Capítulo 21 - Segunda Parte.

Start from the beginning
                                    

-Creo que será mejor que lo lleve a su casa...- propuse acercándome a ellos.

-Sí, eso será lo mejor. Gracias, Jess.- sonrió él. -Y tú, será mejor que te comportes, ¿sí?- dijo dirigiéndose a Harry. Él sólo asintió, como un niño obediente.

Pocos minutos después estábamos en mi auto camino a la casa de Harry. Había improvisado una venda que tendría que cambiar al llegar allá.

Esa noche él había bebido demasiado, y su aliento alcoholizado me obligó a abrir una de las ventanas. Estaba algo nerviosa, Harry estaba muy exaltado y me desconcentraba, aunque él disfrutaba mucho del viaje.

-Tengo frío, cierra la ventana.- dijo cruzándose frente a mí para llegar al pequeño interruptor de la puerta.

-¡Harry! Vuelve a tu asiento.- lo empujé. -Demonios, ¿cuánto bebiste?

-No tengo idea.- sonrió. -Fue una fiesta divertida... mientras duró, claro. Oye, ¿no tienes frío?

-Sí, pero tu contaminas este pequeño ambiente.- respondí intentando hacer que se quedara callado.

-Me imaginé que tendrías frío, esos pantalones que llevas son demasiado cortos, ¿sabes? Qué bueno que mis amigos no son como ese pervertido amigo tuyo... Christopher... algo. No se por qué te gusta.

-Él no me gusta, Harry... Ya cállate.

-No me gusta el silencio, pon algo de música, ¿quieres?

-Hazlo tú, por si no te diste cuenta estoy conduciendo.

-Bien, veamos...- dijo encendiendo el estéreo. Cambió de estación varias veces, hasta llegar a una radio en la que estaba sonando Stole My Heart. -Hey, estos chicos son geniales.- rió, comenzando a cantar fuertemente. -Under the lights tonight, you turned around. And you stole my heart with just one look. When I saw your face I fell in love... Canta, Jess... In took a minute, girl, you stole my heart tonight. ¿No te sabes la letra? No es difícil...

-No quiero cantar ahora.- dije sonriendo, intentando contener la risa. -Ahora quédate tranquilo, por favor. Ya estamos llegando...

-Esta bien, mamá. Me voy a callar.- sonrió. Funcionó durante un par de segundos, pero luego el silencio fue interrumpido por su voz más ronca que lo normal una vez más. -Eres hermosa, ¿lo sabías?

Reí.

-Gracias, tú también eres lindo.- dije con sarcasmo.

-Lo sé, soy adorable... Te quedarás conmigo esta noche, ¿cierto?

-No, Harry... volveré a casa en cuanto te duermas.- respondí estacionando mi auto en su acera.

-En realidad, no planeaba dormir esta noche.- rió entrando a su casa. -¿Nunca vas a ceder, Jess?

-Eres mi amigo... Además, estás completamente ebrio.

-Aún soy consciente de lo que hago y digo.

-Ni siquera confías en mí.- dije mientras subíamos las escaleras. -¿Por qué nunca me contaste sobre Melrose y tú?

-¿Quién te lo contó? Espera... Fue Zayn, ¿no? No, no, no, te lo dijo ese idiota de Chris... Te dije no era confiable...

-No fueron ellos, Harry, y no importa quién haya sido. ¿Por qué no me lo dijiste nunca?

-Escucha, Jess... No importa lo que haya pasado con ella... Ya no me importa. Yo te amo.- tomó mi rostro entre sus manos acorralándome contra la pared.

-Okay, estás peor de lo que pensé...- reí sin mucha gracia desviando la mirada de sus ojos, fijos en los míos. Rápidamente juntó nuestros labios en un apasionado beso.

No podía reaccionar en ese momento. Siempre fue muy dulce a la hora de besarme, pero esa noche se sintió diferente. Su lengua acariciaba la mía, el sabor fuerte, dulce y excitante que conservaba su boca de aquel licor de fresa que servían en la fiesta se impregnaba de a poco en la mía. Sus manos exploraban mi cintura intrincadamente, manteniendo mi cuerpo pegado al suyo, transmitiendo la calidez de su piel.

Nos separó lentamente, y no pude evitar sonreír.

-¿Qué intentas, eh?

-Hacerte cambiar de opinión con respecto a esta noche.- susurró aún sobre mis labios.

Suspiré.

-Ve a tu habitación y acuéstate, yo iré por un botiquín para vendarte la mano.- murmuré alejándome, aún algo aturdida.

-Claro, te espero en la cama.- me guiñó.

-Ya quisieras.- reí caminando al baño. Al encontrar lo que buscaba volví a la habitación y me encontré con Harry, sin pantalón y con la camisa desabrochada.

-No sé cómo te puedes resistir a mí, Jess... ¿ya te he hablado sobre el Encanto Styles?

-Sí, y yo ya te he dicho que conmigo no funciona.- me senté junto a él para comenzar a limpiar la herida.

-Eso no es lo que demuestras mientras nos besamos.- dijo observándome fijamente.

Me quedé pensando un segundo.

-Respóndeme algo... Si yo accediera a tu propuesta, ¿algo cambiaría en nuestra relación, o seguiríamos siendo amigos?

Lo pensó un segundo.

-Seguimos siendo amigos, claro...

-¡Pues yo no quiero eso, Harry! No quiero que sólo te diviertas conmigo... ¿Es así como me quieres?

-Yo en serio te amo, Jessica...

-No es cierto, si me amaras querrías una relación de verdad conmigo... con todo lo que eso incluye.- respondí seria. -Aún debes aclarar muchos pensamientos, Harry, y hasta que eso no pase, seguiremos como hasta ahora.- suspiré dejando salir todo el aire de mis pulmones.

-Amigos...- murmuró él observando el vendaje terminado.

-Así es: amigos.- repetí. -Eso es lo que tú quieres, ¿o no? Que seamos amigos... Ahora, métete en la cama, te vas a enfermar.- agregué levantándome. Él se quitó la camisa y la arrojó al final de la cama. Intenté no observar demasiado su cuerpo semidesnudo, sus brazos y abdomen perfectamente tonificados, ya que terminaría en algo que no quería.

-Gracias por esto, Jess. Eres una gran amiga.- dijo remarcando esa última palabra. -Es una lástima que... bueno, no me quieras... Habría sido el broche de oro para un grandioso cumpleaños. Contigo... habría sido una noche perfecta.- murmuró como hablando consigo mismo. Luego me dedicó una dulce sonrisa, antes de desplomarse sobre la almohada para dormirse al instante.

Sus palabras quedaron resonando en mi mente el resto de la noche, y los siguientes días. Ese chico no podía dejar de confundirme...

Never Let You GoWhere stories live. Discover now