𝘁𝗵𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁 𝘁𝗿𝗮𝗽 | choi seongmin y kang yujin, son dos chicos sumamente diferentes, hasta que se conocen en un campamento y ven algo extraño entre ellos; su enorme parecido en físico.
ahora ellos intentarán reunir a sus divorciados padre...
—¡Muy bien! —TaeHyun se levantó del sofá y con eso bastó para asustar a los presentes—. Diré esto, sólo una vez. Choi BeomGyu y yo, no tenemos nada en común, nadie me dirá lo contrario. Además, el parece estar más ocupado con esa mujer de espalda descubierta y piernas largas. No me dirán ningún pero aquí, se hará lo que se iba hacer, que es devolvernos a nuestros hijos y listo. ¿Quedé claro?
SeongMin y YuJin se miraron atemorizados, pero aun así se transmitieron de que tenían que idear otra cosa.
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BeomGyu salió apresurado de su habitación y en eso vio a su hijo aproximarse.
—¿Que fue, Pa? —saludó YuJin.
—SeongMin, hijo, ¿Podrías acompañar a YuRan un momento? Iré al lobby —El niño asintió, pero el castaño regreso sus pasos—. Ah, ¿Cómo me veo? ¿Bien? ¿mal? ¿joven?
—Oh, te ves super bien Pa —el chico se volteó y continuo—, Joven y atractivo.
BeomGyu agradeció el cumplido ya alejándose con prisa, mientras YuJin sonreía complacido.
El Castaño llegó al lobby y de repente nuevamemte vio a su hijo, quedó algo confundido.
—¡Pa!-
—¿SeongMin? ¿No ibas a acompañar a YuRan?
El chico se quedó analizando y después asintió rápido —Ah, si, por supuesto, ya la estaba buscando —SeongMin se quedo mirando a su Padre quien se veía distraído, sonrió—, te extrañé.
BeomGyu alzó una ceja cuando el chico lo abrazó. Le palmó la espalda —Yo igual Seong. Bien, busca a YuRan, vuelvo ahora.
El joven asintió y fue al ascensor tarareando una canción. Justo salió YuRan, con espejo en mano, esta vió al niño.
—¿Has visto a tu padre?
SeongMin la miro —¿Me hablas a mí?
—¿Quién te crees, Lee DoHyun? Por supuesto que te hablo a ti. Ahora dime a donde fue tu padre.
SeongMin señaló a lo lejos no muy seguro —Por allá.
YuRan miró hacia la dirección mientras una sonrisa aparecía en sus labios rojos. SeongMin la miró de arriba a abajo, sonrió con malicia. La rubia sintió aquella mirada.
—¿Qué tanto me ves?
—Oh, nada, es que... realmente eres bella.
YuRan rodó los ojos —No me digas que ahora dejarás de ser fastidioso e irritante, para ser dulce —la chica empezó andar sin antes decirle—, Si ves a tu padre, dile que esta atrasado y que lo espero.
SeongMin ladeo una sonrisa —A la orden, Cruella.
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