—Hola Alan.

Su voz era dulce y me encanba como pronunciaba mi nombre.

—Emi.

En un intento estupido intenté besarla pero ella giro sutilmente la cabeza haciendo que mis labios toquen la comisura de boca.

Levante la vista, todos nuestros amigos nos miraban.

—¿Vamos al comedor?—preguntó Roman intentando ignorar aquello que vieron.

—Nosotros iremos a comer a unas pocas calles de aquí—dijo Sasha—Val vio un lugar de comida mexicana.

—Pero no llegaran para cursar.

—¿Ustedes no ven la cartelera antes de entrar?—preguntó Val, todos negamos—no hay clases luego, los profesores tienen un congreso y se aplica en todas las carreras.

—¡Si! Me has alegrado el día Raven, bien hecho—dijo Tylor—¡Vayamos por esa comida mexicana!

Caminamos todos, Roman, Nahuel y Tobys pronto se encontraron a gusto con Sasha, Val y Emi todos hablaban y reían, todos menos yo.

—¿Te encuentras bien?—preguntó una dulce voz a mi lado.

En ese momentos quise abrazarla, besarla y caminar de su mano.

—Quiero hablar contigo—le dije mientras la tomaba y la alejaba más del grupo.

—¿Sucede algo?

De manera natural ella enlazó sus dedos con los mios y me dio su dulce mirada que tanto me gustaba.

—Yo no quiero que pienses que juego contigo.

Su mano intento alejar su mano de la mía, pero no deje que se aleje.

—A mi no me gusta que me usen.

—Y no lo hago preciosa.

—¿Entonces por que me das explicaciones?

—Por que fui un idiota. Estuve contigo, después desaparecí, tus amigos me encontraron en un baile con una amiga...

—Por lo que me dijeron parecía más que una amiga.

—Anabell es alguien de mi pasado.

Sus manos se alejaron de mi y puso distancia entre nosotros.

—Alan nosotros no somos pareja, no nos hemos prometido exclusividad, pero no me gusta el doble juego, el mostrarte conmigo públicamente por todos lados y luego que te vayas con la primera que se te cruza.

—No es así—la tome del rostro  haciendo que me mire—tu me gustas mucho.

—Y tu me gustas—suspiro.

—Pero...—dije adelantandome.

—Pero me cuesta confiar, y esto no me ayuda.

Los dos seguimos caminando lentamente en silencio, mucho mas alejados del grupo.

—Mira nosotros dos no somos pareja y tienes todo el derecho de estar con otras personas—me miro—Así cómo yo también puede estar con otras personas y no tendría que darte explicaciones.

Tenía razón nosotros no somos nada.
Pero en la cabeza me daba vueltas una frase yo también puede estar con otras personas.

La idea de ella con otro hombre besándola, tocandola, el solo hecho de que ella dé sus hermosas sonrisas a otro hacía que mi pecho arda.

—Pero si seguiremos así no quiero mostrarme públicamente con una persona, creo que es importante que aclaremos esto para no generar situaciones incómodas como...

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora