El encuentro con Caspian.

Start from the beginning
                                    

Kayla jamás olvido ese día, ni los pensamientos, ni las palabras, ni los sentimientos.

-¿No puedes dormir? -Kayla volteo y se encontró con un par de ojos cafés mirándola.

-No.

-¿Qué tienes?

-Pensaba en Narnia, siempre la vi como un lugar especial y lleno de vida, y ahora descubro que es su lado más oscuro -respondió, había regresado la vista a las estrellas, sabia que si miraba a Edmund se perdería en sus ojos.

-Pero no es tu culpa -la animo Edmund, quien solo se dedicaba a mirarla. Aunque Kayla no lo miraba.

A pesar de que hacen falta cosa literalmente grandes para hacerse amigo de alguien, a Edmund y Kayla les había bastado con un par de sonrisa y miradas para dar vuelta al mundo del otro y saber que realmente querían conocer y formar parte de la vida del otro. Y quizás seguir perdiéndose en sus miradas.

-¿Y de quien es? ¿De Miraz? ¿De Caspián? -pregunto Kayla, en el momento en el que Kayla dijo el nombre de su hermano se oyó un toque de tristeza.

-Lo encontraremos ¿si? -dijo y tomo la mano de ella, pero esta no hizo nada, ni voltear lo a ver.

-¿Mis padres?

-¿Los extrañas? -Kayla asintió, seguía mirando las estrellas.

-Mi madre dijo que si la extrañara mirara las estrellas, que ellas jamás faltarían. Pero aun así la extraño, la quiero a mi lado, que se preocupe por mí, quiero que alguien más se preocupe por mí, que no sea Caspián ni mi profesor.
-A mis hermanos seguro les importas -dijo Edmund y Kayla no pudo evitar sonreír-. A mi me importas -Kayla lo volteo a ver por primera vez. A pesar de la oscuridad pudo ver sus mejillas sonrojadas. Eran unas mejillas muy lindas.

Kayla había tenido una constante lucha con sus sentimientos, pues siempre volvían y con mas fuerza. Era algo demasiado fuerte para seguir ignorándolo.

Kayla apretó la mano de Edmund y le sonrió, por un momento a Edmund se le bajo el color rojo de las mejillas. Kayla tiro el brazo de Edmund por los hombros y acerco su cuerpo al de el. Edmund al principio se sorprendió pero luego la atrajo mas hacia si mientrad Kayla colocaba su cabeza en el pecho de él.

-Buenas noche, hermosa- Edmund se arrepintió al instante de lo que dijo, pero Kayla sonrió ante eso y lo abrazo mas.

-Buenas noches, Ed, te quiero - y era verdad. Le había bastado un día para conocer y querer a ese chico. Y sin duda alguna aquel castaño marcaría su vida.

Por otro lado, Edmund se había sorprendido, no solo por sus palabras, sino la forma en las que las había dicho. Sabía que eran ciertas.

Y así, con esas ultimas palabras y Kayla en sus brazos se quedo dormido. Es increíble lo que puede hacer el amor a primera vista.





Un ruido en el bosque levanto a la pequeña Lucy, ya había amanecido. Al levantarse vio a todos sus hermanos dormidos. Sonrió al ver a Kayla en los brazos de Edmund.

Empezó a caminar por el bosque, cuando vio a una mujer de pétalos. Ella le indico una dirección y luego los arboles formaron un camino. Lucy empezó a caminar entre los arboles y después oyó que decían su nombre. Siguió el sonido de la vos, la cual le parecía conocida.

Cuando llego al propietario de la vos, una sonrisa se formo en su rostro y corrió hacia el.

-¡Aslan! Te extrañe mucho- dijo mientras lo abrazaba-. Creciste.

-Cada año que tu crezcas, yo también lo haré -le contesto el gran león.

-¿Dónde estuviste? ¿No vas a ayudarnos? -indagó la pequeña.

Las Crónicas de Narnia: Los telmarinos que salvaron NarniaWhere stories live. Discover now