Se detuvo y con él me detuve yo también.
- Han aprendido trucos.
- ¿Qué clase de trucos?
- En más de un aspecto ahora se parecen algo más a ustedes. No sabemos muy bien como lograron dominar el arte de engañarnos, igual que lo hacen unos pocos de ustedes.
- Eso significa que podrías cruzarte por la calle con uno de ellos y…
- Y no sabrías decir que es otra cosa más que un ser humano común y corriente- completó por mí-. Se han vuelto muy peligrosos, y no solo por eso. Si hay algo que los Nefilim odien tanto cuanto a los humanos, es la los de tu raza, los culpan de haberlos contaminado con la semilla del mal. Algunas historias dicen que fue tu padre quién los tentó con trucos.
- Genial, otro punto más a mi favor- bromeé si bien no me hacía la menor gracia-. Esos tipos deben odiarme.
- El odio y el rencor se ha apoderado de sus existencias. Cada día se vuelven más y más peligrosos para nosotros.
- Ahhh, esto mejora a cada momento.
- Supongo que ya no recuerdan cómo ser ángeles.
- ¿Y esperan ser perdonados para regresar al Paraíso? ¿Así de fácil es? Soy yo o ahí hay algo que no funciona bien. Se me hace inconcebible aceptar que planeen acabar con la humanidad y por el solo hecho de matarme a mí, crean que eso les garantiza el perdón. Es ridículo.
- Tampoco a mí me gusta.
- Deberías discutirlo con tu superior.
Gabriel se sonrió.
- ¿Nunca estuviste tentado de contarle la verdad a nadie? Digo… Cesar me explicó que ni tú ni ninguno de ustedes tiene permiso para revelar la verdad sobre…
- Eso es lo de menos- susurró. Los ojos le brillaban con intensidad.
- ¿Cómo es ser un ángel?
- ¿Cómo es ser un demonio?
- Dentro de todo, normal…bueno, si dejas a un lado lo anormal- le sonreí; otra vez había quedado emboba por sus ojos-. Yo todavía me siento, en el ochenta por ciento de los casos, humana. Lo fui y un día y en parte lo seré siempre, pero tú…- agucé la vista y lo miré fijo. Se veía tan humano como yo-. Es tu turno- le dije pasados cinco segundos de silencio. El corredor se hallaba en la más completa calma, y si las habitaciones todo a lo largo del mismo estaban ocupadas, o bien sus dueños debían dormir o descansar, o bien se encontraban en otra parte.
- ¿Qué…?
- ¿Cómo es ser un ángel?
- Estaba pensando en que tal vez los Nefilim solamente busquen vengarse de tu padre. Si logramos determinar que fueron ellos los que te atacaron en Praga y los que atacaron a tus amigos, tal vez…
- ¿Vas descalzo todo el tiempo?
Los ojos de Gabriel se abrieron como platos.
- ¿No sientes frío? Yo amo estar descalza pero…
Esta conversación empezaba a parecerse a un “yo te interrumpo, tú me interrumpes”.
- No sé nota. Esos zapatos no parecen de lo más confortables.
Bajó la cabeza y me miró los pies.
Fui tras sus ojos.
Sus perfectos pies descalzos y las puntas de los míos enfundados en un par de zapatos abotinados de cuero de un tono entre gris y marrón con tacos bastante altos.
KAMU SEDANG MEMBACA
"Los caídos" cuarto libro de la saga "Todos mis demonios".
ParanormalCuarta parte de la saga "Todos mis demonios". Eliza se enfrente a una nueva realidad que superará todas sus expectativas. El mundo de los demonios continuará sorprendiéndola hasta lo inimaginable. ¿Soportará su relación con Vicente las nuevas verda...
"Los caídos" libro 4 de la saga "Todos mis demonios", cap. 18.
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