Capítulo 1

74 10 10
                                    

-¡Vamos Axl! -Me dice Chloe desde el agua-. No seas cobarde.

-No sé... no creo que...

-Solo cierra los ojos y salta.

-No he hecho esto nunca y...

-¡Axl! voy a contar hasta tres.

-Una.

-No creo que...

-Dos.

-Yo no...

-Tres.

Mis rodillas se flexionan y toman impulso. Y salto. Siento por un momento que vuelo. Para luego caer.

-¿Ves? No era para tanto.

-Supongo.

-Anda... Vámonos... O mi tía se va a cabrear.

-Vale.

Chloe escala por la roca como una profesional. A mí, me ocurre todo lo contrario. Me lleva mi tiempo conseguir llegar hasta arriba.

Chloe se sienta en la arena y contempla las olas. Le encanta esta playa.

Sin darme apenas cuenta me quedo embobado mirándola. El sol se refleja en su piel morena llena de diminutas gotas de agua salada. Lleva el pelo mojado, recogido en una sencilla cola. Algunos mechones negros se le escapan de su sencillo peinado y cruzan su rostro al compás de la brisa marina. Y sus ojos marrones están puestos en algún punto del horizonte.

-Pásame mi mochila.

-¿Qué? Ah, sí, voy. Toma.-Me despierta de mis pensamientos.

Chloe saca un cigarrillo y un mechero. Se coloca el cigarrillo en la boca y lo sostiene con una mano. Con la otra mano coge el mechero y se lo acerca. Una llama emane y enciende el cigarro.

-Oh, vamos, Axl. No me pongas esa cara de asco. Sabes que no la soporto.

Bajo la cabeza. Siempre pongo la misma cara. Chloe es de las pocas personas que no fuma para llamar la atención. Supongo que tiene un motivo, o al menos eso dice. Pero aún así me parece fatal que lo haga.

-¿Sabes de qué me estaba acordando? -Dice Chloe-. Del día que descubrimos esta playa. Sí, ¿Te acuerdas? Éramos un par de enanos. Yo convencí a tu madre para que te dejara salir a jugar. Cogimos las bicis y paramos porque tu estabas cansado. Y como estaba aburrida de estar sentada me subí a una roca y desde allí vi la playa. Y fuimos corriendo, bueno, yo fui corriendo. Y nos quedamos allí toda la tarde.

-Y luego llegué a mi casa cuando ya era de noche y mi madre me castigó. ¿Te acuerdas que te colaste en mi habitación? ¿Y cómo era esa frase qué dijiste? Ah, sí, era: "Este ha sido en el primer lío en el que te has metido. Pero si sigues conmigo te meterás en muchos más" - Sonrío.

-SÍ, ese día fue uno de los mejores de mi vida. No creo que pueda olvidarlo.

-¡Me acuerdo de que se te habían caído casi todos los dientes! Y de que no pronunciabas bien las eses.-me río a carcajadas.

-¡Qué malo eres! -Y Chloe también se ríe-. Vámonos.

Chloe vivía en la casa situada justo al lado de la mía.

-Adiós -Me dio un abrazo y la vi llamar a la puerta de su casa.

Cené temprano y me fui a dormir. Aunque no conseguía conciliar el sueño. Y me vino a la memoria un recuerdo de Chloe y mío cuando éramos críos.

-¡Ahora esta mucho mejor, Axl! -dijo mientras me "peinaba".

-Te he dicho que no me llamo Axl. ¡Me llamo William!

-¡Qué tonto eres! Te llamo Axl en honor al cantante de mi grupo de música preferido. Que se llamaba William pero se puso ese nombre artístico.

Chloe hablaba como una adulta incluso cuando tan solo tenía 6 años. Con el tiempo aprendí que ese grupo significaba mucho para ella y que me hubiera puesto ese mote era un símbolo de que yo le importaba. Todo un privilegio.

Y como todas las noches me dormí pensando en Chloe. Esa mujer que siempre sería inalcanzable pero a la que aún así amaba.


Chloe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora