KYRIAN (2# Arcane Chronicles)

Hombre Desnudo

Todo en mi vida iba bien.
Tenía un pequeño apartamento en Harlem, tenía unas amigas que aunque eran muy extrañas parecía que se preocupaban por mi y tenía una entrevista de trabajo para el puesto de mis sueños.
Mi amiga y vecina Amelie West me había recomendado a una de las directoras del M.E.T, donde podría exponer mis esculturas si a ellos les gustaban.
Estaba apunto de conseguirlo, rozaba mi sueño con los dedos, hasta que ocurrió lo inesperado.

Caminaba por las calles congestionadas de Nueva York desde Harlem.
Había un gran trecho hasta las oficinas en la zona empresarial pero tampoco había traído suficiente dinero para parar un taxi.
Caminé hasta un callejón para acortar la manzana y de repente me empujaron contra el suelo de cemento, tirando mi carpeta con mis bocetos, ensuciando mi camisa y raspando mis rodillas.
Mi mejilla pulsaba del dolor.
Sentía un gran peso a la espalda, no era de noche y este no era un callejón solitario.
Por aquí daban a las escaleras de incendios de uno de los edificios colindantes por lo tanto si hubiera un intento de una violación solamente tendría que gritar.
Me giré para intentar ver a mi agresor a la cara.
Pero el peso que me había derribado parecía no querer ceder.
Escuche una fuerte respiración en mi oído derecho.
Entonces me sonroje como un tomate cuando pude sentir que algo duro se rozaba contra mi culo.
Me móvil con más fuerza para darme la vuelta y poder gritar.
Al fin el peso me dejo moverme hasta dejarme tumbarme de espaldas.
Y me quede rígida.
El hombre que estaba encima de mi parecía tan peligroso como sexy.
Tenía el pelo corto de color cobrizo, como si hubiera pasado años bajo el sol; los ojos eran del más puro verde que jamás había visto, eran casi como esmeraldas que me congelaban en el sitio de la ardiente mirada que me dirigían; las cejas y eran rectas, al igual que su nariz que se inclinaba un poco hacia la derecha como si se la hubiera roto muchas veces.
Aquellos pómulos definían una cara llena de planos duros y una barbilla cuadrada.
Y sus labios... No había cosa más erótica que aquellos labios; redondos y llenos parecían ofrecerte las promesas más pecaminosas del mundo.
Era más atractivo que la mejor mezcla de Brad Pitt, Johnny Depp, Leonardo DiCaprio y George Clooney en sus mejores años.
Más salvaje que Conan el bárbaro.
Y déjame decirte que Arnold ahí hizo un gran trabajo.
Pero aquello no fue lo peor.
Los peor fue que aquel hombre tan salvaje y sexy estaba completamente desnudo y...¡Encima de mí!
Sentía un bulto persistente en mi vientre y dejadme decir que no era exactamente mis nervios.
El hombre me miró durante lo que parecieron horas y como un total y absolutamente loco empezó a olerme.
Llevó una de sus manos hasta mi bien trabajado moño y lo deshizo para meter los dedos entre los mechones.
Ese moño que insinuaba que me tomaba las cosas enserio en el trabajo pero que no era una estirada y rígida.
Ese moño.
Se llevo a la nariz uno de los mechones, lo aspiró y sus ojos se volvieron oscuros, muy oscuros.

Enterró la cabeza en mi cuello y sentí una humedad que me ponía los pelos de punta, estaba lamiendo me el cuello como lo haría un perro.
Sopló y se me erizaron todas y cada una de las terminaciones nerviosas.
Casi alcanzo mi gran O en ese momento.
Tenía que separarme aunque tampoco era tan urgente ¿no?

La Entrevista de trabajo Daphne.

Cierto, tenía una entrevista de trabajo, hoy y aho... ¡DIOS MÍO!

Di un respingo cuando ese hombre empezó a mover las caderas de forma sugerente y sus manos me rozaban las costillas.

