CAPITULO 1

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Me levante muy temprano, a pesar de que ayer me encontraba sonreído y hablado con Pansy y Draco no lo hice por el hecho de que ya no me sintiera trise si no que no quería que ellos se siguieran preocupando por mi, no me sentía con muchos ánimos de...

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Me levante muy temprano, a pesar de que ayer me encontraba sonreído y hablado con Pansy y Draco no lo hice por el hecho de que ya no me sintiera trise si no que no quería que ellos se siguieran preocupando por mi, no me sentía con muchos ánimos de ir otro año a Hogwarts, no quería cuidar de Harry Potter, no quería saber nada, mi padre entro por la puerta con mucha delicadeza, dándome mis libros y un puñado grandes de túnicas nuevas, a decir verdad no había dormido en todo la noche, mis ojos tenían unas ojeras grandes y me ardían, no quería ver ni la luz del sol, pero mi padre abrió las cortinas bruscamente haciendo insoportable el brillo que salia de la ventana, sentía como mis ojos se quemaban por el brillo.

—ya es hora que te levantes hija o se te hará tarde—. fue lo único que dijo para después salir de la habitación.

se que es mi padre y que sabe que no tengo ánimos de levantarme pero tenia que hacerlo no quería preocuparle mas de la cuenta, así que me pare de la cama guarde las cosas que mi padre me dio y me arregle, al bajar por las escaleras la primera persona que vi fue a a Peter Pettygrew quien me miro con una sonrisa, dejando ver sus dientes sus grandes dientes, el ver su rostro me resultaba familiar, pero no por el hecho de ver a una persona si no a un anima, a un rato y  me lo decía varias veces

—¿No crees que parezco un ratón?—. Siempre decía eso para levantar mi animo y tener una sonrisa en mi rostro pero en esta ocasión eso no serviría de nada y el lo sabia así que solo se limito a darme mi desayuno.

Desde el día en que el llego a la casa me agradan los desayunos, siempre los hace con forma de animales o de otras cosas, se veían lindos, y el mas de una vez me intento enseñar a cocinar hasta el momento que lo logre, lo cual no fue fácil siempre terminaba quemando las cosas, al terminar salí y me dirigí a las estación king's cross, no quería estar con nadie así que me senté en el vagón mas apartado de todos para recostarme e intentar dormir hasta que llegáramos, lo cual fue imposible ya que a los cinco minutos de haber partido una chica de cabellera rubia y ojos perfectamente azules se acerco y con una voz tierna me dijo.

—¿Puedo sentarme aquí?— A lo cual yo solo asentí.

—¿Te encuentras bien?—. Me pregunto con una linda sonrisa —Te vez muy triste ¿te peleaste con tus amigos?

—No—. Dije con un hilo de voz —De hecho ellos deben de estar muy preocupados por mi en este instante, pero no quiero ver a nadie me siento muy triste y no los quiero preocupar mas de la cuenta—. conteste sentándome y mirándola a los ojos

—Bueno... ¿y porque te sientes así?

—Pues... el año pasado mi tío me dio una importante tarea y al no hacerla bien murió una persona por mi culpa y ahora quiere que haga otra tarea pero tengo miedo de decepcionarlo y cometer otro error—. Dije con la grimas en los ojos

—Pues, si tu tío te dio otra tarea debe ser porque confía en ti y sabe que puedes lograrlo a pesar de el incidente ocurrió ¿no lo crees?—. Esas palabras me levantaron un poco el animo, nunca lo hubiese visto de esa manera —Por cierto soy luna Lovegood—. Dijo extendiendo su mano 

¿y si te digo que si? (draco y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora