THE END.

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×Reproducir "Uncover" de Zara Lasson.

Era el día, temíamos que llegara el día de esta fecha, sería algo inolvidable.
El gran concierto, en la gran Madrid.
Sentía como las pulsaciones de Dani aceleraban a la vez que las mías, y como por kilómetro que avanzaba esa acogedora furgoneta, nuestros nervios se compenetraban a la vez que los de cientos de fans que había en la puerta del establecimiento, haciendo horas y horas de espera, para esto.
Agarré de la mano a Dani al llegar, llegaba el momento.
Como de costumbre, después de saludar a ciertas personas, a nuestras fans,fotos con las platinium, etc, nos encontrábamos en nuestro camerino calentando la voz.
Me estuve observando un buen rato en ese lujoso espejo, todas las facciones de mi cara, pensando, recapacitando, y preparandome.
Llegaron las 20:00, hora de salir a darlo todo, esta vez si, todo el alma de Gemeliers, pero sobre todo, ibamos a sacar a Jesús y a Daniel Oviedo.
Varios focos, varios chillidos, chicas saltando, el sonido de la batería apoderandose del escenario, y las aclamaciones de "Danisú" invadiendo el establecimiento.
Le dí una palmadita a Dani, adelante.
Empezó el concierto, como de costumbre, las principales canciones del nuevo disco, y algunas del anterior.
Llegaba el momento por el que Dani y yo, estabamos tan temerosos durante meses, por el que llevabamos intentando asimilar la ocasión, y el que nunca nos hubiera gustado vivir.
Acabamos "Yo no me doy por vencido" y seguidamente acercamos las sillas al filo del escenario, donde casi podíamos notar la eufória de nuestras fans.
Le dí una mirada a Dani de complicidad, y me arranqué a hablar...
"Por favor, os pediría un poco de silencio para lo que vamos a decir a continuación...
Lo sentimos mucho, de verdad..."
Entonces Dani me interrumpió
"Os agradecemos con toda nuestra alma el apoyo, el cumplir nuestro sueño, el ser la razón de nuestro despertar, el..."
Se le escapó una lágrima, y con él, algunas niñas que ya sabían por donde iba la cosa.
Me armé de valor.
"El ser la razón de nuestra vida básicamente, por llegar y cambiarla, por convertirnos en lo que queríamos...pero todo tiene su límite.
Vosotras no veis lo que hay detrás de gemeliers, la agonía que sentimos por impotencia, algo que con dieciseis años, no estamos preparados para enfrentarnos a ello...
¿Veis estos focos? Luminosos ante el espectáculo, tanto que pueden iluminar cientos de kilómetros, tan lleno de vida, de energía, que aparece de repente, pero hay cosas en la vida, que como tan rápido empiezan, acaban, que ese foco se apagará, y todo lo que iluminó quedará en un bonito recuerdo, en algo que habría sido bonito que fuera de por vida, pero, las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban" acabó mi símil, y
notaba como mi voz se quebraba, y el micro se tambaleaba de lo nervioso que estaba, y las numerosas lágrimas, muertas ya en mi boca.
Dani siguió al verme;
"Hemos sentido como el estrés superaba nuestras fuerzas, como una vida normal ya no lo era, como se nos hacía un mundo tener que salir a la calle, por el miedo al agobio de cientos de niñas gritandonos, y al ser así encerrarnos, y no querer salir... No estamos preparados para hacerlo.
Esto ha sido precioso, y detrás de todo lo malo, esta lo bueno, que es el conseguir hacernos llorar de la emoción con cada muestra de cariño, esa lucha constante, y todo lo que hemos hecho, lo hacemos por y para vosotras, y por haceros el bien, hoy, Gemeliers desaparece, pero siempre tendréis un hueco de Jesús y Daniel en nuestro corazón, os quer...queremos...joder, os queremos muchísimo" Notaba como si hubieran punzado mi corazón mil millones de veces por segundo, como las ganas de gritar y sacar todo de mi interior se apoderaba de mi, que iba a estallar, era una bomba, pero a la vez, como se me caían las fuerzas por minutos que pasaban, que yo, me convertí en dolor, que yo, las miraba y se me iban a salir los ojos del llorar, que ya las lágrimas se hacían insuficientes para lo que yo sentía. No sentía ni mi voz, ni la de Dani, solo le sentía a él, cayendose en mí, y los dos, cayendonos a un precipicio llamado angustia.
Pero lo que más me dolía, eran ellas.
Aquello que yo llamaba vida, hoy me despedía de ella, hoy me despedía de mis gemeliers.
Dani rompió a llorar como hace mucho no lo veía, salió nuestro equipo musical y nuestros padres a consolarnos.
Notaba la humedad de las lágrimas de cientos y cientos de niñas, rimels corridos... era la peor sensación del mundo.
"Lo sentimos" se repetía en nuestras bocas a la vez de un "No podemos más"
Llegó la hora de irnos y nos arrodillamos ante ellas.
"Yo soy Jesús
Y yo soy Dani
"Y vosotras, nuestra vida,
hasta siempre"
Y con el apagón de los focos, terminó el sueño de nuestra vida.

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⏰ Last updated: Sep 27, 2015 ⏰

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