AP (1)

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Han pasado seis años desde la última vez que la vi, ambas teníamos 13 años, éramos vecinas y mejores amigas. Gracias a ella me di cuenta de mi orientación sexual, aunque nunca tuve el valor suficiente para decirle algo, perdimos la comunicación medio año después de que ella decidió irse a vivir con su madre en Australia, dejando atrás a su padre, amigos, escuela, y a mí.

Su padre, Michael, me aviso que ella estará de regreso en tan solo unas horas, me informo que Lauren está muy emocionada por verme, su madre falleció y es por eso que la tenemos de regreso en Miami, la entiendo, mis padres fallecieron dos años atrás y me sentí devastada, tuve que irme por unos meses para tratar de asimilarlos.

Y los extraño, claro que lo hago. Ellos hasta muertos me cuidan, ambos me heredaron todo lo que tenían, tengo una beca completa en la universidad y el seguro de vida que cobre cuando murieron me ayuda a no tener que trabajar.

Vivo sola en la casa de mis padres.

Me miro al espejo para después bajar las escaleras y dirigirme a la casa de a lado, la casa de los Jauregui. Una falda a cuadros azul a la cintura, un top del mismo color, unos tacones negros, mi cabello suelto y decorado con un lazo, maquillaje adecuado, y accesorios necesarios, además de mi bolso.

Toqué el timbre, y no pasaron más de veinte segundos cuando ya me encontraba recibiendo una gran abrazo de Michael, ese hombre siempre ha estado para mí, tengo una fuerte relación con él, es como mi segundo padre.

—Qué bueno que ya estás aquí Mila—me regalo una genuina sonrisa y me invito a pasar—Lauren no tarda en llegar
—Eso es muy bueno—le devolví la sonrisa
—Claro que lo es cariño—recibió una llamada y tuvo que alejarse un poco para atenderla

He estado en esta casa cientos de veces, así que la conozco como si fuera mía, caminé hasta la cocina y tomo un paquete de galletas de la alacena, Mike me deja tomar lo que yo quiera de aquí, incluso tengo una llave de emergencias y él tiene una de mi casa.

Mike entro de repente a la cocina haciéndome dar un ligero salto del susto, del cual, por cierto, él se burló.

—Tengo una reunión de emergencia Mila—se quejó mientras pasaba desesperadamente su mano por su cabello—Lo más probable es que Lauren llegue antes que yo, así que por favor recíbela y dile que estaré aquí para la cena a más tardar
—Puedo hacer eso—el beso mi frente y me sonrió agradecido—Suerte en la reunión
—Gracias, eres la mejor mamita—eso ultimo lo dijo en español para después irse prácticamente corriendo fuera de la cocina

(...)

Me senté en el piano de Mike y deje a mis dedos vagar por ahí sin hacer ningún sonido, accidentalmente toque una tecla, luego otra, así hasta que termine tocando un cantando una canción de mi autoría.

Cuando termine de cantar escuche unos aplausos, me gire sorprendida, y me sorprendí aún más al encontrarme con la hermosa mujer en la que Lauren se ha convertido.

Ella me miraba con una gran sonrisa, sus ojos se miraban mucho más penetrantes maquillados de esa manera, su cabello despeinado estaba en un beanie negro, jeans ajustados y rasgados del mismo color, blusa blanca sin mangas y estampada con el logo de una banda, unas botas militares del mismo color y un lindo collar.

—Hola—me saludo. Su voz está más ronca, pero sigue siendo femenina— ¿Camila?
— ¿Lauren?

Ella asintió antes de correr hasta mí y envolverme en un fuerte abrazo, tarde unos segundos en reaccionar pero logre corresponderle, ella huele muy bien.

—Cuanto tiempo sin verte—hablo mientras rompía el abrazo—Mírate, por Dios, eres toda una mujer ahora, nada que ver con la nena de 10 años
—Y tú no te quedas atrás Jauregui, te sentó de maravilla la pubertad
—Gracias, aún no creo que estoy aquí otra vez
—Ni yo—reí—¿Piensas quedarte mucho tiempo?
— ¿A caso quieres que me vaya?—hizo un puchero—Acabo de llegar Camz
—No quiero que te vayas—rasque mi nuca de manera nerviosa—Sólo es curiosidad
—Tengo planeado quedarme a mínimo hasta que termine la universidad, después el destino me dirá que hacer, ¿dónde está mi papá?
—Tuvo una reunión de último minuto
—Qué mala suerte, tengo muchas ganas de darle un abrazo—dejo escapar un suspiro— ¿Quieres comer algo y contar todo lo que hicimos estos últimos seis años?
—Me encantaría

Caminamos hasta la cocina, había un poco de pizza de la noche pasada, ayer tuvimos una noche con el papá Mike, todos los viernes tenemos una, Mike, Dinah, Normani, Ally, él papá de Ally y yo.

Cuando estuvo caliente serví dos porciones, acompañadas de soda, me senté frente a ella en la barra.

—Y cuéntame Camz, ¿soltera?—Absolutamente, ¿tú? ¿Dejaste algún enamorado en Australia?—Estoy soltera, y tal vez si deje un enamorado allá, pero yo no estoy para nadaenamorada—Así que rompe corazones, ¿eh?—me burle—Pobre chico—Tal vez—se terminó su primera pizza y tomo una más—De igual manera él era muyaburrido, todo era rutina, todo giraba alrededor de su pene, hasta yo—Es por eso que no me gustan—me reí, Lauren me miró algo confundida, soloespero que no sea homofóbica, eso sí sería incomodo—Soy lesbianar-

Camren One ShotsWhere stories live. Discover now