Capítulo 1: "Bom"

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Había que reconocerlo, era increíble como los humanos y lo anormal parecían coexistir de manera pacífica, el nuevo mundo parecía llegar a un momento de tranquilidad que ni el más extremo grupo radical podría romper. Los nuevos cuatro continentes: Gereon, Galla, Trohnen y Nirfosd, se hallaban trabajando juntos para resolver los asuntos que afectaban a todos por igual, la discriminación cada vez se veía menos desde que el rey monstruo entró en la alianza llamada los cuatro grandes, formada por las cuatro potencias mundiales cuyos continentes llevaban sus nombres.


Sin embargo, no siempre hay tranquilidad para alguien que no se acostumbra mucho a la amabilidad de su propia familia. Irradiado siempre por pensamientos impropios de un niño de su edad, el pequeño y retraído Bom Mariarck, convalecía en su propia soledad dentro de su habitación en la mansión de sus padres, sobre la colina de un pequeño pueblo costero en las afueras del continente de Gereon llamado Sailot.


Sailot era una ciudad cubierta por una suave neblina que espesaba al anochecer, sus casas mal construidas y sus pequeños edificios de piedra solida, hacían juego con el ambiente desolado y lúgubre que los monstruos y espectros que habitaban el lugar adoraban; allí sobre una colina se hallaba la mansión de la noble familia Mariarck. Nacido bajo la maldición de una bruja que fue atacada por su familia hace años, el pequeño Bom nació junto a su hermano gemelo Cain, como un híbrido. Mitad humano y lobo nunca fue bien visto por las personas de Sailot y mucho menos por su familia, para quienes la sangre pura lo era todo. Sin embargo y de cierta forma, eso jamás había sido un problema para él.


Cansado de buscar la aceptación, a su corta edad de cinco años decidió dedicarse de lleno a la magia y a lo oculto. Al principio parecía ser una salida a sus pensamientos sobre el desprecio de sus padres, pero luego de descubrir que podía ser mejor que ellos, decidió buscar intereses más allá de lo común. Su cabello plateado y largo ondulaba siempre de manera poco natural; su piel poseía un tono blanco pálido, como la de alguien muy enfermo, pues el pueblo en el cual residía se encontraba cubierto de una densa neblina la mayor parte del tiempo, eso sumado al hecho de que nunca salía de su habitación en el piso superior de la mansión de sus padres. Sus ojos perlados eran fríos e inexpresivos, posiblemente debido a sus múltiples traumas emocionales. No obstante, el pequeño Bom poseía cualidades únicas de su condición híbrida, su sangre era tan caliente como el fuego y sus ojos cambiaban de color, delatando de alguna forma aquellas emociones que era incapaz de exteriorizar o simplemente no deseaba mostrar.


Manipulador, cínico, avaricioso, envidioso, vengativo y juicioso, parte de las palabras que describían al pequeño Bom, quien ahora imitaba el modo de gesticular de un humano solo para molestar a sus padres; su hermano gemelo Cain, se había marchado de casa para tratar de erradicar su parte humana. Logrando con esto alcanzar una gran paz interior, la cual le permitía hacer sus extraños experimentos sin la presencia de alguien o algo que tarde o temprano lo delataría.


Mi historia empieza aquí, durante una fría noche en el mes de diciembre cuando la luna llena brillaba sobre la neblinosa avenida principal de Sailot, algunos monstruos deambulaban por la calle mientras que el pequeño Bom, ahora con seis años de edad hacia los preparativos necesarios para continuar con su nuevo pasatiempo: escaparse de casa por medio de la magia de la desaparición. Le había tomado casi todo un año perfeccionar su técnica, había comenzado con cosas pequeñas hasta que al fin logró desaparecerse a sí mismo.


- Será mejor que se vaya a dormir joven amo - replicaba una mujer blanca, tan pálida como la muerte y con un cabello oscuro que le cubría el rostro.

LortessWhere stories live. Discover now