"Reacción."

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Me incorporé rapidamente, levantando los brazos una y otra vez como una niña histérica intentando visualizar el coche de mis padres por algun lado. Dí dos pasos acelerados en su busqueda; era díficil caminar debido al barro pero caminé igual, no por mucho tiempo, aquel chico me agarró por la cintura, ¿quién se había creído para agarrarme así?

Forzajeé y intenté librarme con un movimiento brusco, cosa que hizo que terminaramos los dos de cara en el barro.

Despegué mi cara de aquella masa marrón maloliente y pegajosa y me froté los dedos sobre los ojos para ver entre el fango del que me había manchado completamente.

-Vale, ya basta, déjate de juegecitos y de intentar escaparte, vamos a hablar como personas civilizadas, ¿De acuerdo?-puse los ojos en blanco.

Fui hacia al agua para limpiarme la cara, y me hize una coleta. La ropa seguía manchada y me resultaba bastante desagradable. Cuando decidió imitarme y limpiar su cuerpo preferí no mirar, tenía que evitar aquel engendro perfecto a toda costa.

-Ven, esto no es seguro, tendremos que buscar algun lugar donde ir. -tendió la mano hacía mi- no te haré daño.

-No me iré sin mis padres, hemos tenido un accidente y tal vez están malheridos o algo peor-tragé saliva, la idea de que estubieran muertos me atemorizaba.

-Yo ví el accidente desde el coche de mis padres adoptivos -me miro fijamente- el coche chocó contra la vaya, tu puerta se abrió y saliste despedida al agua...-parecía que ese silencio era debido a que soltaría algo que no me iba a gustar.

-¿Y mis padres?-pregunté asustada por su expresión triste.

-Tus padres...están bien.-sonrió falsamente- Ahora vamos.

Sí claro, no se lo creía ni él, mis padres podrían ser inapropiados conmigo a veces pero les quería.

-¡Y UNA MIERDA! ¡¿QUÉ FUE LO QUÉ PASÓ?!-chillé muy alto, él miro al suelo- ¡QUÉ ME LO DIGAS JODER!- le golpeé el hombro-.

Levantó la cabeza y me topé con unos ojos tan penetrantes que borraron al instante de mi cabeza cualquier rastro de la imágen de niño asustado que reflejaba hace unos segundos. Sin más dilación, me agarró por los hombros con fuerza y acercó mi cara a la suya.

Ahora si que estaba en un buen lio. No parecía de muy buenos humos. Su piel seguía morena pero algo en sus ojos había cambiado, antes se mostraban de un color verde esmeralda, ahora parecían más bien un verde caqui.

-¡TUS PADRES SE FUERON! MIRARON DONDE HABÍAS CAIDO Y SIGUIERON SU MALDITO CAMINO, YO TE VÍ Y OBLIGÉ A MIS PADRES A PARAR Y CUANDO ME GIRÉ LOS MÍOS SE HABIAN PIRADO TAMBIÉN!-dijo furioso-.

Aquellas palabras parecieron cortar el aire, e incluso el sonido, el bosque quedo sumergido en un afilado silencio.

Solo me dí cuenta de que estaba llorando cuando noté como algo líquido y salado se deslizaba en mis labios.

¿Mis padres me habían abandonado? Así, sin más, siguieron como si nada, dejando a su hija tirada en medio de la nada.

No podía creerlo, vale que discutieramos muchas veces, pero siempre he sido una buena chica, siempre les he hecho caso...No tenía sentido.

Su expresión furiosa se apacigüó y me abrazó con una fuerza sobrehumana contra su pecho.

Al instante sentí como una fragancia dulce entraba por mi nariz, era un aroma que me resultaba familiar...¿DONUTS?, olisqueé un poco, sí, olía a donuts recién hechos, de esos con azucar por encima tiernos y esponjosos...Hundí mi nariz en su pecho mojado por mis lágrimas, ese chico no era normal ¿cómo el olor de alguien puede distraerte aunque sea un poco del abandono de tus padres?

Apocalipsis.Место, где живут истории. Откройте их для себя