"Los caídos" libro 4 de la saga "Todos mis demonios", cap. 18.

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Se detuvo y con él me detuve yo también.

- Han aprendido trucos.

- ¿Qué clase de trucos?

- En más de un aspecto ahora se parecen algo más a ustedes. No sabemos muy bien como lograron dominar el arte de engañarnos, igual que lo hacen unos pocos de ustedes.

- Eso significa que podrías cruzarte por la calle con uno de ellos y…

- Y no sabrías decir que es otra cosa más que un ser humano común y corriente- completó por mí-. Se han vuelto muy peligrosos, y no solo por eso. Si hay algo que los Nefilim odien tanto cuanto a los humanos, es la los de tu raza, los culpan de haberlos contaminado con la semilla del mal. Algunas historias dicen que fue tu padre quién los tentó con trucos.

- Genial, otro punto más a mi favor- bromeé si bien no me hacía la menor gracia-. Esos tipos deben odiarme.

- El odio y el rencor se ha apoderado de sus existencias. Cada día se vuelven más y más peligrosos para nosotros.

- Ahhh, esto mejora a cada momento.

- Supongo que ya no recuerdan cómo ser ángeles.

- ¿Y esperan ser perdonados para regresar al Paraíso? ¿Así de fácil es? Soy yo o ahí hay algo que no funciona bien. Se me hace inconcebible aceptar que planeen acabar con la humanidad y por el solo hecho de matarme a mí, crean que eso les garantiza el perdón. Es ridículo.

- Tampoco a mí me gusta.

- Deberías discutirlo con tu superior.

Gabriel se sonrió.

- ¿Nunca estuviste tentado de contarle la verdad a nadie? Digo… Cesar me explicó que ni tú ni ninguno de ustedes tiene permiso para revelar la verdad sobre…

- Eso es lo de menos- susurró. Los ojos le brillaban con intensidad.

- ¿Cómo es ser un ángel?

- ¿Cómo es ser un demonio?

- Dentro de todo, normal…bueno, si dejas a un lado lo anormal- le sonreí; otra vez había quedado emboba por sus ojos-. Yo todavía me siento, en el ochenta por ciento de los casos, humana. Lo fui y un día y en parte lo seré siempre, pero tú…- agucé la vista y lo miré fijo. Se veía tan humano como yo-. Es tu turno- le dije pasados cinco segundos de silencio. El corredor se hallaba en la más completa calma, y si las habitaciones todo a lo largo del mismo estaban ocupadas, o bien sus dueños debían dormir o descansar, o bien se encontraban en otra parte.

- ¿Qué…?

- ¿Cómo es ser un ángel?

- Estaba pensando en que tal vez los Nefilim solamente busquen vengarse de tu padre. Si logramos determinar que fueron ellos los que te atacaron en Praga y los que atacaron a tus amigos, tal vez…

- ¿Vas descalzo todo el tiempo?

Los ojos de Gabriel se abrieron como platos.

- ¿No sientes frío? Yo amo estar descalza pero…

Esta conversación empezaba a parecerse a un “yo te interrumpo, tú me interrumpes”.

- No sé nota. Esos zapatos no parecen de lo más confortables.

Bajó la cabeza y me miró los pies.

Fui tras sus ojos.

Sus perfectos pies descalzos y las puntas de los míos enfundados en un par de zapatos abotinados de cuero de un tono entre gris y marrón con tacos bastante altos.

"Los caídos" cuarto libro de la saga "Todos mis demonios".Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang