12 CHICOS LOBOS - Capitulo 22

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- ¿Por qué no habría de querer invitarte, Simón? – rio Demián.

- No lo sé, tal vez porque soy demasiado genial. – se encogió de hombros – Como sea, Baby Doll y yo haremos una pijamada mañana, y no, no estas invitado Demián.

- Supongo que tendré que aprender a vivir con eso. – contestó entre risas.

Erika se relajó. Sabía que ninguno de los chicos representaba un peligro, pero prefería mantener lo que ella y Demián habían descubierto entre ellos. Era algo muy personal, y seguía muy fresco.

- Baby Doll, ¿quieres armar un rompecabezas conmigo? Arón acaba de comprarme uno nuevo.

- Claro.

Se levantó, no sin antes asegurarse de que Demián tenía todos los documentos bien sujetos, y siguió a Simón por el pasillo hasta la otra habitación. Se sentaron en la alfombra, y Simón dejo caer de golpe todas las piezas del rompecabezas entre ellos. Comenzaron a armarlo en un agradable silencio. De pronto Erika recordó algo de suma importancia.

- ¡Simón! - lo llamó abruptamente causando que el chico se alterara.

- ¡¿Qué?! ¡¿Qué?! – gritó asustado mirando en todas las direcciones.

Simón abrió mucho sus inquietos ojos azul hielo, y miró a Erika con ellos. Algunos de sus mechones rubios se habían alborotado por la manera en la que había sacudido la cabeza, dándole un aspecto algo salvaje y desordenado.

- Perdón, no era mi intención asustarte. – se disculpó tranquilizando su tono de voz – Es que he olvidado contarte algo muy importante.

- ¿Qué pasa, Baby Doll? – dijo el chico con la voz cargada de intriga.

- He visto a Nick. – le susurró.

Los ojos del chico volvieron a ensancharse con sorpresa. Con uno de sus brazos, Simón arrojó con fuerza las piezas de rompecabezas que los separaban hacia un lado para acercarse a ella, acabando así, con todo su espacio personal. Se había acercado tanto y tan rápidamente que sus narices casi chocan, Erika retrocedió un poco por instinto.

- ¿Lo viste? ¿Cuándo? – le susurró de vuelta.

- Ayer. – dijo con los ojos muy abiertos – Cuando me dejaste salir con Snowflake.

- ¿Lo ves? Te dije que estaba bien. – sonrió al principio, pero luego pareció retractarse – Esta bien ¿verdad?

- Si, él parece estar bien... pero estaba muy raro.

- ¿A qué te refieres?

Recordó rápidamente su corta y poco informativa charla con Nick. La manera en la que se había comportado, tan evasivo y vacilante, sin dar ninguna respuesta coherente. ¿En qué demonios estaba metido? "No es algo de lo que esté muy orgulloso, pero es algo que debo hacer" fueron sus palabras exactas.

- Nos dijeron que estaba ocupado, ¿lo recuerdas? – Simón asintió – Bueno, le pregunté acerca de eso, sobre a que se referían, y se negó a decirme.

- ¿Crees que lo que oculte sea malo?

- No quisiera pensar eso, pero no veo otra razón por la cual ocultarlo.

- Pienso lo mismo. – afirmó Simón - ¿Qué más te dijo?

El recuerdo de Nick diciéndole que él no quería ser su amigo, sino algo más, boto en su cabeza. Conociendo lo celoso que Simón podía llegar a ser, dudo si sería buena idea contarle esta parte.

- Nada más. No tuvimos mucho tiempo, ya que Micaél apareció de pronto y me hizo entrar de nuevo. – dijo, omitiendo también su plática con Micaél.

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