한지성과 함께한 하루💗

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—Claro que no, mira mi hermosa sonrisa, soy educado y amoroso, y todavía no te enamoras de mi—Dijo Jeongin.

—En fin, apúrense que ya va a llegar la jefa—

En cuanto dijo eso fue como llamarla, porque en ese instante se abrieron las puertas y entro mi jefa.

—Necesito que ya se pongan a separar las cremas faciales de la corporales, me hace ruido visual—Todos nos quedamos en silencio, esperando una orden más para separarnos y obedecer.

—¡¿qué no me escuchan?!, tú, niño, ve, pero lo quiero antes de que abramos, no permitiré que mis clientes vean esa atrocidad—

En cua ti me señaló salí directo a los estantes de cremas y me puse a sacar y separar como ella pidió.

Todos en ese lugar la odiaban, era solo una niña joven malcriada que sus papás le habían heredado su marca de potes de crema y productos de belleza, y ella no hace nada, solo da órdenes, los pagos y todo lo importante de verdad se lo manda a su manager como ella le dise.

Pero te ismos que hacer caso si queríamos mínimo pagar la renta de nuestras casa o comer, porque pagaban bastante la verdad. Jeongin me lo había recomendado, claramente con varias advertencias de cómo sería el trato, pero si soy sincero, no me importa, mientras me paguen lo acordado(que era más que suficiente) soy feliz.

La primera clienta entró, era una muy frecuente por lo que le teníamos que tener un trato diferente (privilegios). En cuanto entro una chica la atendió, comenzando a agarrar una bolsa y seguirla. Me quería cortar los huevos ahí mismo, no había terminado de ordenar las cremas, aún quedaban unas 3/4 que ordenar, por lo que tube que comenzar a hacerlo con rapidez, sin embargo no me salve de unos gritos de su parte.

—De verdad no puedo creer que estés tirado en el piso, que maldito asco, y todavía tapándome el paso, no lo puedo creer, de verdad tienes que moderar tu orgullo y dignidad—Dijo poniéndome cara de asco

Obvio que por afuera estaba parado con la cabeza gacha pidiendo disculpas por mi "atrevimiento", pero por dentro le decía de todo lo que se me ocurriera; La verdad ya estaba acostumbrado a eso, pero gritarle por dentro me hacía sentir mejor y rebelde(aunque sea todo lo contrario).

Pasan horas hasta que termina mi turno y salgo con mis amigos de ese horrible lugar. Me acompañan hasta la parada y me despiden cuando llega el bus.

Al llegar a casa me visto, me quito el short de pijama que me había estado incomodando todo el día, y solo me pongo un pantalón ancho, una remera de los Beatles, una campera negra y me cambio a las converse negras y todas rayadas por mis amigos y por mi cuando estoy aburrido.

subo al cuarto de mi hermanas y las despierto con besitos como siempre me piden.

—Oigan bonitas, hay que levantarse—Voy a ver la cuna de Lía y le ago cosquillas para que despierte de una vez, porque se me iba a hacer tarde para dejarlas.

—Bebés, despierten, llegaremos tarde todos—

—Oppa, me levanto si me haces algodón de azúcar para el desayuno—

—Yeji, no tengo nada para hacerte algodón de azúcar ahora, pero te hago cereales con yogurt y cocoa, ¿quieres?—

—Si—Dijo rascándose un ojo y sentándose en su cama.

—Ponte el uniforme y baja— agarre a Lía a upa porque sabía que tenía que ahitarla un poco, la iba a tener así mientras hacía el desayuno.

Baje con Lía balbuceando cosas, agarré un tazón y una taza de "Bluey", puse yogurt y cereales, agarré cocoa y comencé a hacerle la leche a Yeji mientras la escuchaba bajar y sentarse en el sillón a ver esta la misma serie, estaba considerando regalarle un gran peluche de Bluey para su cumpleaños.

Dejo su desayuno en su mesita chiquita y dejo a Lía en el sillón, como ya había despertado, aproveché de hacerle un peinado a Yeji, trataba de hacer lo mejor que podía porque ella me decía que sus compañeritas siempre iban con un peinado distinto que les hacía su mamá y que ella siempre iba con una colita, así que empecé a ver videos para aprender; Ahora le hice dos moños con algunos broches que compré se pasada a casa, eran de mariposas, a Yeji le gustó mucho su peinado así que me puse muy feliz también.

En lo que Yeji preparaba su mochila fui a por Lía.

—Bueno...ya es hora de que despiertes niña—

La senté en su silla y corte algunas frutas para darle, ella comía solita así que fui a por su ropa. Le puse unos pantalones rositas, una camisa con ovalados de flores con una remera manga larga abajo, una campera amarilla porque hacia mucho frío y unos zapatitos amarillos también, ya que eran sus colores favoritos.

La vestí y la peine, a ella solo le hice dos colitas ya que tenía poquito pelo.

Abrigue a Yeji, agarré todo y me fui en el auto de mamá. Las dejé a cada una en su escuela (A Lía en el jardín) con un beso en el cachete y me fui a el infierno de escuela que tengo.

Mierda~Minsung~Where stories live. Discover now