Capítulo 1

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Mi nombre es Scarlet, tengo 8 años, vivo en Florida con mis padres y mí hermano Will. Él tiene 14 años, le gusta mucho ayudarme con mis tareas de la escuela y labores en la casa, él siempre ha sido así de amable, pues nuestros padres así nos han educado. Mis padres siempre están trabajando, por eso Will me ayuda con todo eso, a pesar de que ellos casi no tienen tiempo para nosotros, los amamos porque sabemos que ellos trabajan para traer alimento a nuestro hogar y que no nos falte nada. Hoy, Will me acompañará al parque a pasear a Félix, nuestro gato, en realidad no lo iremos a pasear, simplemente lo dejaremos libre un rato mientras Will y yo jugamos un rato en los columpios del parque, pues, de todas maneras siempre regresa a la hora de volver a casa, es un gato muy inteligente.
- ¡Vamos Will, Félix ya quiere salir! - Exclamo desde la cocina.
-Está bien, ya voy.-Dice Will mientras se acerca a mí.
Me alegra mucho escuchar esas palabras, pues la verdad hace rato que no vamos al parque, ya que últimamente le han encargado demasiada tarea a Will los días anteriores. Caminamos juntos a la puerta, tomo a Félix en los brazos, pues temo que un auto lo arrolle cuando vayamos camino al parque. Will abre la puerta, luego la cierra con llave y deja la llave bajo el tapete de la entrada, pues es la única llave que tenemos, y mis padres están en el trabajo, así que teme perderla en el parque y que nos quedemos fuera hasta que lleguen mis padres y llamen al cerrajero.
El camino al parque no es muy largo la verdad, está tan sólo a unas cuadras de mi casa, y pues no tardamos en llegar. El parque es muy grande, tiene un verde césped demasiado cuidado, me recostaría en él pero hoy he traído mi nuevo vestido rojo y no puedo ensuciarlo mucho, el rojo es mi color preferido, y es la única prenda que tengo de ese color así que la cuidare demasiado. Suelto a Félix, lo dejo ser libre un momento. Yo corro junto con Will a divertirnos un poco en los columpios, jugamos carreras para tomar el mejor de los tres columpios. Cómo en todo parque de juegos, siempre debe haber un columpio que avance con mayor velocidad que los demás, la carrera la gano yo, he tomado el columpio de en medio, pues es el más veloz de este parque. Will toma el columpio que está a mi lado derecho, y trata de retarme a ver quien llega más alto, por supuesto yo lo hago.
Hoy el parque está muy vacío, sólo hay un chico y su madre, y del otro lado del parque hay un hombre de mediana edad, piel blanca y cabello blanco, lleva un reloj de bolsillo en la mano, es raro qué el hombre no se vea tan viejo pero en cambio tenga el cabello blanco, creí que solo los ancianos tenían el cabello así, también me parece raro, qué el hombre va vestido muy elegante, como si fuera a una boda o algo así, creo que les llaman Smoking o algo así. Por un momento pensé qué aquel hombre me estaba mirando, pero no es así, en realidad, el hombre estaba mirando a Will. Esto me incomoda un poco, ¿Por qué ese hombre mira tanto a mi hermano?
-Oye, ese hombre te está mirando hace rato-Le comento a Will.
-Lo he notado, creo que será mejor irnos a casa- Responde él.
Yo solo asiento con la cabeza.
Le hecho un grito a Félix, luego, él sale de entre los arbustos y camina hacia mí. Yo me agacho un poco para tomarlo en mis brazos, luego camino junto con Will. Cuando cruzamos la calle, hecho una mirada al parque, aquel hombre que miraba tanto a Will ya no está. Caminamos un minuto hasta llegar a la casa. Will toma la llave de debajo del tapete, y abre la puerta para que entremos Félix y yo primero. Cuando entro a la casa me voy directo al sofá pues estoy muy cansada.
-Mañana no hay escuela, ¿Sacamos de nuevo a Félix? - Propone Will.
- ¡Sí! - Exclamo emocionada.
- Bien, será antes de ir a la Iglesia - Dice Will.
- Está bien - Respondo.
A Will y a mí nos gusta mucho asistir a la Iglesia católica en nuestro tiempo libre, siempre vamos a ayudar al sacerdote a limpiar la parroquia, o a entregar cosas a los niños abandonados. Siempre nos ha gustado ayudar, porque si algún día nos pasara algo, esperaremos a qué alguien haga lo mismo por nosotros. Mi madre siempre dice: "Trata a los demás como quieres que te traten".
