La novia de mi primo.

Capítulo 2.

Capítulo 2.

POV. GISELLE.

Cuando sonó el despertador yo estaba en mis cinco sentidos. Si eso se podía decir, porque me moría de sueño. Toda la noche sin pegar ojo por culpa de la sexy...digo de mi compañera de habitación.

Ella saltó al mismo tiempo que yo y casi que tuvimos un conflicto por ver cuál de las dos pasaba antes al baño para cambiarse y asearse. Su tía la gritó que me dejase a mí. Eso era una victoria, ¿no?

La primera noche había sido... radical y silenciosa a la vez.

La mirada que Aina me dio cuando su tía me cedió el baño primero fue de odio puro. Por eso había pensado en hacerle el desayuno para ondear una bandera blanca de paz de nuevo.

Ella bajó, con una falda puesta, de nuevo, ¿tendría algún pantalón? Es decir, tampoco quiero que se los ponga porque esas piernas lucen bien al exterior, pero...¿Tendría frío?

La que sí había cogido frío era yo, que ahora estaba con un resfriado profundo, tuve que decir a Alicia que ya lo traía de casa, por supuesto no le iba a decir que su sobrina me había tirado al suelo para dormir. Como es completamente normal cuando te pasas más de cinco horas sobre un suelo frío acabas enferma. No se lo echaba en cara, prefería que ella durmiese calentita, pero ni eso hizo, ni si quiera durmió.

-Hola- dije tímidamente y le ofrecí una taza de descafeinado que había preparado aposta en señal de paz.

-Hola- cogió la taza, la miró por unos segundos, se acercó al fregadero y dejó caer todo el líquido que le había preparado con cariño - No me gusta el café- informó.

-Era descafeinado- dije con una nota triste al ver mi trabajo, literalmente, ido por el sumidero. Ella miró el lugar dónde había desaparecido la bebida y luego a mí, dejó la taza despacio y me pasó de lado - También prepare galletas - dije un poco más animada esperando a que comiese algo que tuviese que ver conmigo.

-No me gusta comer dulce por la mañana- se encogió de hombros, cogió un sombrero negro que no entendí mucho para que se lo puso si no hacía sol y se dirigió hacia dónde estaba su tía, que leía el periódico tranquila

-Aina- le saludó con una gran sonrisa - El sándwich está ahí -señaló y asintió. -Es su desayuno favorito- me informó su tía y asentí débilmente dejando las galletas algo frustrada.

Ella cogió sólo la mitad y se lo metió en la boca para ir hacia la mochila negra que descansaba en el sofá y echársela a la espalda -Ya nos vemos- dijo haciendo ruido con las mismas botas de combate que ayer.

-Aina- le llamó su tía y ella giró la cabeza con el sándwich entre sus dientes - Giselle es nueva en la escuela, quiero que hoy estés todo el día con ella, ya sabes hasta que tenga nuevas amigas y se conozca el barrio y viceversa- el sándwich cayó de su boca al suelo. - Dramática- le culpó su tía riéndose y dándole el otro pedazo de sándwich que sobraba -Vamos ve- me empujó levemente y camine despacio hacia Aina que me esperaba con mala cara.

Hoy llevaba una camisa verde militar demasiado grande abierta y un top negro debajo de esta misma, la falda era negra, al igual que ayer, pero estaba vez tenía así como separaciones verticales, como si fuese una falda escocesa de toda la vida sin color ni gracia, y bueno, como os dije, el sombrero de ir a pescar, lo seguía sin comprender.

-Hola- le saludé tímidamente y ella rodó los ojos para abrir la puerta y caminar - Yo hmmm- dije pensativa- Me ausentaré las dos primeras horas de clase- dije en la acera y ella se giró para alzar una ceja.