Los dedos fuertes encontraron la abertura lateral de la falda.

Daphne Mills detente ya.
¿Te van a violar y tu lo único que puedes pensar es en la forma en la que se mueven las caderas de tu violador?

Por Jesucristo, Buda e Ian Somerhalder deja ya de caer en la tentación de un O rápidito.

Los O, TUS O, están reservados a una cama ¿Cierto Daphne?

Encontré la voz que me faltaba.

- Señor de-debería apartarse de encima. Necesito levantarme.

El hombre soltó un gruñido que hizo que mis terminaciones nerviosas coagularan.
¿Coagular? ¿Eso no era de la sangre?
Esa era mi señal de que ese hombre me aturdía y que tenía que terminar con esto ya.

Le di un empujón y como pude me levanté gateando hasta ponerme de pie.
Cogí mi carpeta que estaba casi a dos metros y me di la vuelta para mirar a aquel hombre.

Estaba de pie en lo que parecían casi dos metros de puro músculo.
Tenía los hombros amplios como un jugador de fútbol americano, no pude evitar pasar por su eight-pack tan bien marcado como una tableta de chocolate pasando por su caminito feliz hasta su...
¡MADRE DEL AMOR HERMOSO!
Aquello parecía imposiblemente enorme, aquello era el típico mito que todas buscábamos en los hombres.
Por no decir que estaba feliz de verme.

Mis ojos se ampliaron tanto que casi se iban a salir de las cuencas, no podía evitar dejar de mirar.

Forcé a mis ojos a mirar sus musculosos bíceps capaces de levantar una vaca pero... Mis ojos inevitablemente querían seguir el camino feliz - y tan feliz - de aquel modelo caído del cielo.

Sinceramente tenía curiosidad por saber que hacia desnudo pero no quería preguntar por miedo a que se tapara.

¿Podría tomarle las medidas para hacer una escultura suya?
Creo que ni Miguel Ángel le hiciera justicia.
Aunque quien sabe lo que puede pasar mientras le tomo las medidas...
Nadie me ha prohibido ser optimista ¿no?
Podría ser la pieza central de mi exposición en...
Mierda.
La entrevista, llego tarde.
Miré el reloj, media hora tarde.
¿cómo se ha pasado el tiempo tan rápido?
¿Cómo es que esto no me pasa cuando Trent mi casero-vecino me arrastra a correr?
Aunque Trent tiene un culo que...

Él hombre desnudo dio un gruñido tan gutural que movió hasta la mierda en mi.
Me miró fijamente con el ceño fruncido mientras se acercaba como un leopardo a una gacela.
Y dejadme decir que yo no era un leopardo.
Intenté dar un paso hacia atrás con la mala suerte de que los tacones de Amelie que parecían llegar hasta la estratosfera se engancharon en la alcantarilla que estaba detrás de mi, empujándome hacia atrás.
Iba a prepararme para una caída muy dolorosa para mi trasero cuando de repente sentí como tiraban de mi hacia arriba.
Estaba entre los brazos de aquel espécimen incatalogable de hombre perfecto.
Me miraba con la preocupación escrita en el rostro, sus manos fuertes y trabajadas me sostenían con increíble delicadeza.
Casi como si fuera polvo.
Y cuando le miré a los ojos pude darme cuenta de que con este hombre sería difícil de salirme con la mía.
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Bueno,
Pensaba subir Kyrian mucho más adelante pero visto lo visto y dado que me siento con una extraña inspiración pues ahí tenéis el primer capítulo.
Iba a ser contado por Kyrian pero estaba sin ideas y era esto o atrasarlo más.
Este libro tiene una relación con Athor y con The Last Sad Song (que seguiré escribiendo) aunque no es necesario leerlos para leer este, estaría bien que lo hicierais.
Os dejo en video la canción de mi grupo favorito Florence & The Machine - Heartlines a la que os ánimo a ver en versión de CD y no en directo, pero esta es la única versión que Wattpad me deja poner.
Besos, N.