Al fin mis padres han llegado del trabajo, son las 7:29 pm, Will y yo ya hemos preparado la cena, pues queremos darles una sorpresa, ya que sabemos que llegan muy agotados del trabajo. Les hemos preparado chilaquiles, una comida mexicana que son trozos de tortilla bañados en salsa roja. Mi hermano ha aprendido a cocinarlos gracias a María, la nana que nos cuidaba cuando éramos aún más pequeños. Ellos se sorprendieron mucho, nos dieron las gracias, cenaron y nos dieron el beso de las buenas noches. Casi no hablamos la verdad, ellos llegan muy cansados del trabajo y solo tienen tiempo para cenar y luego irse a dormir.
Me voy a mi habitación luego de cenar, apago la luz, hago una breve oración antes de dormir y luego duermo esperando que el día siguiente sea siempre mejor que el anterior.
Despierto a las 10:45 am, Will aún sigue dormido, mis padres ya se han ido a trabajar, mi madre nos ha dejado a mí y a Will el desayuno preparado, nos dejó un par de hotcakes con fruta picada a un lado, y mi padre nos ha dejado dinero para que compremos algo para la comida. No sé que quiera comprar Will, la vez pasada escogimos pizza, ahora no se que se le antoje a él. Ya son las 11:30 am, y Will no ha despertado, tendré que desayunar yo sola, de nuevo. Will siempre se levanta a eso de las 12:00 pm, luego desayuna, toma una ducha y me lleva a pasear a Félix. Los Hotcakes que nos ha dejado mi madre están muy deliciosos, son mi desayuno preferido, si por mí fuera, los comería todos los días y a todas horas.
Ya son las 12:10 pm, y al fin, Will ha despertado, ahora esperaré a que termine de desayunar luego se dé una ducha, y por fin, vayamos a pasear a Félix, luego iremos a la Iglesia, no puedo esperar para saber que nos tendrá preparado el Sacerdote para hacer hoy. Por mientras que Will hace todo eso yo elegiré la ropa que me voy a poner para ir al parque. Me pondré unas mayas negras con una blusa amarilla. Luego de unos minutos Will termina de hacer todos sus pendientes.
- Vamos, es hora de pasear a Félix - Dice Will.
- ¡Genial! - Exclamo.
Tomo a Félix en mis brazos, salimos y la misma rutina de siempre, la llave bajo el tapete y caminamos al parque. Ahora el parque no está tan vacío como antes. Ahora si hay algunos niños y sus familias, pero en cambio los columpios siguen vacíos. Will y yo tomamos los mismos columpios que teníamos ayer.
Cuando estamos jugando, noto que el hombre de ayer está sentado en el mismo lugar que ayer, viendo a Will. Eso me pone algo nerviosa, de alguna manera, ese hombre sabía que estaríamos de nuevo aquí. Él lleva puesta la misma ropa que ayer, y aún tiene ese reloj de bolsillo en la mano. Veo que a Will también le incomoda.
- Creo que es suficiente, vamos a casa, ve por Félix - Dice Will algo asustado.
- Está bien - Digo con el mismo tono.
Camino hacia los arbustos para encontrar a Félix, no está ahí, le he gritado un par de veces y no aparece, eso me está alterando demasiado.
- Oye Will, Félix no aparece, ¿Will? - Giro la cabeza al ver que Will no me contesta, luego me doy cuenta de que él no está, tampoco Félix, ni el hombre misterioso.
Corro a la casa, tal vez ahí estén, tal vez le dio mucho miedo a Will y se ha adelantado. "Eso espero" me digo a mi misma. Cuando llego a la casa, noto que la llave aún está bajo el tapete, tal vez se ha dado cuenta de que me ha olvidado y ha vuelto por mí al parque. Regreso al parque de juegos y tampoco está ahí, algo anda mal, lo presiento. Mejor iré a casa, tal vez Will o Félix regresen pronto.
Tomo la llave de bajo del tapete y entro a mi hogar.
Ya son las 7:03 pm, no hay rastro de Will o de Félix, mis padres están por llegar, no sé qué es lo que les voy a decir, pero en serio me preocupa de que algo malo le haya pasado a Will, siento que ese extraño hombre tiene algo que ver con esto, por algo ha estado ahí en el parque observando como Will y yo nos divertimos, claro ahora no solo es una suposición, ese hombre tiene algo que ver con la desaparición de mi hermano. Mis padres lo buscaron por toda la noche, acudieron a las autoridades, pasaron semanas, meses, incluso años y no había rastro de mi hermano, no había siquiera rastro de Félix, nuestro gato.

Mi nombre es Scarlet y a los 8 perdí a mi hermano.

La Reina de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora