- ¿Por qué no habría de querer invitarte, Simón? – rio Demián.
- No lo sé, tal vez porque soy demasiado genial. – se encogió de hombros – Como sea, Baby Doll y yo haremos una pijamada mañana, y no, no estas invitado Demián.
- Supongo que tendré que aprender a vivir con eso. – contestó entre risas.
Erika se relajó. Sabía que ninguno de los chicos representaba un peligro, pero prefería mantener lo que ella y Demián habían descubierto entre ellos. Era algo muy personal, y seguía muy fresco.
- Baby Doll, ¿quieres armar un rompecabezas conmigo? Arón acaba de comprarme uno nuevo.
- Claro.
Se levantó, no sin antes asegurarse de que Demián tenía todos los documentos bien sujetos, y siguió a Simón por el pasillo hasta la otra habitación. Se sentaron en la alfombra, y Simón dejo caer de golpe todas las piezas del rompecabezas entre ellos. Comenzaron a armarlo en un agradable silencio. De pronto Erika recordó algo de suma importancia.
- ¡Simón! - lo llamó abruptamente causando que el chico se alterara.
- ¡¿Qué?! ¡¿Qué?! – gritó asustado mirando en todas las direcciones.
Simón abrió mucho sus inquietos ojos azul hielo, y miró a Erika con ellos. Algunos de sus mechones rubios se habían alborotado por la manera en la que había sacudido la cabeza, dándole un aspecto algo salvaje y desordenado.
- Perdón, no era mi intención asustarte. – se disculpó tranquilizando su tono de voz – Es que he olvidado contarte algo muy importante.
- ¿Qué pasa, Baby Doll? – dijo el chico con la voz cargada de intriga.
- He visto a Nick. – le susurró.
Los ojos del chico volvieron a ensancharse con sorpresa. Con uno de sus brazos, Simón arrojó con fuerza las piezas de rompecabezas que los separaban hacia un lado para acercarse a ella, acabando así, con todo su espacio personal. Se había acercado tanto y tan rápidamente que sus narices casi chocan, Erika retrocedió un poco por instinto.
- ¿Lo viste? ¿Cuándo? – le susurró de vuelta.
- Ayer. – dijo con los ojos muy abiertos – Cuando me dejaste salir con Snowflake.
- ¿Lo ves? Te dije que estaba bien. – sonrió al principio, pero luego pareció retractarse – Esta bien ¿verdad?
- Si, él parece estar bien... pero estaba muy raro.
- ¿A qué te refieres?
Recordó rápidamente su corta y poco informativa charla con Nick. La manera en la que se había comportado, tan evasivo y vacilante, sin dar ninguna respuesta coherente. ¿En qué demonios estaba metido? "No es algo de lo que esté muy orgulloso, pero es algo que debo hacer" fueron sus palabras exactas.
- Nos dijeron que estaba ocupado, ¿lo recuerdas? – Simón asintió – Bueno, le pregunté acerca de eso, sobre a que se referían, y se negó a decirme.
- ¿Crees que lo que oculte sea malo?
- No quisiera pensar eso, pero no veo otra razón por la cual ocultarlo.
- Pienso lo mismo. – afirmó Simón - ¿Qué más te dijo?
El recuerdo de Nick diciéndole que él no quería ser su amigo, sino algo más, boto en su cabeza. Conociendo lo celoso que Simón podía llegar a ser, dudo si sería buena idea contarle esta parte.
- Nada más. No tuvimos mucho tiempo, ya que Micaél apareció de pronto y me hizo entrar de nuevo. – dijo, omitiendo también su plática con Micaél.
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12 CHICOS LOBOS ©
Про оборотнейErika acaba de terminar con su novio, es de noche, hace frío y esta sola. Como si eso no fuera suficiente, la están siguiendo. No quiere voltear porque tiene miedo, pero sabe que son mas de 1. Erika despierta en un bosque, tiene frío y esta asustada...
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 22
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