Capítulo I: De vuelta a casa

21.6K 876 93
                                    

Después de ganar los juegos, todos creen que tu vida es feliz. Ya no tienes necesidad, ya no tienes pobreza, pero no es así. Los juegos te dejan cicatrices que nunca sanaran, yo hice todo para sobrevivir y mantener a Peeta conmigo. No sé porque quería proteger a ese chico, solo habíamos tenido algunas conversaciones banales y eso es todo. Pero después de pasar esos días en la arena, no quería que se separara de mí. Tenía miedo de que cuando él se alejara me sintiera vacía, aunque creo que siempre lo he estado. Íbamos en el tren que nos devolvería al distrito 12, pero ahora ya no era la chica de la veta, ahora, aunque no lo quisiera soy una vencedora. Ahora tendré que ver cada año a dos niños morir por esos estúpidos juegos que solo sirven para entretener a un público sangriento y aterrorizar a toda una nación. Ahora era la Chica en Llamas. Y no habría nada que pudiera cambiar eso.

Mire a Peeta, él estaba a mi costado comiendo. Delante mío Haymich y Effie, estábamos desayunando, el último desayuno que tendría en este tren. Luego volvería, daría el tour de la victoria y después nuevos juegos. La sola idea de eso me entraba una terrible repulsión.

-Terminé, gracias - dije levantándome

-Pero si no has comido nada querida - dijo Effie con su acento del Capitolio

-No tengo hambre - dije saliendo del comedor

Me fui directamente en mi habitación, ansiaba llegar al distrito. Quería ver a Prim, quería ir al bosque y cazar con Gale. Gale, mi mejor amigo, mi compañero de caza. Sabía que había visto los juegos, todo el mundo los veía. Prim una vez me dijo que él estaba interesado en mí, tal vez fuera verdad, pero desde que pise esa arena mi vida solo estaba ligada a Peeta.

Peeta, el chico del pan, era tan dulce y tierno. Él había declarado a televisión nacional que estaba enamorado de mí, ¿Cómo era posible eso?

-Katniss ¿Puedo pasar? - preguntó alguien detrás de la puerta

-Adelante - dije y traté de poner mi mejor cara.

Peeta entró con una hogaza de pan y leche. Se sentó en la cama, a mi lado, y dejo la comida en la mesa de noche.

-Katniss, tienes que comer - dijo preocupado

-No tengo hambre

-Pero igual comerás, no me iré hasta que termines

A veces Peeta puede ser tan necio.

-Ok comeré, pero deja de mirarme asi - le dije tomando la hogaza de pan a regañadientes

- ¿Cómo asi?

-Cómo si fuera algo bonito de ver

-Te miro porque si eres algo bonito de ver

Sentí que mis mejillas ardían y el esbozo una sonrisa.

-Me encanta cuando tus mejillas se vuelven tan rosadas

-Para Peeta, por favor. Déjame comer

-Ok, lo siento

Le di un mordisco al pan, luego de un rato de un incómodo silencio hasta que terminé de comer, nos echamos en la cama. Eso hacíamos cuando las imágenes los juegos volvían, él acariciaba mi cabello mientras que yo hacía círculos en brazo. Era como algo automático, algo que era de él y yo. Algo íntimo.

- ¿Aún los ves? - le preguntó a Peeta - a los mutos quiero decir

-Cada vez que cierro los ojos siento el cuchillo de Cato en mi cuello - me respondió con tono suave y calmado - los mutos son otras de mis pesadillas más frecuentes. Pero mejor cambiemos de tema ¿Que harás cuando regresemos al 12?

-Supongo que ayudare a mamá en casa y saldré a cazar con...- me detuve, su cara de esperanza se convirtió en una mueca sin expresión. Lo había arruinado de nuevo, tal vez pensaba en vernos o algo así. Pero es que no sé cómo volvería a la normalidad de mi vida. Corrección, la normalidad que era mi vida.

Effie toco la puerta avisándonos que habíamos llegado al distrito.

- ¿Y ahora que haremos? - dijo Peeta

-Solo hay que olvidar - dije yo arrepintiéndome al segundo después de haberlo dicho

-Yo no quiero olvidar - dijo y bajo la mirada. Otra vez, lo había arruinado.

Salimos de la habitación y bajamos del tren, la gente nos recibía entre gritos y aplausos.

Por el rabillo del ojo veo que Peeta me ofrece su mano y lo miro vacilante.

- ¿Una última vez? ¿Para la audiencia? - me dice, no en tono enfadado, sino hueco, lo que es mucho peor

El chico del pan empieza a alejarse de mí.

Lo cojo de la mano con fuerza, preparándome para las cámaras y temiendo el momento en que no me queda más remedio que dejarlo marchar.  

La Esperanza del Sinsajo // Temporada 1 (En edición)Where stories live. Discover now