I Need You | Dramione

1_El comienzo y un encuentro por obra del destino.

El sonido del despertador arruinó por completo el silencio en la habitación de Hermione.

Eran las seis de la mañana y apenas unos pequeños rayos de sol cubrían el rostro de la castaña.

Hoy la pequeña Hermione Jean Granger comenzaba sus estudios en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Pensó que al llegar el día estaría muy nerviosa pero la verdad es que no veía la hora de empezar.

Aún recordaba cuando recibió su carta (que en realidad luego se convirtieron en muchas).

Sus padres empezaron a reírse y pensaron que era una broma y para que negarlo, Hermione pensaba igual.

No todos los días recibías una carta donde decía que eras una bruja, podías hacer magia y te dirían de estudiar en un colegio para aprender y controlar tus "poderes".

Recordaba que a la semana de volver a desechar una nueva carta, la subdirectora y Profesora Minerva McGonagall se presentó en su casa.

Y bueno sus padres aceptaron...o algo así, luego de que la castaña les insistiera por días y días, aceptaron sin otra opción.

Se levantó y fue a ducharse.

Se vistió con un suéter rojo, un pantalón negro y sus zapatillas favoritas de un rojo casi bordo.

Total, luego en el tren tendría que cambiarse con el uniforme.

Bajo a desayunar y se encontró con su madre, la observó durante unos segundos y se sentó.

—¿Nerviosa?—preguntó la señora Granger mientras dejaba el desayuno en la mesa.

—En realidad, yo diría ansiosa—dijo Hermione con aire casual y comenzó a devorar una tostada.

Al rato bajó su padre y empezaron a charlar, al parecer olvidando que no pasarían un rato así en familia por lo menos hasta las vacaciones de navidad.

A las diez en punto salieron y se dirigieron a King's Cross.

Llegaron y Hermione se despidió de sus padres, ya que al ser muggles no podían entrar a la plataforma 9 3/4.

Luego de diez minutos de besos y abrazos por parte de sus padres se encamino al andén y entró.

Lo primero que visualizó fueron muchos niños de su edad y otros más grandes que reían y se saludaban entre sí, para darle la bienvenida a un nuevo año.

Al lado de ellos se encontraba el Expreso de Hogwarts.

No dio mucha mas vuelta y se encamino al tren.

Estaba muy emocionada pensando que es lo primero que haría apenas llegara y no vio por donde caminaba.

Cuando se quiso dar cuenta, chocó con alguien y cayó encima suyo o mejor dicho de él.

—Hey, mira por donde caminas.— gritó un pequeño rubio sin siquiera prestarle algo de atención a la ojimiel.

Cualquiera pensaría que estaba más preocupado por su atuendo, ahora algo sucio, que por la muchacha.

—Lo siento deberas, no vi por donde caminaba, estaba en mi mundo—dijo la castaña algo avergonzada mientras elevaba la cabeza.

En ese instante sus ojos color miel chocaron con unos ojos grises, los ojos mas hermosos que jamas había visto.

Eran como el metal...líquido.

Luego se percató de su pelo rubio platino peinado perfectamente hacia atrás, era muy extraño ese color ya que era la primera vez que lo veía en el cabello de alguien y su piel era extremadamente blanca.