Capítulo 1

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Levante mi mirada hacia el cielo, que dura es la vida si no sabes como sobrellevarla. Otro día que tenía que salir a buscar trabajo si quería que Carmen-la dueña de la casa en donde me quedaba a cambio de mantenerla lo más limpia posible-no me corriera. Ella misma me había pedido que lo hiciera porque dentro de poco iba a buscar a otra. Decía que yo no estaba haciendo las cosas bien, pero sabía que era excusa. Sólo quería deshacerse de mi presencia, es que como puedo molestarle tanto a las personas? Mis padres habían muerto cuando apenas tenía 7 años de edad, mi tía me acogió hasta los 14 años, luego me boto a la calle porque se había enamorado de un chico menor que ella, y al yo decirle que habia intentado violarme, fue cuando más se enojo diciendo que eso no era cierto y me echó a la calle. Mis demás familiares me dieron la espalda cuando fui tras ello en busca de un techo y explicándoles mi situación, no pensé que lo haría pero uno nunca terminara de conocer completamente a las personas. Desde ese entonces he estado completamente sola, buscando trabajo constantemente de un lugar a otro para mantenerme viva si era lo que quería. Unas cuantas veces trataban de violarme por los callejones por donde frecuentaba, solo Dios me cuidaba. Adonde quiera que vaya, habría peligro a mi alrededor. Cerré la chaqueta que había encontrado tirada en un bote de basura, la habían tirado en buen estado. Sólo no tenía el cierre bien, pero para mi estaba en perfecto estado. Mientras caminaba iba dejando los papeles que había hecho con mi nombre y el número escrito de Carmen por si querían a una chica que limpiara cualquier tipo de cosas a cambio de dinero en efectivo. Le pase uno a una niña que paso junto a mi, me voltee para volver a mirarla, lo había tirado. Tiro el papel... Que pasa con esta sociedad? Hasta los pobres niños/as estan llevando. Entre a una cafetería para dejar unos cuantos, la mujer que los cogió, me sonrió y me paso un dulce. No sabía si tomarlo, estaría mal? Mejor ahí lo dejó. Continúe dejando hasta que se me acabaron, esperó que alguien llame y el esfuerzo que puse para que todo quedara bien en el papel valiera la pena. Ahora tenía hambre, mi estómago gruñía sin ningún compadecimiento. Entre las manos en mis bolsillos, e inhalaba aire fresco del parque por donde estaba pasado.
Cerré la puerta de la casa, Carmen salió de la cocina con una sartén en la mano y con la otra puesta en su cadera.
-Te has tardado mucho, ven ayudame con la comida-Fui a la cocina como me había dicho, me explicó la comida que estaba haciendo y se fue. Ayudarme para ella era como decir "Ven hacer todo muchachita" no me quejaba, ella me daba techo y comida por no muy buena que estuviera. Tenía que ser agradecida, mi madre siempre me lo decía antes de partir. Mi vida había dado un giro de 360° cuando ellos se fueron.-Oye, mueve la mano. No tengo todo tu tiempo.
No le respondí. Tenía consecuencias si lo hacia, ¿cuales? Cachetearme, golpearme, pegarme con lo que tenga en la mano.
-Richard esta esperando la comida-Se había puesto en el umbral observándome. Hacia lo más rápido que pude la ensalada, cuando termine con esta, me dispuse a mover el arroz que se había secado en la caldera. Cuando termine de atenderlo, me ocupe de la sartén que había puesto para freír el pollo-Rapido, rapido!
-Si...-Murmuré. No te salgas de control, trata de mantener todo a la raya para que no te lastime.
-Si Richard viene a la cocina para buscar la comida, creeme que...-El timbre de su móvil no dejó que terminara. Lo contestó y se quedó en el mismo lugar sin quitarme su mirada.-Para el trabajo?... Ahora mismo no esta disponible... En cuanto regrese le avisaré que ha llamado por lo del papel... Gracias.
Me detuve un momento para mirarla, pero si estaba aqui mismo!
-Termina, aún no encuentro a la otra que trabajará para mi. Cuando lo haga, tu te vas
-Pero y si no encuentro ofertas más adelante? Es el primero que llama y creó que...-Me interrumpió.
