Fred caminó hasta el barandal y miró al cielo como si buscara la respuesta ahí —El mundo sobrenatural se divide en dos partes, el mundo de los puros y el de los híbridos. En algunos casos, los niños nacidos híbridos son ocultados en el mundo de los puros.

—¿Y por qué los ocultan?

—La mayoría de los híbridos corren con muy mala suerte cuando son pequeños e insignificantes —Fred miró a Zack por unos segundos y luego volvió a verme —A excepción de mezclas extremadamente raras como las de ustedes, los BlackWhistle. Ustedes fueron ocultados por su gran poder y el peligro que corrían, no por ser híbridos en sí.

—Y los trasladados son los que vienen de otros edificios como este, solo que están en otros países, lugares estratégicos —terminó Zack.

—Como la academia —susurré.

— ¿Dijiste algo? —me miró curioso Zack.

—Nada importante —le regalé una sonrisa y los miré a ambos —No es por ser mala, pero...

—Ya nos íbamos, no te preocupes —Fred tomó a Zack del brazo y lo arrastró a adentro de mi habitación.

Bueno, ahora me doy cuenta del nivel de seguridad de este edificio.

Entré al dormitorio y cerré la puerta del balcón, ambos chicos ya se habían ido por completo, dejándome otra vez, sola.

Sola.

Sacudí mi cabeza intentando alejar esos pensamientos suicidas que venían ocasionalmente cuando no tenía a alguien a mi lado.

Todo lo hago por ti, Christian.

Salí a la sala y moví la maleta que contenía mi ropa hacia el dormitorio, la subí a la cama y comencé a colocar la ropa en el armario que había.

Se me cayó una blusa al suelo debido al susto que me pegué al escuchar un sonido por todo el lugar, nadie me dijo que tenía un timbre.

Caminé hacia la puerta de entrada y la abrí, Jeremy sonrió de lado al verme, me hice a un lado invitándolo a pasar y cerré la puerta.

— ¿Te gusta tu habitación? —fue lo primero que me preguntó yendo a la cocina.

—Tiene lo suyo —le dije —Eh, ¿Qué haces? —vi que abría y cerraba los anaqueles como si buscara algo.

—Vine para llevarte a hacer las compras, no sé si no te has dado cuenta, pero no tienes nada para comer, al igual que yo.

—No me había fijado, deja coger un abrigo y salgo —volví a caminar hacia el dormitorio y agarré un abrigo de cierre negro simple.

— ¿Te han dejado el dinero? —me preguntó mientras salíamos al pasillo.

Arqueé las cejas — ¿Qué dinero?

—Por decirlo así, todos tenemos un salario mensual, ya sabes, nadie quiere a los híbridos y por eso nos encierran aquí dándonos todas las comodidades —rodeé los ojos y cerré la puerta de mi habitación —Menos comida —bufó.

— ¿Antes vivías aquí? —le pregunté curiosa, él asintió y aplastó el botón llamando al ascensor.

— ¿Lo dices por el comentario de Aaton? —asentí.

—Hablas como si conocieras el mecanismo del lugar.

—Cuando tuvimos el accidente, descubrieron que era híbrido al igual que a mi hermana, creo que vivimos aquí por unos dos años hasta que decidí escaparme con ella e ir a la academia más cercana, las academias suelen protegernos hasta que somos mayores de edad.

—Pero tú ya tienes 19, ¿No deberían haberte regresado apenas cumpliste la mayoría de edad?

—Soy un caso especial —sonrió mientras entrábamos al ascensor —Decidieron esperar hasta que me gradúe al igual que a ti y a tu hermano.

— ¿Y Jodie?

—No lo sé, le falta un año para graduarse, pero conociéndola quizás venga antes.

Sonreí, llegamos a la planta baja y salimos del ascensor, Jeremy jaló mi mano y me puso detrás de él, lo miré extrañada intentado descubrir qué era lo que hacía.

—Ese es JoeJoe —soltó mientras retrocedíamos —Por desgracia sigue aquí.

— ¿JoeJoe? —repetí, él asintió —¿Quién es él? —le pregunté en susurros.

—Él y su hermano te pueden destrozar la vida en segundos, es mejor que no te les acerques —observé cómo JoeJoe discutía con Aaton y jalaba su uniforme, abrí los ojos en el momento en que dos señores fueron hacia donde estaba él y lo agarraron de ambas manos.

— ¡Solo quiero saber sobre el maldito de Collins! ¡Sé que volvió y exijo verlo! ¡Nos debe una y no saldrá vivo!

—Mierda —murmuró Jeremy y me llevó hasta un muro para poder escondernos.

—Jeremy, ¿Qué les hiciste? —le pregunté angustiada mientras veía que JoeJoe golpeaba a los señores que antes lo tenía sujetado.

—Es una larga historia.

— ¡Pues resúmela!

— ¡Está bien! Eran unos de mis mejores amigos y se suponía que ellos iban a escapar con nosotros, pero los dejé aquí, solo los utilicé —noté que sus manos temblaban por el miedo.

— ¿Y por qué los dejaste? —puse mis manos encima de las suyas intentando calmarlo.

—Porque me enteré de que tenían segundas intenciones con mi hermana y no podía permitirlo —me miró asustado y trató de soltarse, pero lo acerqué a mí y lo abracé.

—Tranquilo, todo va a estar bien —le susurré mientras sobaba su espalda.

—No, nada va a estar bien, en algún momento se van a enterar de ti y sabrán que...

—¿Qué?, ¿Qué van a saber? —le pregunté angustiada mientras me alejaba un poco.

—Sabrán que eres mi punto débil.

Long Way © (No todo está perdido)Where stories live. Discover now