada era aquel chico, pero al parecer no era la única que le observaba. Todas las chicas del salón lo miraban como si se lo fueran a comer.

Después de dos horas de clases interminables me dirigí al patio a observar cómo los chicos jugaban basquetbol, me gustaba observar cómo los chicos jugaban. Pero a decir verdad era más para ver su cuerpo, los básquetbolistas tenían un cuerpo de maravilla y no hablar de su culo, oh por deos su zukulento culo.

Como era la única chica ahí me decidí a solamente a observar cómo jugaban, era muy divertido hasta que un chico se acercó hacia mí cuando de repente.

-¡Cuidaaaddooo!-dijo Jhon aquel chico que no paraba de encontrarme en todas partes-

-¡Aaahhhh!-grite exasperada y a punto de ser aplastada por aquel chico, pero en un segundo Jhon ya estaba encima mío-

-¿Te encuentras bien?-preguntaba el mientras trataba de levantarse-

-Si, estoy bien.-él se me quedó mirando fijamente hasta que reaccionó y se levanto rápidamente-

-Espera un segundo, ¿Acaso te conozco?-dijo él un poco confundido-

-Si, nos encontramos en la parada del bus-dije un poco nerviosa-

-Ohh si perdóname por aquel percance, no me dio tiempo a disculparme porque te fuiste corriendo-dijo el mientras me rascaba la cabeza-

-No fue nada, y es que tenía que ir a la parada del autobús...-dije un poco nerviosa-

Jhon se levanto y me ofreció la mano para levantarme, yo me levante y me quedé mirándolo fijamente, tenía ojos bonitos pero me separe rápidamente. Porque parecía boba mirándolo, el se rió y yo también, vaya que era guapo.