capítulo 5 parte 1/3

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-¿me acompañas, a llevarle esto a la señora Dina? Por favor-lo miro a los ojos y el a mí, mientras asiente, empiezo a caminar con él a mi lado hacia el apartamento de la señora Dina.

Cuando llego a la puerta del apartamento, toco el timbre y pasan unos segundos. Me abre un chico con cabello negro oscuro y unos ojos azules como el mar, sus rasgos son varoniles pero no tanto como el rubio que tengo al lado. Es guapo y se parece en sus ojos a la señora Dina. No pasara de los veintiséis años quizás es uno de sus nietos. Esta vestido con un jean negro al igual que su camisa.

Siento como su mirada recorre mi cuerpo sin ningún pudor veo como muerde su labio inferior y realmente me siento incomoda en este momento.

Siento como Asdrúbal me toma de las caderas posesivamente y me pega a su cuerpo. Su cuerpo esta tenso y sus manos se encuentran en mi estomago apretándolo firmemente. El desvergonzado que tengo al frente, para, de mirar mi cuerpo, para mirar a Asdrúbal y sonreírle altaneramente. Miro hacia arriba y veo que Asdrúbal lo mira de manera fría, la misma mirada que tenía antes de comenzar a golpear a aquel tipo en el ring improvisado.

Dejo de mirar la expresión de Asdrúbal para mirar al tonto que tengo al frente el cual me mira de forma coqueta y pegado al marco de la puerta.

-deja de mirarme así-mi tono es molesto. El me mira con una ceja alzada.

-¿porque nena?-esas palabras…no me gusta como las dijo. Siento como el pecho de Asdrúbal sube y baja rápidamente por su respiración. Cuando estoy a punto de hablar Asdrúbal se me adelanta.

-mira cabron…-Asdrúbal gruñe las palabras. “Dios que no se arme una pelea” es lo único que pienso en este momento-la vas a dejar de mirar con esa mirada de marica, porque si no te dejare tan hinchados los ojos para que no la mires- el de los ojos azules parece no tenerle miedo a Asdrúbal porque se muerde el labio y me mira seductoramente. Siento como Asdrúbal se separa de mí y en ese momento me alarmo.

Le entrego rápidamente el pastel al chico de ojos azules, el cual por la sorpresa casi se le cae, pero eso no me importa en este momento solo quiero evitar que se lleve la golpiza de su vida.

-ese pastel es de la señora Dina se lo entregas-digo rápidamente al chico de ojos azules, mientras tomo a Asdrúbal de la mano por consiguiente siento un pequeño cosquilleo en mi mano.

Lo llevo rápidamente al ascensor y gracias al cielo él se deja guiar por mí sin poner ninguna objeción.  Entramos al ascensor, suelto su mano, las coloco en la parte delantera de mi pantalón y guardo silencio al igual que el. No quiero hablar porque no entiendo sus arranques de posesividad, bien le agradezco que al menos me defendiera de las miradas lascivas del chico de ojos azules el cual tengo unas ganas de golpear en este momento, pero tampoco puede golpear a cuantos hombres me miren de esa forma, como si fuera un bruto.

El ascensor se detiene y espero que Asdrúbal salga para después hacerlo yo. Siguiéndolo desde atrás para que me guie a su auto. Al llegar a su auto me abre la  puerta como todo un caballero. Primer punto para Asdrúbal. Entro en el auto y espero que Asdrúbal se monte en el auto. Lo hace, prende el auto  y nos vamos a…no se para donde vamos en realidad, y el tampoco se ha tomado la molestia de decirme.

-¿a dónde nos dirigimos Asdrúbal?-pregunto mirando la ventana.

-¿ya comiste?-frunzo el seño y volteo a mirarlo. Me quiero reír por su pregunta.

-sí, y ¿tu?-el asiente- a que viene esa pregunta. ¿Estoy muy flaca?-me reí. Pero al no parece darle gracia porque me mira por un momento serio. Yo me callo y lo miro.

-tú no estás flaca-lo miro ofendida porque si no estoy flaca quiere decir que estoy gorda. Lo sé nosotras las mujeres somos complicadas-¡tampoco gorda, joder!-grita exasperado. Creo que lo exaspero muy rápido. Lo miro con una ceja alzada y el voltea rápidamente a ver qué expresión hice…supongo-tu estas perfecta así o mejor dicho para mí-lo ultimo lo dice en un susurro pero igualmente lo oigo y ¡dios! Ahora estoy como un tomate. El me mira y sonríe orgulloso pequeño…hijo de su madre “aunque de pequeño no tiene nada Alina”.

-¿para donde vamos?-pregunto mientras miro que estamos en la zona céntrica.

Veo como el sol cae para dar paso a la noche.

-veras una pequeña parte de mi vida-dice calmadamente.

-¡gracias, me aclaraste la duda!-digo de forma sarcástica, mientras veo como la comisura de sus labios se levantan.

Se estaciona frente a un edificio de unas cinco plantas por lo que puedo ver desde el auto. Veo que se baja de el auto y yo hago lo mismo cerrando la puerta detrás de mí.

Me toma de la mano y nos dirigimos hacia dentro del edificio. Abre la puerta  y entramos el local está oscuro así que no veo nada. Tomo mas fuerte el brazo de Asdrúbal, el cual no parece incomodo con mi arrebato.

-ya prenderé los focos luna-escucho como se ríe de mi. Desde muy pequeña he tenido miedo a la oscuridad supongo por el pequeño trauma que ocasiono mi prima al disfrazarse de un demonio en noche de brujas y asustarme en la oscuridad de mi habitación.

-no te rías le tengo miedo a la oscuridad-le digo en voz baja, mientras caminamos a no sé dónde.

No sé a dónde me trajo Asdrúbal ni porque estamos aquí. No puedo ver por dónde voy, así que me tropiezo con algo cada dos por tres.

Me lleva hacia una puerta que por lo que veo, o trato de ver. Lo tomo más fuerte del brazo cuando abre la puerta y una luz me sega por unos segundos. Entramos y me quedo estática viendo en donde nos encontramos. Es como un estadio subterráneo donde se encuentra un ring ya bastante usado y a su alrededor muchísimos asientos.

-esto es…-siento la mirada de Asdrúbal encima de mí. Le hare una pequeña broma. Hago una mueca de asco, mientras toco uno de los asientos llenos de polvo con unos de mis dedos-horrible-digo con voz chillona. Veo como Asdrúbal frunce el seño y los labios de una forma molesta- esto es asqueroso Asdrúbal ¿porque me has traído aquí?-trato de no reírme por la cara que pone. El está alejado de mí unos cuatro pasos, se encuentra tomando la manilla de la puerta por donde entramos, fuertemente-no sabes escoger lujares para llevar a las chicas-veo a mi alrededor haciendo otra mueca. Parezco una perra, pero solo quiero hacerle una pequeña broma.

-antes de decirte algo hiriente y que después me arrepienta mejor me largo de aquí  -y antes de que pueda evitarlo sale por la puerta por donde entramos.
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Alina la regó no?
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Maratón 1/3
Estoy asiendo un maratón porque he tenido bastante tiempo sin actualizar.

El carro de la foto es el dr Asdrúbal

Vendido Al DiabloWhere stories live. Discover now