Segundo 2

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De repente la imponente puerta grisácea que se alzaba delante de mí se abrió, y ante mis ojos apareció alguien extremadamente familiar y a la vez desconocido.

Allí estaba. Era más alto de lo que había imaginado. Más bonito de lo que había soñado. Más perfecto que aquello que yo había asumido como perfección.

Mis brazos, tan rápidos cómo los latidos de mi corazón en aquel instante, se abalanzaron hacía él, seguidos de todo mi cuerpo tembloroso.
Ése impulso lo sorprendió un poco durante unos segundos, pero no tardó en sonreír y abrazarme él también. Su abrazo no era el de un amante, ni siquiera el de un amigo; era el abrazo de un desconocido. Pese a ello, fue el abrazo más cálido que mi piel había sentido jamás.

Por primera vez lo miré a los ojos. Y él me miró.

'No es suficiente', me decía a mi misma. 'Ni siquiera decirle que lo amas es suficiente, muchas lo habrán echo antes, no eres nadie especial.'

Pero mi amor si era especial, ése amor incondicional con el que lo había admirado durante años no podía ser en vano, no podía quedar resumido en unas palabras que él hubiera escuchado mil veces, en un 'te quiero' o un 'gracias por todo'.

- Quiero protegerte. - Por fin salió alguna palabra de mi boca.

En uno de esos 60 segundos, pude atisbar confusión en sus ojos. Y los míos ya estaban mojados con lágrimas que pese pertenecerme no podia controlar.

- Y necesito que tu me protejas. - Dije, sin ni siquiera levantar la mirada. Ahora yo miraba al suelo porqué no me atrevía a leer lo que sus ojos podrían decirme, temía el rechazo inmediato de mis estúpidas palabras.

Pero noté que alguien sujetaba mi barbilla.

Hyunseung me levantó suavemente la cabeza en un gesto limpio, cómo todos esos movimientos que hacía encima del escenario. Mi corazón reaccionó, pero no mi cuerpo, que de quedó paralizado ante el suave tacto de aquella cálida mano.

Durante unos segundos nuestras miradas se cruzaron. Unos segundos eternos y a la vez fugaces. Unos segundos en los que no me dió tiempo de interpretar lo que me quería decir, o si me quería decir algo. Unos segundos que fueron los últimos de 60.

El guarda de seguridad me hizo salir de la sala, pero aún de espaldas podía notar ésa mirada encima de mi.

Ésa mirada que, yo no lo sabía aún, pero me pedía más de 60 segundos a mi lado.

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2015 ⏰

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