Estaba muy hermosa, había cuadros de todos los directores que habían estado en la escuela, un ave muy hermosa estaba Posada en un tipo cenicero. Un Fénix. También estaba el escritorio de Dumbledore, y bastantes pociones, un pensadero, etc.

Mire a mi izquierda, el sombrero seleccionador estaba en la misma silla que utilizaban para la selección.

Me senté en ella y me lo puse.

—Veamos, vaya, pero si tu ya tienes una casa, no me necesitas. Por Merlín, está cabeza está llena de muchos problemas, ¿Sabes cual es el mayor problema aqui?.

Negué.

—Draco Malfoy.

—¿Qué?, ese no es mi mayor problema, tengo más y mucho más importantes.

Me quite el sombrero y lo pose de nuevo en su silla.

—sombrero tonto.

—El es el que mas te preocupa, querida.—Dumbledore acababa de aparecer.

—¡Por Merlín!—dije asustada

—Se que estoy viejo, pero no creo estar tan feo—sonrió.

—No, yo... como cree...

—Tome asiento.

Me senté en uno de los dos asientos que había frente a él en su escritorio.

—Bien, no tengo idea de como es que burló mi seguridad—dijo divertido refiriéndose a la gárgola.

—No fue fácil Director, me costó mucho...puesto que es una gárgola muy inteligente—sonreí.

—Era muy fácil la contraseña, ¿Cierto?.

—Literalmente no...no, me costó mucho saberla.

—Pero al final la descubrirse, una buena contraseña no habría sido descubierta.

—Bueno...eso es cierto.

—Bien, pero usted no vino aquí a hablar de mi contraseña, si no me equivoco, que creo que es muy poco probable.

—No, no se equivoca director—hable seria—bien, vine a qui con un propósito, pedirle permiso para algo ya que mi custodia supongo yo ahora esta en sus manos... pero ya estando aquí comencé a hacerme muchas preguntas que creo que como mi mamá ya no podrá responder por un tiempo el cual yo no puedo esperar, y lo mismo pasa con mi padre, podría usted responderlas.—sonreí al final, era cansado hablar tan rápido.

—¿Permiso para qué?—me pregunto sereno.

—Para pasar la Navidad en la madriguera, se que tal vez mis padres no estén de acuerdo pero es que yo...

—Oh, ellos estarán muy de acuerdo, yo pensaba mandarla ahí, ya que es una de las casas protegidas por la orden del Fénix. 

—¡Gracias director!—sonreí emocionada—¡muchas gracias!.

—Si, no hay problema querida, ahora dime, vamos,  todo lo que me quieras preguntar.

Me quedé un rato, pensando, tenía que ordenar todas y cada una de las preguntas.

—Director...—hable con miedo, el sólo asintió—mi primera pregunta, ¿Porque no separaron a Harry y a mi?.

—Buena pregunta para comenzar, bien, señorita, el día en el que fallecieron sus padres, voldemort tenía que matar a uno de los dos, ya que la profecía indicaba que algún bebé... Ya debe tener conocimiento de ello— asentí— ...bueno, entonces uno de esos bebés podrían haber sido usted, Neville o Harry, voldemort había ido en busca de ustedes dos y para no correr riesgo, los mataría a ambos, pero el amor que su madre les proporcionó hizo posible que el hechizo revotara y como ya sabe, dio en el mismísimo voldemort causando así su destrucción temporal, por suerte sólo dio en uno de ustedes al mismo tiempo y ese fue Harry, hasta lo que sabemos.

—Profesor, entonces ¿por qué no nos llevaron a vivir al mismo lugar?.

—Dumbledore tomó aire—porque como ya sabe, sus padres estaban muertos, me duele decirlo pero teníamos que proteger a Harry, ya que el era reconocido por su cicatriz y a la vez protegerte a ti, eras diferente a él, pero igual a tu madre, Elizabeth se ofreció a cuidarte y curarte, ella y Gregory fueron muy valientes, ella era la mejor amiga de tu madre en el mundo Muggle, después conoció a Gregory, otro de los amigos de tu madre y se casaron, recuerdo bien ese día, Hagrid llegó con dos bebes, no sabíamos que hacer. Le llevamos con sus tíos, pero tú aún estabas con nosotros, pensamos hacer que tuvieras una vida en Hogwarts, ya sabes, que vivieras aquí, pero entonces llegó Elizabeth, ella fue un ángel en un momento muy oscuro, se ofreció a cuidarte, a fingir ser tu madre y a quererte como tal.

—Entonces...¿Ella me puso el nombre?, Ya sabe, me llamó _________ Elizabeth.

— Oh no, Lily fue quien te puso así, ella quiso llamarte como a su mejor amiga, sólo te re-bautizaron con sus apellidos. Stone y Tennares.

Asenti,

—Estoy muy confundida, pero mis dudas están resueltas. Profesor...yo

—Usted, señorita Stone, esta muy confundida, pero ya entenderá...

—No, yo, yo tengo una cicatriz también.

—¿Qué?—miro bien mi cara como si buscará algo.

—No, no, Director, la tengo en mi tobillo, mire—Levante mi túnica, una cicatriz en forma de estrella demasiado pequeña apareció.

Dumbledore parecía sorprendido.

—Al principio pensé que era un lunar, pero luego me di cuenta de que era una cicatriz, jamás le he dicho a nadie, tenía miedo y aveces duele, pero no se porque.

—¿Te ha dolido las mismas veces que a Harry?.

—Casi nunca estaba con Harry, siempre sola o con los gemelos, pero cuando me dolía, era insoportable, me entumía toda la pierna, siempre pensé que era algo así como una vena lastimada, digo no encuentro razón, hasta ahora supongo que...

—la maldición te alcanzo—dijo pensativo.

—Exacto.

—Es por eso que el pudo entrar en tu subconsciente, es por eso que tuviste esa visión, no me lo explicaba, pero ahora, usted. Necesita más protección, Harry también.

—Pero yo...

—Tú también, tienes parte de Lord Voldemort dentro de ti.


Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora