El Corazón Marchito

 ----¿Cual es el libro que desea?----pregunto una voz que me parecía familiar, al voltear me sorprendí de ver nuevamente al caballero de la joyería.

 ----E..el de Edgar Allan Poe---exprese con timidez y desvié la mirada al piso---Por..favor

 ----¿Solo ese?

 ----Si..muchas gracias

 ----No, ahora detenga esto por favor---coloco en mis manos 3 libros contando el mio y comenzó a observar rápidamente los títulos del estante, era algo extraño o quizás yo era la extraña. no podía dejar de mirar su rostro, definitivamente había algo que me atraía, su mirada, definitivamente era su mirada penetrante, aproveche ilusamente que el no me miraba pues parecía concentrado en los libros----¿Por que me observa tanto, acaso le parezco un monstruo?

 ----¿U..un monstruo?..no, no, lo sien....

 ----Es broma---interrumpió---es solo que me pongo nervioso cuando me miran mucho tiempo---mis mejillas se hallan todas ruborizadas, la pena invadía todo mi cuerpo---Listo, disculpe si la he hecho esperar, me apasiona la lectura, ¿a usted no?----al preguntar en su rostro se dibujaba una sonrisa, una que me dejo con la mente en blanco.

 ----Eh..si, me gusta mucho leer...

 ----¿Que tipo de lectura es su favorita?----pregunto mientras tomaba los libros de mis manos---Lamento haberla hecho cargarlos, soy un completo mal educado

 ----De...descuide no me ha molestado y pues..me encanta la poesía y las novelas románticas

 ----Y melancólicas por lo visto

 ----Si..a Edgar Allan Poe es uno de mis escritores favoritos----íbamos conversando mientras llegábamos a la recepción para pagar, era la primera vez que dialogaba con alguien más de 5 minutos aparte de mi padre, por una parte me sentía contenta, por otra muy nerviosa.

 ----¿Cuanto es señorita?----le pregunto a la encargada de la librería, la cual parecía haberse embobado tanto o más que yo con el caballero, entonces me interrogue "¿Así puse mi cara también?", que vergüenza...

 ----Son 123 francos de los 4 libros caballero---respondió intentando aparentar una voz sensual y atrayente a los oídos de cualquier hombre, para ella seria fácil pues la mujer era realmente atractiva, rubia de ojos verdes, piel finamente blanca...

 ----Bien, aquí tiene---sin más, el caballero entrego el pago, tanto la encargada como yo nos preguntábamos porque no la miraba, ya que mantenía su visión fija a un reloj de bolsillo color plata que mantenía en su mano.

 ----¿Es todo?----aquella voz concupiscente de la mujer había desaparecido, el motivo era mas que obvio

----Así es señorita, es todo, ¿podría entregarme los libros?,No tengo todo  si tiempo...---al escuchar esto, la encargada frunció el ceño y le dio rápidamente el pedido---Gracias, es usted muy amable

Al salir de la Liberia, muchas preguntas llegaban a mi mente, mientras que el caminaba a mi ritmo y contemplaba todo lo que se encontraba en las calles, como si estuviera vigilando cada rincón. Los nervios me invadían una vez más, pues no debía siquiera estar caminando con un desconocido, mucho menos haber permitido que pagara mi libro, pero en ese momento no pude más que observarlo, entonces al reaccionar me detuve un momento y el caballero al darse cuenta hizo lo mismo.

 ----¿Le pasa algo?---interpelo preocupado

 ----Tome...---de mi bolsillo saque el dinero---Es...lo de mi libro, le agradezco mucho haberlo pagado anteriormente, no tenia que hacerlo

 ----No le estoy cobrando señorita

 ----Lo se, pero..

 ----Pero, tómelo como un obsequio de un extraño---me entrego las monedas junto con le libro---A decir verdad, salimos y estamos caminando sin rumbo alguno, creo que... me deje llevar por usted--al escuchar esas palabras me ruborice y no podía expresar media palabra siquiera----¿Va a algún lado en especifico?

 ----A...de hecho...tengo que encontrarme con mi padre, se me ha pasado el tiempo

 -----Discúlpeme, debí preguntar eso anteriormente, la acompañare hasta su destino...

 -----No...no, ya hizo bastante por mi, además....solo iré a la plaza, no esta lejos, en verdad le agradezco mucho su amabilidad...

 ----Si le insisto seria un cuento de nunca acabar, al menos---tomo mi mano, la beso e hizo una reverencia---Mi nombre es Dietrich Lowell, es un placer conocerla...

 Era completamente ilógica esta sensación que mi corazón sentía, no debía siquiera estremecerme por tal acción  pues todos los hombres eran iguales, o debían comportare así, eso pensaba, sin embargo, algo había en el que me llamaba la atención, "¿amor a primera vista?", no, eso simplemente no existía, entonces di con la respuesta  lógica (simple atracción) la misma atracción que sintió la encargada de la librería, era solamente eso y más nada.

 ----Me..me tengo que ir---dije fría y cortante,di media vuelta y camine lo más aprisa que pude.

 Aun podía distinguirlo a lo lejos entre tantas personas que se encontraban ahí, se mantenía quieto, como esperando me perdiera entre la niebla, volví la mirada al frente y poco antes de llegar a donde se estaba mi padre note que había un tumulto y se escuchaban gritos desesperados pidiendo ayuda para salvar a alguien, entonces, una mala premonición sentí en mi pecho, corrí rápidamente empujando a cualquiera que se interpusiera en el camino, la sorpresa fue tan grande y cruel para mi.....