Cosas de la vida [ KaiLen]

1.

Era una tarde bastante calurosa, el sol radiaba por toda la zona, se podía ver que por donde se encontraba ni un rastro de sombra quería hacer su aparición. A lo lejos, una familia de rubios, Kagamine, para ser exactos, se encontraban guardando unas maletas en la zona trasera del coche.
- ¡Len cariño, ven ayudadme con esto! .- Gritó cierta rubia que se parecía a él, era una pareja de mellizos.

La femenina, sus cabellos eran dorados como el sol, bastante cuidado -ya que lo tenía lacio.- este no sobrepasaba a los hombros. Sus ojos eran un azul celeste intenso, aunque tanto ella como él tenían una chispita de verde en ellos, su cuerpo era delgado, ambos blanquecinos como la nieve -bueno sin exagerar.- Para ser exactos eran como gotas de agua , al fín y al cabo la muchacha no destacaba por su busto.

- ¿Con qué quieres que te ayude? .- El mencionado anteriormente, hizo su aparición en la historia. Al ver que ella cargaba una caja , rápidamente se acercó para ayudarla .- ¿Pero qué llevas aquí?

- Nada, solo unas cosas importantes para las chicas .- contestó ella tan felizmente.

- Espera un momento .- Escupió el rubio sin pensarlo dos veces al oír las palabras de su hermana mayor por segundos.- ¿Me estás contando que todo esto es tuyo? - Alzó una ceja al preguntarle, poco después lo dejaron en el coche.

- ¡También es de mamá, idiota! - Contestó para después acercarse al jardín, ahí estaba sentado en una valla, cierto chico de cabellos plata esperando a la muchacha. Tenía unos ojos un tanto particulares, uno de ellos era azulado y el contrario verdoso.

- ¡Piko cariño! .-Nada más verle, empujó a su mellizo para acercarse al albino. Nada más verla, el abrió los brazos envolviendo su cuerpo con sus brazos y depositando un pequeño beso en sus labios .
-Rin, te voy a extrañar mucho .- habló él, mirándola directamente a los ojos.

-Yo también te voy a extrañar mucho...- habló ella algo apenada, apegando su cabeza al chico, estuvieron un buen rato así. Las lágrimas se descendían de sus ojos, no querían separarse.
- Tranquila.- Habló el grisáceo, limpiando una de las mejillas de la chica.- Hablaremos todos los días, te lo prometo. Con esto ella solo se limitó a asentir para nuevamente besarle.

- Agh...- Detrás de la conmovedora escena se encontraba cierto rubio, fingiendo que aquello le provocaba arcadas, aunque el también extrañaría a cierra persona peliroja, su mejor amiga. "Es una chiflada" pensaba divertido el Kagamine, leyendo el último mensaje que recibió de ella, pero aún así la quería, guardaba su mayor secreto.

-Cariños, adentraros al coche ya .- Esa voz tan dulce que se acaba de escuchar se trataba de la madre de los mellizos, una rubia de ojos celestes y enorme busto, cuyo nombre era Lenka Kagamine. A los pocos minutos, salieron de la casa dos rubios más, uno de ellos era el esposo de la joven que salió hace nada Leon, y el otro, se trataba del hermano mayor de los chicos, Kagamine Rinto.

- Ya cerré todo .- Dijo el padre, atracando la puerta para pocos segundos más tarde adentrar en el sillón del piloto, a partir de ahora tendrían una nueva vida. El resto de la família, también se habían acomodado en shs respectivos lugares.

[Miki Furukawa, línea

Lenii~

Hola Miki , ya estoy en el coche de camino a Madrid

¿Pero no estabas emocionado por ello?

Un poco, pero, es que no voy a poder verte más, y sabes que te quiero

No pada nada C; ¡Nunca te vas a librarte de mi! Por algo soy tu mejor amiga

Eso lo sé, pero igual me asusta... ¿Y si no encajo con nadie?
Tranquilo, y quién sabes, puedas que vuelvas a ver a tu principe azul de vuelta...

¡Calla! , aunque ahora que lo dices eso espero, ójala que Kaito no haya cambiado

Joer, Lenii, se nota que estás pilladísimo por él, ya me contarás eh...
]

El menor de todos los hermanos, había dejado por unos momentos el teléfono móvil en su regazo para apoyar su frente en lo que sería el cristal de la ventana del coche, se quedó algo más tranquilo, invandiendo sus pensamientos de su vecino niñero cuándo tan solo tenía 7 años.