-Creó que te tienes que callar la maldita boca-Saco un cigarrillo de su delantal sucio y lo encendió, dando una gran bocanada.-Te vas cuando yo quiera
-Si..-Me trague-como siempre- todas las palabras que le quería decir. Tenía que tener paciencia, sacarla de donde no tenía, pero tenerla. Ella me daba un techo y comida...
-¡La carne!-Me arrempujo a un lado para atenderla, maldición. Me golpee en el brazo pero nada grave, había dejado caer la ensalada.-¡Eres una idiota! ¡Mira lo que hiciste!
-Lo lamento...-Murmuré. Había comenzado a pegarme con los puños cerrados. Me cubría con mis manos, y apoyaba mi cara de mis muslos. Comencé a llorar, aguanta, encontraras trabajo pronto y te iras de aquí. Lejos de aquí como tu quieres hacerlo.
-¡Largate de mi vista!-Camine arrodillada todavía cubriéndome de sus golpes, me levante cuando salí de la cocina y salí a la parte de atrás en donde tenía mi habitación. Me tire en la cama tapando mi cara con la almohada, este mundo a cada momento me hacia recordar que no era digna de estar en el. Cuantas cosas tenía que soportar.
-Que fue todo ese alboroto?! Me has levantado muchachita con tus gritos!
-Pero yo no he gritado-Dije. Richard había abierto la puerta, tenía su franela sucia y levantada dejando ver los pelos de su barriga. El jeans desteñido le quedaba pequeño haciéndose notar por el botón que no abrochaba.
-Si que lo has hecho! Carmen me lo dijo maldita perra y no trates de mentirme!-Me pegue de la pared cuando comenzó a acercarse a mi, me tomó del cabello y me tiró al suelo.-Te he dicho que no me mientas! Disculpate!
-Perdón, perdón-Decia entre sollozos, esto pasaba casi todos los dias. Por simples cosas, ellos se divertian pegándome. Lo se.
-Buena chica-Me acarició el cabello y bajo por mi mejilla, siguió bajando hasta mi cuello. Tragaba fuerte a cada momento, esto no... Dios ahora esto no por favor.
-¡Richard! ¡Ven a la puta mesa! -Rio, esa sonrisa, cuanto la detestaba. La aborrecía, era un fastidio escucharla. No podía quedarme aquí más días, no, no podía. Tenía que irme. Primero lo primero, tomar el teléfono de Carmen para llamar al número que había marcado para el trabajo que tenían para mi.
-Ya escuchaste, a la mesa-Limpie mis mejillas, levantándome del suelo. Richard había salido, salí tras el. Carmen había preparado la mesa y me fulmino con la mirada. No tenía el delantal puesto, pero estaría el celular dentro?
-Haré otra vez la ensalada-Le sonreí, ella se acercó a su marido y le acarició el miembro sin importarle que estaba ahí.
-No la dejes caer-El delantal estaba tirado en la encimera, revise los bolsillos y suspire al sentirlo. El número no debía de estar lejos y así fue, marque y saque mi cabeza por la ventana para que no escuchara.
-Brooks Sports, diga-Era la voz de una mujer. Mire hacia atrás para comprobar que estaba sola.
-Habla la chica de limpieza, ya he regresado y mi madre me ha dicho que han llamado...-Vamos, vamos, habla...
-Ah si, todavía esta disponible?
-Si, si, claro que lo estoy-Rei.-Digame adonde tengo que ir para hacer mi trabajo...
-Tiene algo donde apuntar?-Maldición no! Se estaba alargando mucho...
-Diga
-Trenton, de la Avenida 49, casa 25. El lunes a las 7-Lo repeti en voz baja lentamente, no se me podía olvidar, era mi pasaje para salir de este lugar.
-Allí estaré, gracias-Y cerré. Sonreí, puse el celular en su lugar y tome un recipiente para lavar las hojas y el tomate.
-!Briana! Muevete!
-Ya casi voy!-Exclame. No los termine de lavar bien, los corte rápido y los puse lo más ordenados llevándolo a la mesa con el vinagre en otro recipiente aparte.
-Sirvete y vete a comer para tu cuarto-Dijo Carmen con su voz cortante como siempre, sólo tenía que aguantar dos días para que llegara el lunes. Sólo dos... Puedo soportar dos días. Si que si. Ustedes creen que si?
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Esperó que les haya gustado este primer capítulo de esta novela que estará llena de muchas sorpresas, e intrigas. Arriba los que están en la foto son los personajes principales. No se olviden de votar y comentar. Ambas cosas con importante para mi.

Lo quiere mucho L.T.

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